Enlaces accesibilidad

Los funcionarios británicos protestan en masa contra los planes de elevar su edad de jubilación

  • Alrededor del 40% de los colegios estatales cierran sus puertas
  • Ya no podrán jubilarse a los 60 y cobrarán menos dinero
  • El Gobierno británico critica la huelga y ve inevitables los recortes

Por
Huelga de funcionarios en el Reino Unido contra el recorte de sus pensiones

Cientos de miles de empleados del sector público británico han secundado este viernes una huelga para rechazar el polémico proyecto de reforma del sistema de pensiones del Ejecutivo, que consideran "abusivo e injusto".

Alrededor del 40% de los colegios estatales de Inglaterra y Gales han cerrado sus puertas a modo total o parcial en apoyo del paro.

La huelga, convocada por el sindicato Nacional de Profesores (NUT), la Asociación de Profesores y Académicos (ATL), el sindicato de Universidad y Facultades y el Sindicato de Servicios Públicos (PCS), ha sido la mayor organizada por los funcionarios desde que hace un año se formó el Gobierno de conservadores y liberaldemócratas.

Subir la edad de jubilación

El primer ministro, David Cameron, pretende elevar la edad de jubilación de los funcionarios más allá de los 60 años, alegando que el sistema actual de pensiones es insostenible con el aumento de la expectativa de vida de la población y ante la difícil coyuntura económica.

El Gobierno planea también aumentar las cotizaciones individuales y reducir la cantidad que se cobrará en el retiro, que pasará a calcularse con una media del salario percibido en toda la vida laboral, en lugar de la última remuneración como hasta ahora.

En Londres, unas 20.000 personas se manifestaron por las calles del centro con una marcha que pasó cerca de Downing Street y por la sede del Parlamento.

Con pancartas que portaban eslóganes contundentes -"Coalición de resistencia", "No a los recortes" o "Salvad nuestras pensiones"-, profesores, empleados de juzgados, puertos, aeropuertos y oficinas de Hacienda exigieron "compromiso" al Gobierno.

Simon Foster, profesor de un colegio del condado de Essex (en las afueras de Londres), y miembro del NUT, ha lamentado la gestión de Cameron "por planear quitarnos dinero de nuestros fondos para subvencionar los problemas creados por otros".

Este docente ha asegurado que "existen varias alternativas" a la propuesta y ha criticado "el terrible enfoque" adoptado.

Frente a la incomprensión del Ejecutivo a la convocatoria del parón, este ciudadano ha recordado que "uno de los objetivos de las huelgas es ocasionar inconvenientes".

Para minimizar el posible impacto, las fuerzas del orden han cancelado todas las libranzas de los agentes de Policía, que, según la cadena BBC, arrestó a 24 personas por diversos incidentes durante la manifestación.

Críticas del Gobierno

El ministro de Educación, Michael Gove, ha confiado en poder "seguir manteniendo un diálogo abierto y cordial con los sindicatos tras esta huelga" y ha declarado que, aunque no hay otra opción que incrementar las contribuciones, queda aún "margen de maniobra" en la manera en que se implementarán los aumentos.

Menos comprensivo se mostró el ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, quien ha condenado a los huelguistas y ha declarado que "todo el mundo debería estar trabajando".

Reino Unido "tiene un déficit muy alto" y el sistema de pensiones, diseñado cuando la expectativa de vida era menor, debe ser reformado "para que sea sostenible en el futuro", ha defendido.

En cuanto al impacto numérico de la huelga, según cifras del Ministerio de Educación, "más de 11.000 colegios en Inglaterra resultaron afectados".

En total, 5.679 colegios públicos cerraron y otros 4.999 operaron de forma parcial, mientras que 201 institutos y centros de formación profesional también cerraban sus puertas y otras 235 funcionaban parcialmente.