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Miguel Delibes, el gran novelador de Castilla

  • Nacido en 1920, es uno de los mejores novelistas del siglo XX español
  • Ganó el Príncipe de Asturias, el Nacional de las Letras y el Cervantes

Ver también: Especial Muere Miguel Delibes

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Contaba su hijo que en una ocasión a Miguel Delibes se le acercó un joven. "Perdone, pero es que es usted Azorín". "Hijo, Azorín lleva criando malvas mucho tiempo", respondió el escritor.

Sin embargo, la anécdota del admirador equivocado esconde una gran verdad. Por entidad y por visión de la vida, por forma y temas, por ética y estética, Delibes pertenece a la estirpe de autores que forjaron durante todo el siglo XX una idea literaria e intelectual de Castilla.

Delibes y su pasión por Castilla

Se ha dicho recientemente que con la muerte de Francisco Ayala se cierra un siglo. En lo literario, no es cierto. Es ahora que muere Delibes cuando parece cerrarse un siglo de literatura española (posiblemente se cerró ya con su silencio impreso). Un siglo que comenzó con la crisis finisecular del XIX, la que forjó la generación del 98, el germen de la Edad de plata de las letras españolas.

Miguel Delibes Setién nació en Valladolid el 17 de octubre de 1920. Tras la Guerra Civil, en la que participó como voluntario en la Marina franquista, estudió Comercio en la escuela de su ciudad natal, donde su padre era catedrático. Licenciado en Derecho y después de matricularse en la Escuela de Artes y Oficios, logró un puesto como caricaturista en El Norte de Castilla.

Sus primeros pinitos como periodista en ese mismo diario llegaron con artículos de caza y crítica cinematográfica, mientras lograba la cátedra de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio.

Una vocación literaria tardía

El 23 de abril de 1946 se casaba con Ángeles de Castro, hito personal en su vida, que acabaría convirtiéndose en literario cuando, años después Delibes realizaba una de las más hermosas elegías de la literatura española, la dedicada a su mujer, muerta en 1974, en Señora de rojo sobre fondo gris.

Entrevista con Miguel Delibes

A pesar de su labor periodística y artística, el escritor pucelano no empezó a escribir literatura hasta los 25 años. Con La sombra del ciprés es alargada, su primera novela, ganó el premio Nadal en 1948, cuando el Nadal era un premio independiente y prestigioso.

"Al principio, tenía un libro y un hijo cada año", aseguraba con socarronería su hijo Miguel en una entrevista. En efecto, Miguel nació en 1947. En 1948 nacía Ángeles y en 1949 publicaba Aún es de día, libro del que luego renegaría.

El camino marcó el camino literario de Delibes

En 1950, tras el nacimiento de su tercer hijo, publicaba El camino, uno de los libros que más ha marcado la educación de varias generaciones de estudiantes españoles y que, como el mismo reconocería, le marcó su propio camino literario.

La consagración novelística y periodística

A partir de ahí, su carrera como periodista y como escritor adquiere entidad de primera categoríaMi idolatrado hijo Sisí (1953), Diario de un cazador (1955, Premio Nacional de Narrativa) o La hoja roja (1959) son algunas de las novelas publicadas durante la década de los 50, en la que fue primero subdirector y luego director de El Norte del Castilla.

En los 1960 llega su consagración definitiva. Con Las ratas (1962) logró el Premio de la Crítica y con Cinco horas con Mario (1966) un hueco permanente en la historia de la literatura española (y casi, cabría decir, de los programas de estudios secundarios). Antes, en 1963, había dimitido como director de El Norte, por los continuos enfrentamientos con Fraga, encargado de la censura franquista por entonces.

Era miembro de la RAE desde 1973, ocupando el sillón "e"

En 1973, Delibes fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "e" y publicó El principe destronado. En noviembre de 1974 moría su mujer, a los 50 años de edad. Desde entonces "padeció la soledad, aunque no la falta de compañía".

Miguel Delibes sobre 'El hereje'

El disputado voto del señor Cayo (1978), Los santos inocentes (1981), Señora de rojo sobre fondo gris (1991) fueron algunas de sus obras fundamentales hasta su última gran novela, El hereje (1998), momento desde el cual su silencio literario, el silencio de un novelista nato, sólo se vio interrumpido por obras ensayísticas y recopilaciones de artículos.

Lluvia de premios

Durante todos esos años llegaron los múltiples reconocimientos para su trayectoria: Príncipe de Asturias en 1982, el Nacional de las Letras en 1991 y el Premio Cervantes en 1993. Y doctorados honoris causa, una cátedra con su nombre en Nueva York, otro Nacional de Narrativa con El hereje...

Miguel Delibes: Cervantes

Desde el mundo del cine también llegaron los reconocimientos en forma de adaptaciones de sus obrasEl camino en 1963 y 1977, Mi idolatrado hijo Sisí en 1963 (titulada Retrato de familia), El príncipe destronado (1977 como La guerra de papá), Los santos inocentes (1984) o Las ratas en 1998, son algunas de ellas.

¿Cómo estás? "Mal", respondía últimamente en todas las entrevistas. Sin la posibilidad de escribir desde finales de los 90, Miguel Delibes daba su vida "por vivida" ya desde años antes de su muerte, "no porque crea que ya lo he hecho todo en la vida, sino por el convencimiento de que ya no puedo hacer más", explicaba.

Y si no todo, el escritor vallisoletano sí ofreció a la literatura -al margen de una vida para sus seres cercanos- un puñado de las más importantes novelas de la segunda mitad del siglo XX español.