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Cameron, el inquilino más joven de Downing Street en 200 años

  • El líder conservador ha renovado la imagen de su partido
  • Invita a construir una 'gran sociedad' e incluye a homosexuales y minorías

Ver:Ver: Especial Elecciones Reino Unido 2010

 

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Perfil de David Cameron

David Cameron ha conseguido convertirse en el primer ministro más joven en 200 años de historia de Reino Unido tras cuatro años al frente del Partido Conservador y después de cinco días de negociaciones con los liberal-demócratas al no lograr la ansiada mayoría absoluta en las elecciones del 6 de mayo.

Cameron, un antiguo ejecutivo de relaciones públicas de educación elitista y lazos aristrocráticos, ha llegado a Downing Street precisamente gracias a una retórica que ha modernizado a su partido.

De hecho, este inglés de 43 años se declara "heredero de Blair" -al que imita en su seductora oratoria-, defiende los derechos de los homosexuales y de las minorías y se define como un luchador contra el cambio climático (al fin y al cabo, va a trabajar en bicicleta).

Desde su elección como líder conservador a finales del 2005, Cameron ha estado por delante en las encuestas excepto por un breve periodo en el verano de 2007, cuando llegó a Downing Street Gordon Brown.

Su discurso ilusionante, sin papeles, con una oratoria bien hilvanada y una imagen pública de candidato en potencia, convenció a sus compañeros para que dejasen liderar la entrada de los tories en el siglo XXI y lavase la "imagen sucia" de los tories.

Hasta entonces había sido un discreto miembro del Partido Conservador, dominado por los estertores del thatcherismo y sin respuestas ante las propuestas del Nuevo Laborismo de Tony Blair y Gordon Brown.

Tras graduarse en Oxford en Economía, Política y Filosofía -y una época de estudios con flirteos con las drogas y el alcohol que nunca ha terminado de aclarar- Cameron pasó a trabajar como asesor en el gobierno de John Major.

Posteriormente estuvo siete años trabajando en la empresa privada, hasta que consiguió un escaño en 2001 y se convirtió en portavoz de Educación del partido. 

Ilusiones despertadas...

Junto a otros miembros de su 'camarilla' como su portavoz de Economía, George Osborne, o el alcalde de Londres, Boris Johnson -compañero de correrías en Bullingdon- el líder 'tory' ha logrado traer a su partido a posiciones hasta ahora desconocidas.

El caso más significativo es el del Servicio Nacional de Salud (NHS), una de las banderas de los laboristas y del que Cameron se ha convertido en un acérrimo defensor tras los tratamientos recibidos por su hijo Iván, gravemente enfermo, que falleció recientemente.

Además, Cameron aprovechó el escándalo de los gastos excesivos de los parlamentarios para presentarse como un renovador de la clase política, aunque sus propuestas de reforma se quedan muy cortas comparadas con las de liberal-demócratas y laboristas.

En realidad este caso le ha servido como excusa para lograr un relevo generacional sin precedentes en su partido de cara a estos comicios de 2010, presentando a candidatos de minorías y abiertamente homosexuales en circunscripciones donde tienen opciones reales de victoria.

...Y dudas sin resolver

Sin embargo, el estallido de la crisis económica le ha obligado a cambiar el guión, oponiéndose a las políticas de estímulo económico del gobierno laborista y al rescate del banco Northern Rock, pese a que han logrado salvar a Reino Unido del hundimiento económico.

Además, ha alimentado el discurso euro escéptico de su partido, aliándose en Bruselas con los partidos más radicales y nacionalistas tras salirse del Partido Popular Europeo y amenazando con incluir nuevas excepciones a Reino Unido en el Tratado de Lisboa.

Ahora es su tarea convencer a los británicos y a sus socios lineral-demócratas de que es el hombre adecuado para hacerse cargo del país.