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Los primeros tanteos restan fuerza a la candidatura de Blair para presidir la UE

  • Su propia familia política, la socialista, ha sido incapaz de respaldar su nombre
  • Las conversaciones entre los líderes sobre la cuestión no han transcendido
  • Tan sólo Gordon Brown ha defendido la idoneidad de Blair para el puesto

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Los primeros tanteos entre los partidos y dirigentes europeos sobre quién será el primer presidente estable para la UE han restado fuerza este jueves al candidato potencial más citado en las quinielas, el ex primer ministro británico Tony Blair.

Su propia familia política, la socialista, ha sido incapaz de respaldar su nombre y ha manifestado públicamente su preferencia por el otro puesto relevante que creará el nuevo tratado, el de alto representante para la política exterior con poderes reforzados.

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, había advertido de que no plantearía la cuestión de los nombramientos ligados al Tratado de Lisboa a los jefes de estado o gobierno en esta cumbre.

A la espera de la ratificación del Tratado de Lisboa

Los Veintisiete han logrado un acuerdo que acerca ese momento, ya que todos los gobernantes aceptaron conceder al presidente checo, Vaclav Klaus, lo que pedía para completar la ratificación del nuevo tratado europeo en su país.

Con ese obstáculo "político" casi salvado, la entrada en vigor del tratado ya sólo depende de que el Tribunal Constitucional checo, que tiene previsto pronunciarse el 3 de noviembre.

Muy poco ha trascendido de las conversaciones que pudieron mantener los líderes sobre la cuestión de los nombramientos durante su cena, pero el asunto ha sido ampliamente comentado en las reuniones previas que los partidos socialistas, populares y liberales celebraron separadamente antes del Consejo Europeo.

Los socialistas no tienen candidato

Los miembros del Partido Socialista Europeo (PSE) se mostraron en su mayoría reacios a la candidatura de Tony Blair para el futuro cargo de presidente permanente. Al término de una reunión entre primeros ministros y dirigentes de esta familia política, el presidente del PSE, el danés Poul Nyrup Rasmussen, reconoció que los socialistas no tienen candidato.

El trío socialista estará formado por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el canciller austríaco, Werner Faymann, y el propio Rasmussen. En otra rueda de prensa, el propio Zapatero eludió dar su apoyo explícito a Blair, y enfatizó que desea "un presidente europeísta" y con capacidad de impulsar el fortalecimiento de la UE.

Apoyo de Gordon Brown

Tan sólo el primer ministro británico, Gordon Brown, defendió sin ambages, públicamente, la idoneidad de Blair para el puesto. Brown convocó a los medios antes que nadie, antes incluso de que comenzara la cumbre, y sin que nadie le preguntara dejó claro que "el Gobierno británico cree que Tony Blair sería un excelente candidato y una persona excelente para presidir el Consejo Europeo".

Por el contrario, el más claro entre los responsables socialistas en rechazar a Blair fue el titular luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn, quien manifestó que el británico "no es el candidato correcto" para Europa. Y no lo es, "no por su persona, sino por lo que representa". Según Asselborn, el ex premier británico "está vinculado a George W. Bush", y "si EE.UU. ha elegido a Obama, Europa no puede volver a Bush".

En estos momentos, la Presidencia del Parlamento Europeo, la de la Comisión Europea (CE) y la del Consejo de Ministros están ocupadas por dirigentes pertenecientes al Partido Popular Europeo (PPE): el polaco Jerzy Buzek, el portugués José Manuel Durao Barroso y el sueco Carl Bildt, respectivamente.

En menoscabo de Blair también se manifestó el presidente del Parlamento Europeo (PE), el conservador polaco Jerzy Buzek, al instar a los líderes de los Veintisiete a elegir a una mujer como presidenta estable de la Unión Europea.