Enlaces accesibilidad

Samantha Cameron, una aristócrata tatuada en Downing Street

  • Ha sido considerada "el arma secreta de su marido" durante la campaña
  • Procede de una rica familia terrateniente, pero "tiene los pies en el suelo"
  • Embarazada de su cuarto hijo, a sus 39 años es directora creativa 

Por
El primer ministro británico, David Cameron, abrazó cariñosamente a su mujer Samantha antes de entrar en su nueva residencia de Downing Street.
El primer ministro británico, David Cameron, abrazó cariñosamente a su mujer Samantha antes de entrar en su nueva residencia de Downing Street.

El 10 de Downing Street tiene nuevo inquilino y también inquilina. Samantha Cameron, apodada "Sam Cam" por la prensa es una rica aristócrata tatuada y embarazada, directora creativa de una empresa de marroquinería de lujo, y lo que es más importante "el arma secreta de su marido",  el nuevo primer ministro británico, David Cameron.

Esta elegante mujer de 39 años acompañó a su marido durante toda la campaña, ayudándole a mantener el contacto con la "gente real" y a suavizar su imagen de "niño bien" hijo de un millonario educado en los elitistas Eton y Oxford.

"Sam es un buen barómetro. Tiene una buena percepción de lo que es importante y lo que no lo es, pero también de lo que es importante para los demás. Tal vez pertenece a la gran nobleza pero tiene realmente los pies en el suelo",  afirmó Andrez Feldman, amigo de la pareja, en una biografía de David Cameron.

Sin embargo, en cuestión de fortuna la nueva primera dama no tiene nada que envidiar a su esposo.

Una joven bohemia

Samantha Gwendoline Sheffield nació el 18 de abril de 1971 en Londres. Es la primogénita del rico terrateniente Sir Reginald Sheffield, uno de cuyos ancestros presidía la Cámara de los Comunes bajo Enrique VIII, y de Annabel Jones. Después de que fracasara el matrimonio de sus padres, su madre se volvió a casar en 1976 con el riquísimo ex ministro conservador Lord William Astor.

Cuando acudió a la Toscana invitada por su amiga Clare Cameron estaba lejos de imaginar que, en junio de 1996, acabaría casándose con su hermano. Por aquel entonces, el ambicioso David Cameron, de 25 años, era consejero del ministro de Finanzas Norman Lamont.

Durante su etapa como estudiante de Bellas Artes en Bristol, presumía de ser una joven algo bohemia que frecuentaba sobre todo ricos herederos vividores, jugaba al billar en bares y se hacía tatuar un delfín en el interior del tobillo derecho.

Según los biógrafos de Cameron, sin embargo,  fue ella la que lo empujó a buscar la presidencia de los 'tories'. Pero el poder no le interesa, dicen.

Popular y con encanto

Su propia carrera es exitosa: ha desempolvado la marca de marroquinería de lujo británica 'Smythson', que la nombró directora creativa con 25 años.

¿La abandonará? "No está en mis proyectos ", dijo antes de los comicios.

Cada vez que aparece, la prensa escruta cada detalle de lo que lleva puesto. Popular gracias a su encanto y su soltura,  no se expresa en público. Al menos hasta en marzo pasado, cuando concedió su primera entrevista televisiva.

Y en esta reñida campaña, David Cameron recurrió a su "arma secreta", enviándola a conquistar votos en solitario.

Los Cameron tuvieron tres hijos: Ivan en 2002, Nancy en 2004 y Elwen en 2006. El mayor, que padecía parálisis cerebral y epilepsia, falleció en febrero de 2009. Su cuarto retoño debería nacer en septiembre.