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Obama, "preparado y listo para marchar" en la defensa de su reforma sanitaria

  • Obama incia el curso político con ganas en un mitin sindical
  • Anuncia su compromiso con la opción pública en la reforma sanitaria
  • Advierte que el debate tiene que terminar y es hora de actuar
  • El presidente de EE.UU. quiere la reforma lista para este año
  • El "Yes, We Can" da paso al "Fired up, ready to go"

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El conflicto de Afganistán es uno de los frentes abiertos para Barack Obama a la vuelta de vacaciones

Se ve que tenía ganas de volver e hincarle el diente. Obama ha iniciado el curso político en un picnic sindical en Cincinnati, Ohio. Sin corbata ni chaqueta, pero rebosando energía. El mejor Obama de la campaña electoral se ha desgañitado ante un público entregado para defender su programa. En particular, la reforma sanitaria.

No ha querido entrar en detalles -los deja para el discurso del próximo miércoles- pero mantiene sin ambages su compromiso con la opción pública: la cobertura sanitaria gestionada por el Estado, en directa competencia con la empresa privada. 

Un sistema bueno para las compañías y los americanos

Obama apuesta por aprobar este mismo año una reforma que sirva para los que tiene seguro médico y los que no. Una reforma que dé estabilidad y seguridad a todos los americanos. También a los 47 millones que carecen de cobertura médica. Una reforma que abarate los costes disparados del sistema, el 16% del PIB, el doble de lo que dedicamos en Europa. Un reforma que impida a las empresas rechazar a una persona por su historial médico.

Obama ha salido al paso de las múltiples críticas que ha recibido este mes agosto, que le acusan de parálisis, falta de iniciativa y división en su propio partido. El Presidente ha señalado que es bueno el debate que hay en el Congreso sobre la reforma, pero que "todo debate debe terminar en algún momento; llegada la hora, hay que decidir y actuar". No se ha quedado ahí: pide a la oposición que deje de decir mentiras y asustar a la gente. Les reprocha que su respuesta sea no hacer nada.

Fired up and ready to go

Obama ha estrenado grito de guerra para un otoño que se anuncia caliente: "fired up, ready to go", que se podría traducir como "preparado y listo para marchar". Una expresión que aprendió en la campaña en un pequeño pueblo de Carolina, a hora y media de cualquier otro sitio, calado hasta los huesos -de ahí el fire up, el "calíentanos" que le gritaba una señora. Una larga historia en la que también ha desvelado que el New York Times es su periódico favorito.

El público ha enloquecido y ha coreado al Presidente sin descanso. También con el "yes we can" que dio la vuelta al mundo. Un mitin del sindicato mayoritario, AFL-CIO, en el Día del Trabajo, que en Estados Unidos se celebra el primer lunes de septiembre, en lugar del primero de mayo. Obama ha cortejado a los trabajadores, la "espina dorsal" del país. Les ha asegurado que los sindicatos han ayudado a crear la clase media de esta nación y que todos los americanos deben algo a los sindicatos, aunque no estén afiliados.

En camino a la recuperación

En su Rodiezmo particular, Obama ha insistido en que la economía va en la dirección correcta, camino de la recuperación. "No dejéis que nadie os diga lo contrario". Ha esgrimido que hay "signos de vida" en el sector del automóvil y que la producción industrial se estabiliza. En el punto más sensible, el paro, ha subrayado que el empleo destruido en agosto -216.000- es la menor cifra de los últimos doce meses.

Y también ha vuelto a arremeter contra los responsables de "llevarnos al borde del colapso y la Gran Depresión. Acusa a Wall Street y sus grupos de presión de tener amnesia selectiva. Y vuelve a defender la responsabilidad y el esfuerzo para salir adelante. Como en el discurso que dará mañana a los escolares. "Es el mensaje correcto", ha dicho.