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Al menos 90 muertos en Afganistán tras un bombardeo de la OTAN

  • Según el gobernador de Kunduz la mitad de los muertos son civiles
  • El Ejército alemán habla de 56 insurgentes muertos en este ataque militar
  • El Ministerio de Defensa alemán dice que "presumiblemente" no hay víctimas civiles
  • Los insurgentes robaron un camión de combustible y se produjo el bombardeo
  • Un día después de que militares españoles acaben con 13 talibanes en un combate

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Un bombardeo de la OTAN causa centenares de muertos en Afganistán

Al menos 90 personas han muerto este viernes en un bombardeo de las tropas de la OTAN en la provincia afgana de Kunduz, situada al norte de Afganistán. 

Según el gobernador provincial, la mitad de las víctimas mortales son civiles. Las fuerzas de la OTAN, que hablan de un "gran número de insurgentes muertos" (56 según el ejército alemán), investigan ahora si hay muertos civiles en este ataque. 

La zona de Kunduz es patrullada principalmente por el contingente alemán de la OTAN. El portavoz del ministerio de Defensa alemán ha señalado que "presumiblemente" no ha habido víctimas civiles en el ataque. 

El ataque se produjo cuando los talibanes distribuían entre la población local el combustible de dos camiones que habían robado horas antes, según ha afirmado el gobernador, Mohammad Umar. 

El jefe de prensa de la ISAF, el teniente comandante Christine Sidenstricker, ha asegurado que se ordenó el ataque cuando se pensaba que sólo quedaban talibanes en la zona. 

Sólo un día después del enfrentamiento con tropas españolas

Este ataque se produce un día después de que militares españoles acabasen con 13 talibanes en un combate de más de seis horas.  Según ha asegurado la ministra de Defensa, Carme Chacón, el objetivo es que en este tipo de ataques no muera población civil.

Además, ha insistido en que si fuese necesario un aumento de tropas españolas en Afganistán se sometería a la votación del Congreso de los Diputados.

El incidente pone de relieve la creciente inseguridad en el norte del país, una zona que se consideraba segura, pero donde los ataques de los talibanes se han vuelto cada vez más frecuentes. 

Las órdenes emitidas en julio por el comandante de la ISAF, el general Stanley McChrystal, dejan claro que los ataques contra la insurgencia deben ejecutarse bajo la premisa de no poner en riesgo a la población civil.

Según datos de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), en el primer semestre del año han muerto 1.013 civiles en el país víctimas del conflicto, lo que supone un aumento del 24% respecto al mismo período del año anterior. 

De ellos, 595 personas fueron asesinadas por las fuerzas insurgentes, y 310, a causa de ataques de las tropas regulares e internacionales, sin que fuera posible determinar una responsabilidad por el resto de los fallecimientos. Esta semana, el jefe de las tropas internacionales en el país, el general Stanley McChrystal, había apostado por revisar la estrategia en Afganistán y dar prioridad a la protección de la población civil frente a los insurgentes talibanes.