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Comienza la conferencia laborista en un ambiente de derrotismo

  • Brown asiste al que puede ser su último congreso como líder
  • Se examina ante los suyos de cara a liderar el partido para las próximas elecciones
  • Un sondeo indica que a más de la mitad de los británicos les gustaría que dimitiera
  • En vísperas del congreso, varios ministros del Gobierno han cerrado filas en torno a Brown

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En un ambiente de derrotismo comienza en Brighton (sur de Inglaterra) la conferencia del gobernante Partido Laborista, la última antes de las elecciones generales del próximo año.

Para el primer ministro británico, Gordon Brown, que llegó ayer a esa localidad costera procedente de EEUU, donde asistió a la cumbre del G-20, ésta puede ser la última ocasión en que se dirija a un congreso de su partido como líder.

Todos los sondeos apuntan a una victoria de la oposición conservadora de David Cameron en los próximos comicios y en los últimos días algún ex ministro y alguna influyente comentarista próxima al partido han invitado a Brown a dimitir antes de esas elecciones para evitarle al laborismo una mayor catástrofe.

"Salir a luchar"

Mientras tanto, los ministros de Gordon Brown tratan de convencer a sus correligionarios de que ese prematuro arrojar la toalla y de que hay que mostrarse por el contrario combativos frente a los "tories".

Así, en declaraciones que publica este domingo el dominical The Observer, el ministro de Finanzas, Alistair Darling, insta a sus correligionarios a "salir a luchar" tras describir al Partido Laborista como un equipo de fútbol "que ha perdido la voluntad de vivir".

Por su parte, el ministro de Energía, Ed Miliband, y el de Gales, Peter Hain, aprovecharán la conferencia, según se ha anunciado, para pedirles a los militantes que adviertan a los ciudadanos de lo que está en juego si los conservadores ganan las próximas elecciones.

En su discurso ante el congreso, Hain acusará a sus correligionarios de comportarse como si el triunfo conservador fuese poco menos que inevitable y argumentará que se trata de convencer a los votantes de que deben de sustituir la pregunta de ¿estamos hartos del laborismo? por la de ¿nos fiamos realmente de los conservadores?.

Ed Miliband, encargado de coordinar el manifiesto laborista para las elecciones generales, pedirá por su parte a los delegados, según adelantan sus colaboradores, que den muestras de "valentía" en el difícil contexto actual de crisis económica y política.

Brown, representante de las "clases medias"

Mientras tanto, en una entrevista con el dominical News of the World, el propio Gordon Brown afirma su compromiso legal de reducir a la mitad la deuda pública de aquí a 2015.

El líder laborista afirma que es capaz de controlar la economía sin llevar a cabo recortes presupuestarios masivos como los que, según los laboristas, acometerán los conservadores si llegan al poder.

Además de comprometerse solemnemente a reducir el actual déficit de 175.000 millones de libras (192.500 millones de euros), Brown afirma que su partido protegerá los servicios esenciales y seguirá invirtiendo en la creación de empleo.

En declaraciones a otro dominical conservador, The Sunday Telegraph, Brown asegura que quiere ser el representante de los intereses de las "clases medias" del país, "estrujadas" por la recesión económica.