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Las avutardas macho cortejan "como girasoles" a las hembras

  • Orientan su cola al sol para que brille y llamar la atención de hembras lejanas
  • Una vez que la pretendiente está cerca, emplean otras 'armas'

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Macho de avutarda cortejando a dos hembras
Macho de avutarda cortejando a dos hembras

El Ave Tarda

El nombre de avutarda vendría de 'ave tarda' (en latín Otis tarda), por la reticencia que muestra esta ave a iniciar el vuelo por su peso (los machos llegan a pesar más de 15 kilogramos). Es el ave voladora más grande y además, tiene una gran diferencia de tamaño entre ambos sexos. Los machos son hasta tres veces más grandes que las hembras. Las poblaciones de avutarda se han visto mermadas en las últimas décadas. España mantiene las poblaciones más importantes del mundo gracias a que se prohibió su caza a principios de los años 80.

Levantan la cola y mueven sus plumas blancas orientándolas al sol para que brillen. Así llaman la atención de las hembras a kilómetros de distancia las avutardas macho, el mayor ave voladora del mundo.

Según un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los machos de avutarda exhiben durante la época de celo la parte trasera de sus colas orientándolas al sol, para que los rayos incidan sobre el plumaje blanco y sea más visible para las hembras.

Una vez que llaman su atención, pueden desplegar el resto de sus encantos diseñados para el cortejo en las 'distancias cortas'.

El investigador Javier Viñuela, que ha coordinado el estudio publicado en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology, explica a RTVE.es que para llevar a cabo la investigación seleccionaron una zona "donde había muchos machos y registramos la orientación hacia el sol de las avutardas en celo".

El estudio se llevó a cabo en Los Oteros, al sureste de la provincia de León, entre una población de 250 machos en total.

Los científicos comprobaron que "tienden a ponerse al sol solo los días que está despejado" mientras que no cambiaban la orientación del plumaje de sus colas los días nublados.

Viñuela, director del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Castilla-La Mancha, cree que "no es un comportamiento nuevo, pero no se había descrito hasta ahora".

El investigador explica que una de las partes más relevantes del estudio es ver hasta que punto este comportamiento se produce también en otras especies de aves.

Llevan a cabo esta técnica para atraer a las hembras desde lejos

Aunque el equipo no ha podido comprobar la efectividad de este luminoso cortejo, Viñuela afirma que "esta técnica la realizan para atraer a las hembras desde lejos". El comportamiento es tan llamativo que es visible para los humanos a más de un kilómetro, algo importante para esta especie que vive en extensas llanuras como los campos de Castilla-La Mancha.

Una vez que la pretendiente ya está cerca, despliegan otras 'artes' como  exhibir "las largas plumas del bigote, hinchar el pecho y hacer un ruido especial". Tras la cópula, las hembras cuidan sólas de las crías.

"Como los girasoles"

Los investigadores observaron que los machos colocan su plumaje al sol para que brille sólo por la mañana, que es cuando las hembras salen de los lugares donde duermen hasta las zonas donde se exhiben los machos para cortejarlas. Por la tarde se giran hacia ellas.

En este sentido, "las avutardas se comportarían un poco como girasoles", cuenta Viñuela.

El investigador explica que existen precedentes de la maximización de las señales de cortejo en otros animales como por ejemplo el pavo real, que "tiene una llamativa cola de colores que según la orientación se ve de un color u otro. Suelen ponerla orientada en 45º porque es como mejor se ve".

Viñuela añade que la población de la avutarda en nuestro país se ha recuperado "desde que se prohibió su caza hace unos 20 años", aunque quedan algunas poblaciones con ejemplares escasos "la decisión de prohibir su caza fue eficaz".