Enlaces accesibilidad

Las pruebas de ADN confirman al 99,9% que se trata de Bin Laden, según un alto funcionario de EE.UU.

  • El ADN confirma la muerte al 99,9%, según un alto funcionario de EE.UU.
  • La misma 

Por

Las pruebas de ADN confirman que el jefe de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, ha muerto en el asalto a la residencia donde se ocultaba en la ciudad pakistaní de Abbotabad este domingo, según ha asegurado este lunes un alto funcionario estadounidense.

Uno de los cadáveres localizados en la mansión de Abbottabad corresponde "al 99,9%" al enemigo público número uno de Estados Unidos, ha agregado la fuente, que ha hablado con los periodistas a condición de anonimato.

Por su parte, un alto funcionario del Pentágono, que también ha hablado bajo con las mismas condiciones, ha explicado que para identificar plenamente el cadáver se utilizó "una variedad de métodos", que no especificó.

El comando estaba dispuesto a capturar a Bin Laden vivo

Un comando militar de elite estadounidense asaltó el domingo la residencia en la que la CIA había concluido que se ocultaba Bin Laden, en una operación ultrasecreta.

Según los altos funcionarios, el comando estadounidense estaba dispuesto a capturar a Bin Laden vivo, pero los ocupantes de la residencia respondieron con fuego y se produjo un tiroteo.

Además del jefe de Al Qaeda, fallecieron otras cuatro personas, tres hombres -inicialmente EEUU considera que se trata de uno de los hijos adultos del terrorista y dos de sus correos- y una mujer. Otras dos mujeres quedaron heridas.

El cuerpo se arrojó al mar

Los operativos recuperaron el cadáver del líder de Al Qaeda, que fue trasladado a un buque de guerra estadounidense. Tras su identificación y la toma de fotografías -que el Gobierno estadounidense valora aún si las divulgará- se optó por arrojar al mar el cuerpo del terrorista.

Según el alto funcionario, la decisión se tomó para evitar que,  si se le enterraba, su tumba pudiera convertirse en un lugar de peregrinación para extremistas islámicos.

Además, ha precisado, hubiera sido complicado encontrar un tercer país dispuesto a aceptar que allí fuera sepultado el terrorista más buscado del planeta.

De acuerdo con la fuente, el procedimiento utilizado siguió las las normas y costumbres islámicas, que establecen que el entierro de una persona debe llevarse a cabo casi inmediatamente después de su muerte.