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EL PORQUÉ DE LA CIENCIA

El secreto del rápido inflado de los airbags

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Un golpe seco y se inflan a la velocidad del rayo. A muchos les han salvado la vida. Los airbags son uno de los principales dispositivos de seguridad de los coches. Se sitúan en el volante y los laterales.

Al hincharse crean un entorno mullido, y los efectos del impacto en el conductor y los pasajeros quedan amortiguados.

El secreto del oportuno inflado de estos globos radica en un compuesto químico llamado azida sódica.  La molécula está formada por 3 átomos de nitrógeno y 1 de sodio. Es un polvo cristalino, blanco y no tiene olor. Es muy tóxico (*).

La bolsa del airbag tiene azida sódica en su interior. Cuando se produce un impacto de, como mínimo, 15 kilómetros/hora,  se activa un sensor, que genera una chispa.

Esto provoca la descomposición de la azida que está deseando volver a su forma más estable, que es el nitrógeno en forma de gas, como el que compone casi el 79% del aire que respiramos. Este gas inerte, tranquilo, que no reacciona con casi nada, hincha la bolsa.

La bolsa tarda en inflarse por completo 25 milésimas de segundo

Desde que se produce el impacto hasta que se infla la bolsa por completo sólo transcurren 25 milésimas de segundo, 5 veces menos tiempo de lo que se tarda en guiñar un ojo. 

Un segundo después, el gas que ha rellenado el airbag se va escapando, gracias a un montón de agujeros minúsculos que hay en la bolsa. De esta forma, el conductor accidentado puede moverse si es que se encuentra en condiciones.

Nuestro colaborador habitual, el profesor Manuel Díaz Escalera ha hecho un divertido experimento casero con el que podemos observar sin peligro cómo funciona un airbag.

 MATERIAL

-Bolsa de plástico pequeña

-Bolsa de plástico más grande con cierre hermético

-Bicarbonato

-Vinagre

-Martillo

MONTAJE

  1. Llenamos la bolsa pequeña con vinagre.
  2. Cerramos la bolsa con un nudo.
  3. Ponemos bicarbonato en la otra bolsa.
  4. Metemos la bolsa pequeña dentro de la bolsa grande, procurando que queda rodeada de bicarbonato.
  5. Cerramos la bolsa grande.
  6. Golpeamos con un martillo sobre la bolsa pequeña. La bolsa empieza a inflarse sola.

EXPLICACIÓN: Al romper la bolsa pequeña entran en contacto el vinagre y el bicarbonato y se produce una reacción química. Uno de los productos de esta reacción es dióxido de carbono, que es un gas. Este gas infla la bolsa tal y como lo hace el nitrógeno en los airbags de verdad.

(*) Es muy peligroso sacar la azida del airbag y manipularla. Ojo, no hay que alarmarse si en un airbag hinchado observamos un polvo blanco en el exterior. No es la azida. Es talco, que se utiliza para que la bolsa no se apelmace y se quede pegada.