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Reconexión cerebral: cómo ver con el oído

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

El cerebro es una gran piscina de células que desde que desde antes de nacer y durante nuestra vida se conectan unas con otras formando complejos circuitos.

Hace pocos años se descubrió que estos circuitos, en situaciones muy específicas, pueden reorganizarse. Ahora, un equipo de neurocientíficos del Instituto Tecnológico de Massachussets está indagando en algunos de estos circuitos relacionados con la vista y la ceguera.

Hace una década se descubrió que en personas ciegas, la zona del cerebro encargada de procesar imágenes se podía reorganizar para interpretar información recogida por el sentido del tacto.

Lo hicieron estudiando el cerebro de personas ciegas cuando leían Braille. Inspirados en este hallazgo, los investigadores del MIT han centrado su estudio en un área muy concreta del cerebro, el 'complejo temporal medio'.

Movimiento a las escenas

Se encarga de dar sentido del movimiento a las escenas. Por ejemplo, cuando vertemos agua de una jarra a un vaso, una persona con la vista sana ve un chorro de agua cayendo, en movimiento.

Una persona con el área dañada verá una columna de agua, rígida, como congelada. Los científicos del MIT han querido comprobar si esta zona sólo se puede reconectar en las primeros años de vida o es capaz de hacerlo cuando el individuo es adulto.

Para obtener una respuesta, los científicos estudiaron las reacciones del cerebro ante un estímulo que implicara visualizar mentalmente algo en movimiento.

Por eso, el estímulo fue el sonido de pasos acercándose. Observaron la actividad del cerebro mediante resonancia magnética.

En tres grupos: personas con ceguera congénita (es decir, que nacieron ya ciegos), personas que se quedaron ciegas después de nacer (a los nueve años o más tarde) y personas que veían bien.

Sólo se activa en personas ciegas de nacimiento

Los resultados son bastante interesantes. En los ciegos de nacimiento el complejo temporal medio se activaba, reaccionaba ante el movimiento. Sin embargo, en los pacientes que se quedaron ciegos más tarde, unos años después e nacer, no se activaba esta zona del cerebro.

Los investigadores creen que esto sucede así, que los que se quedaron más tarde ciegos no registran la sensación de movimiento a través de esta parte del cerebro, porque durante los años que estuvieron viendo, se formaron una serie de conexiones típicas para funcionar viendo, el patrón típico (y útil) para la persona que ve.

Y cuando se quedaron ciegos, el cerebro no fue capaz de reorganizar su forma de procesar esta sensación y por eso ya no la usan. Sin embargo, los ciegos de nacimiento, como nunca organizaron su cerebro contando con el estímulo de la visión, lo hicieron teniendo en cuenta el sonido.

Este estudio sirve para entender mejor el cerebro, para entender cómo al inicio de la vida se forjan los circuitos que procesan los estímulos y cómo pueden cambiar su función habitual según las circunstancias.

Estudian todo esto, dicen, para intentar reproducirlo en la edad adulta. Quieren saber si el cerebro es capaz de reaprender a hacer en otras zonas del cerebro una función cuando queda dañada la que lo hace habitualmente.

Por ejemplo, un sueño, inalcanzable, al menos por el momento, sería conseguir que una persona, que se ha quedado ciega por daño cerebral, pudiera recuperar la vista porque fuera posible que la función que hacía la zona del cerebro dañada se realizara en otra zona del cerebro sana.

CIENCIA AL CUBO

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