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Rusia se suma a la presión occidental sobre Gadafi y se ofrece a mediar con el régimen

  • Medvédev anuncia que enviará un emisario a Bengasi
  • Dice que Gadafi tiene que irse y ofrece la mediación de país
  • Sarkozy le da la bienvenida y espera que use su poder de persuasión

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Obama y Medvédev, durante su encuentro bilateral en Deauville (Francia).
Obama y Medvédev, durante su encuentro bilateral en Deauville (Francia).

El presidente ruso, Dimitri Medvédev, ha endurecido su postura sobre la crisis libia al pedir a Muamar Gadafi que deje el poder y se ha ofrecido para mediar con el régimen, una oferta que ha sido bienvenida por Francia y Estados Unidos, según fuentes del Kremlin.

Tras la cumbre del G-8 de Deauville, Medvédev ha confirmado que Rusia se ha ofrecido a las potencias occidentales a mediar en Libia y ha detallado que enviará a un emisrario a la capital rebelde de Bengasi como parte de sus esfuerzos de solucionar el conflicto, con la esperanza de que este enviado pueda hablar con ambas partes.

Posteriormente el presidente francés, Nicolás Sarkozy, ha admitido que Occidente necesitaba la "ayuda de Medvédev", aunque no ha querido confirmar si ha pedido su mediación.

"¿Por qué no terne en cuenta su poder de convicción? Sí, necesitamos la ayuda del presidente Medvedev. Esta ayuda es bienvenida", ha declarado en una conferencia de prensa al cierre de la cumbre de G-8 de Deauville (Francia).

Eso sí, ha dejado claro que la posible mediación no sería directamente con Gadafi: "No hay mediación posible con el señor Gadafi. Los soldados deben regresar a los cuarteles y Gadafi se tiene que ir. Podemos discutir las modalidades de la salida".

Contactos con el régimen

El encargado de África en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Mijaíl Margelov, ha detallado que Rusia ya tiene contactos con el entorno de Gadafi con los que negociar su salida, aunque no directamente con el líder libio.

"No deberíamos hablar con el propio Gadafi pero sí con miembros de su gabinete, posiblemente con sus hijos. Estamos realizando esos contactos, por lo que hay una esperanza para una solución política", ha detallado el representante ruso.

Preguntado por el principal socio de Rusia dentro de Libia en esas conversaciones, Margelov ha reconocido que tienen gente infiltrada dentro del bando de Gadafi pero no ha querido dar su identidad.

"Como puede imaginar, si le doy el nombre de esa persona su cabeza será cortada al día siguiente", ha defendido.

Duro tono contra Gadafi

Rusia ha mantenido una actitud crítica a los bombardeos de la OTAN e incluso ha cuestionado que se ajusten al texto de la resolución 1973 de la ONU que permite la intervención y que ayudó a aprobar con su abstención.

Sin embargo, ha accedido a firmar la declaración final del G-8 en la que los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo afirman que el líder libio, Muamar al Gadafi, "no tiene futuro en una Libia democrática y libre" y "debe marcharse", en su declaración final de la cumbre de Deauville.

El tono del documento refleja la contundencia con la que se han expresado al principio de la jornada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el anfitrión, el francés Nicolas Sarkozy.

Obama ha asegurado, tras una reunión bilateral, que EE.UU. y Francia están unidos en su determinación de "acabar la tarea" en Libia y Sarkozy indicó: "compartimos el mismo análisis: Gadafi debe marcharse".

Los mandatarios del G8 exigen "el cese inmediato del uso de la fuerza contra los civiles por el régimen libio" y expresan su apoyo a "la soberanía, independencia e integridad territorial y unidad nacional de Libia".

Minas en Misrata

Mientras tanto, la OTAN ha denunciado que ha detectado un campo de minas antipersonas colocadas por el régimen de Muamar al Gadafi cerca de Misrata, según el teniente general canadiense Charles Bouchard, jefe de la misión militar en Libia.

"El informe de esta mañana indica que un campo de minas ha sido colocado en el área de Misrata, minas antipersona en contra de la ley internacional, colocadas en un área estratégica impidiendo el movimiento a la población", ha señalado Bouchard en una rueda de prensa.

El jefe militar ha asegurado que la OTAN está trabajando para definir el contorno del campo de minas, aunque ha recalcado que la tarea de desactivar los artefactos no corresponde al mandato de la Alianza.