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Madoff desprecia a sus víctimas por "avaras y estúpidas" según publica una revista

  • New Yorker publicará un amplio perfil con entrevistas a compañeros de prisión
  • "He cargado con ellos durante veinte años" dice en la revista

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Bernard Madoff, quien cumple condena de 150 años por orquestar una multimillonaria estafa financiera, se ha convertido en un héroe entre sus compañeros de prisión y no parece sentir lástima alguna por las víctimas de su fraude, según un amplio perfil que publicará sobre él la revista New Yorker.

"He cargado con ellos durante veinte años y ahora estoy encerrado 150 años", ha asegurado la revista citando palabras del financiero ante otros presos, a los que añadió: "Que se jodan mis víctimas".

Siempre según lo publicado por la revista neoyorquina, que ha realizado entrevistas entre otros presos e investigadores,  el estadounidense describe a sus clientes como "avaros" y "estúpidos", porque le seguían dando dinero incluso cuando éste les decía que no era adecuado.

Una celebridad en la prisión

Al parecer, este hombre de 71 años, que llegó a presidir el mercado bursátil Nasdaq, se ha convertido en una celebridad en la prisión de Butner (Carolina del Sur), donde asesora a otros compañeros -entre ellos el capo mafioso Carmine Persico o el espía israelí Jonathan Pollard- en asuntos inmobiliarios y de inversiones financieras.

Madoff llegó a esa prisión el pasado 14 de julio y desde entonces "ha despertado la fascinación" de parte de sus compañeros, que incluso "le piden autógrafos y asesoramiento, y comentan con él detalles del histórico fraude", afirma la revista.

En declaraciones a los investigadores del caso, el financiero también apuntó que el hecho de mantener el fraude durante dos décadas "era una verdadera pesadilla".

"Ojalá me hubieran cogido seis años antes, u ocho años antes", dijo el financiero a los investigadores poco después de haber sido descubierto.

Según relata a la publicación neoyorquina, Madoff explicó en una ocasión al consultor que le ayudó a afrontar la vida en prisión que en la primera cárcel donde ingresó, en Nueva York, la gente le pedía que le gestionara su dinero.

"Hubo incluso uno que quería invertir y cuando le dije que no me gritó: '¿Qué pasa, que no soy lo suficientemente bueno?'", relató el financiero a su consultor.

Shannon Hay, un traficante que cumple condena junto a Madoff, relata a la revista que en una ocasión el financiero le contó su versión de la estafa y le explicó que "le quitaba el dinero a la gente que era rica y avara, y que quería más".

"Es un héroe, para el contexto de prisión. Es sin duda el mayor estafador de todos los tiempos", asegura Robert Rosso, condenado a cadena perpetua, entrevistado por la revista.