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Vuelco electoral en Renania del Norte-Westfalia, según las últimas encuestas

  • La coalición entre cristianodemócratas y liberales perderían su actual mayoría
  • La oposición socialdemócrata y verde se alzaría con la victoria
  • De ser así, Merkel perdería la mayoría en el Bundesrat

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El estado federado de Renania del Norte-Westfalia sufrirá un vuelco electoral en los comicios regionales que se celebran el próximo domingo al perder su mayoría la actual coalición entre cristianodemócratas (CDU) y liberales (FDP),  la misma alianza que en Berlín.

Una encuesta del instituto demoscópico Forsa revela que la CDU que lidera la canciller federal, Angela Merkel, y los liberales sólo alcanzarán juntos un 43 por ciento de los votos, mientras que la oposición socialdemócrata (SPD) y verde sumará un 47 por ciento.

Forsa concede a la CDU y el SPD un 37 por ciento de los votos, respectivamente, mientras que los liberales sumarán un 6 por ciento, los verdes un 10 por ciento y el partido de La Izquierda un ajustado 5 por ciento, mínimo para conseguir representación parlamentaria.

Otro sondeo publicado ayer por la cadena de televisión privada SAT-1 ofrecía cifras similares al adjudicar a la coalición CDU y FDP un 43 por ciento de los votos y a la oposición socialdemócrata y verde un 45 por ciento.

En dichos comicios aspira a revalidar su mandato como jefe del gobierno regional el cristianodemócrata Jürgen Rüttgers, correligionario de Merkel, quien está tratando en los últimos días de campaña de ganar puntos al subrayar los temas sociales de su programa en un estado que tradicionalmente votaba antes a la izquierda.

Un revés para Merkel

Una derrota de la actual coalición de centro-derecha significaría para el gobierno de Merkel la pérdida de la mayoría en la cámara de representación territorial (Bundesrat), a cuya ratificación se somete un 70 por ciento de las leyes previamente aprobadas por la cámara baja (Bundestag).

Las elecciones de Renania del Norte-Westfalia son además de gran relevancia a escala federal, por tratarse del estado más poblado del país -con 18 millones de habitantes- y ser los primeros comicios en Alemania desde las generales de septiembre de 2009.

Merkel logró la reelección pese a que su CDU obtuvo los peores resultados de su historia, debido a la debilidad aún mayor del SPD, y consiguió asimismo poner fin a su forzada gran coalición con los socialdemócratas de su anterior legislatura en favor de una alianza con sus socios naturales, los liberales.

Sin embargo, el arranque de esta nueva coalición ha sido dificultoso por las exigencias del líder liberal y ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, de unas rebajas fiscales que la CDU considera imprudentes de cara al objetivo de saneamiento presupuestario.

A ello se unió la creciente pérdida de simpatías de Westerwelle, que en apenas seis meses se ha convertido en el ministro de Exteriores más impopular de la historia de la RFA, según los sondeos.

Finalmente, la actitud titubeante de Merkel ante la crisis griega -que de las reticencias primeras a apoyar un plan de rescate ha pasado a aprobar un paquete de ayudas del que Alemania es el primer contribuyente de la UE- ha minado aún más el apoyo del elector.