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El mítico Commodore 64 vuelve a estar a la venta, renovado pero con el mismo 'look'

  • Una licencia de la vieja marca ha revivido al C-64
  • Por dentro es un PC moderno con Linux Ubuntu
  • Puede ejecutar los populares videojuegos de los 80

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El renovado C-64 cuenta con 2 GB de RAM ampliables a 4 GB, lector DVD o Blu-Ray, USB y HDMI, entre otros
El renovado C-64 cuenta con 2 GB de RAM ampliables a 4 GB, lector DVD o Blu-Ray, USB y HDMI, entre otros

Quién le iba a decir a los fans del Commodore 64 que la vetusta máquina que viviera su época gloriosa a mediados de los 80 resurgiría ya bien entrado en el siglo XXI reconvertida en una especie de PC 'estilo vintage' capaz de ejecutar tanto los programas actuales como toda la colección de clásicos.

El nuevo C-64x es una especie de recreación del C-64 tradicional; al igual que en el original todos sus componentes van dentro del teclado, que hoy en día podría considerarse un tanto aparatoso, poco ergonómico e incluso anti-estético, pero en ahí está precisamente la gracia del invento.

El fabricante ha conseguido compactar todo un PC moderno en las tripas del viejo teclado de plásico, y le ha añadido en la parte trasera, donde tradicionalmente se enchufaban los cartuchos de expansión, los conectores de las tecnologías más modernas.

Además de usarlo como PC moderno, se puede usar como un robusto 'ordenador-ladrillo'

El sistema operativo con el que funciona el C-64x es Ubuntu, que a su vez incorpora un emulador de C-64 que se puede arrancar desde una aplicación tipo 'media center' especial (aunque todavía no está disponible y se enviará a los compradores por correo cuando esté terminada).

Esto quiere decir que, además de usarlo como PC moderno, se puede usar este C-64 como un robusto 'ordenador-ladrillo' que basta encender para que en unos segundos muestre la consola del BASIC, y donde cargar los viejos juegos de 8-bits para recordar los buenos tiempos sin preocuparse de nada más.

Una historia de éxitos y fracasos

El que fuera uno de los primeros ordenadores denominados familiares con microprocesador de 8 bits se puso a la venta hace la friolera de casi 30 años, en el verano de 1982. Fue el sucesor de otros equipos Commodore como el también popular VIC-20, el primer ordenador de muchos hogares.

En el C-64 se podía jugar pero también se podían hacer algunas cosas serias, como escribir textos o componer música; además de todo eso su mejor característica era que se podía programar.

Muchos niños aprendieron BASIC y otros lenguajes con él, y se convirtieron en los informáticos del mañana. El C-64 original tenía 64 KB de RAM, un puerto de impresora, otro para conectar un módem y un datasette en el que grabar los programas.

Las opciones más avanzadas eran conectarle una unidad de disquetes flexibles, y el monitor era normalmente la televisión de la casa, en la que había que 'sintonizar' el canal adecuado tras ajustar un adaptador.

El monitor solía ser la televisión de la casa y había que sintonizar el canal adecuado

La carga de los programas se hacía tan larga que parecía eterna; muchos había que teclearlos directamente de las revistas y cualquier ampliación costaba un riñón (unos 100 euros para 64 KB de RAM, entre 50 y 100 euros los juegos).

Al menos contaba con gráficos en color y unos potentes chips de sonido para la época. Su precio por aquel entonces: unos 600 euros, que llegarían a reducirse a casi la mitad con el paso del tiempo.

El C-64 del futuro

El renovado C-64x se vende en diversas versiones, pero básicamente cuenta con 2 GB de RAM ampliables a 4 GB, lector DVD o Blu-Ray, 4 conectores USB, salida RGB y HDMI y conectores de entrada y salida de audio.

Se puede añadir un disco duro de entre 160 GB y 1 TB y algunos modelos incorporan WiFi y Bluetooth. Todas las versiones cuentan con ranuras lectoras multi-tarjeta.

Los precios de las diversas versiones varían entre los 175 euros de la versión 'C-64 pelado' (que básicamente es la caja hueca para entretenerse personalizándolo) y los 620 euros de la versión Ultimate con todo el equipamiento completo.

Ciertamente, el C-64x es más caro que un PC convencional de las mismas características; más bien un lujo. Por un poco más se puede comprar un Macbook Air o un iPad de última generación.

Es más caro que un PC convencional de las mismas características pero no resulta igual de entrañable

Pero un PC, un portátil o un iPad no resultan igual de entrañables. Con esta reutilización de la licencia y marca del C-64 para convertir una idea en realidad, y con los anuncios en la web del fabricante de que pronto se lanzarán otros modelos de la familia Commodore –como el VIC-20, los Amiga y demás– parece que la informática retro está viviendo una nueva época dorada.

Basta recordar que hace poco se anunció la resurrección del Spectrum, un equipo similar que también fue muy popular en Europa y en España. Ante los hechos, sólo queda decir aquello de… ¡larga vida a los ocho bits!