Enlaces accesibilidad

El español Rodrigo Cortés dirigirá a Robert De Niro y Sigourney Weaver

  • El filme se basa en un guión original de Cortés
  • El rodaje se llevará a cabo en España y en Canadá

Por

El español Rodrigo Cortés, director de "Buried"contará con Robert De Niro y Sigourney Weaver en su próxima película, Red Lights, un thriller psicológico, según ha informado este jueves la edición digital de la revista Variety.

La trama de la cinta gira en torno a una psicóloga, encarnada por Weaver, cuyo estudio sobre la actividad paranormal le dirige a investigar a un psíquico de fama mundial, interpretado por De Niro.

La producción comenzará en febrero y se llevará a cabo durante siete semanas en España y otras dos en Canadá, según dijo Guerra a la revista.

Los pasos de 'Buried'

Red Lights sigue los pasos de 'Buried' en cuestión de hacer una película muy comercial, valiente y convincente, con grandes valores de producción y estrellas de Hollywood pero manteniendo el control desde España", añadió Guerra, quien especificó que la historia se desarrolla en una gran ciudad de EEUU.

El filme se basa en un guión original de Cortés y contará con producción de Adrián Guerra a través de la compañía Versus Entertainment. Cortés también producirá la obra.

Red Lights contará con financiación de Versus, Parlay Films, CSe Entertainment y Korea's Blue Storm Prods.

Parlay se ha hecho con los derechos internacionales sobre la cinta fuera de España y Corea del Sur, según la publicación especializada.

'10 directors to watch'

El 20 de enero, la revista Variety publicaba sus '10 directors to watch' para 2010. Cineastas noveles a los que habrá que seguir. Entre ellos, estaba el español Rodrigo Cortés, 36 años, que ha ganado la atención de Hollywood con Buried ("Enterrado").

Sólo cuatro días después, la película se convirtió en la primera gran venta a una distribuidora en el festival de Sundance.

Buried es una producción de 3 millones de euros rodada en  Barcelona con un equipo técnico español. El filme está protagonizado por  Ryan Reynolds, en el papel de un camionero civil que trabaja en Irak  que es secuestrado y enterrado en un ataúd con un Zippo, una navaja y un teléfono móvil con poca batería.

La película transcurre íntegramente dentro de la caja de madera en  tiempo real. Además de Reynolds, la única presencia humana llega en  forma de voz, a través del teléfono: su mujer, su jefe, el  secuestrador...