Enlaces accesibilidad

El Supremo anula la sentencia de 83 años de cárcel al condenado por violar y asesinar a dos policías

  • El Alto Tribunal señala que debe ser un jurado popular el que juzgue el caso
  • La Audiencia Nacional dictó la sentencia el pasado mes de septiembre
  • Los hechos ocurrieron en octubre de 2004, durante un permiso penitenciario
  • Se le consideró culpable de 2 asesinatos, una agresión sexual, incendio y robo
  • Las dos agentes eran policías en prácticas en Hospitalet de Llobregat

Enlaces relacionados

Por
El Tribunal Supremo anula la condena del hombre que violó y asesinó a dos mujeres policías en l'Hospitalet de Llobregat

El Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de 83 años de cárcel para Pedro Jiménez, condenado por violar y matar a dos policías nacionales, porque considera que debe ser un jurado popular el que juzgue el caso, según ha informado RNE.

La Audiencia de Barcelona condenó el pasado mes de septiembre a Pedro Jiménez por el asesinato de estas dos agentes en Hospitalet de Llobregat. Ocurrió cuando Jiménez  disfrutaba de un permiso penitenciario en octubre de 2004. 

Se le consideró culpable de dos asesinatos, una agresión sexual, violación de domicilio, incendio, robo con violencia, robo con fuerza y profanación de cadáver, delitos por los que la Fiscalía solicitaba una pena de 102 años y 11 meses de prisión

Debido a este fallo del TS, la Audiencia ha decretado el fin de la prisión provisional para Jiménez por estos delitos, pero el acusado seguirá encarcelado por otros delitos.

Los hechos ocurrieron el 5 de octubre de 2004, cuando el acusado tomó el Metro en Barcelona y sobre las 06.00 de la mañana se bajó en la estación de Bellvitge, en L'Hospitalet. Dos horas después, vio a Silvia N., una agente de Policía en prácticas de 28 años que se dirigía a su domicilio, en la Rambla Marina, tras pasar la noche de servicio en la comisaría de Castelldefels (Barcelona).

Las dos policías aparecieron muertas a puñaladas y con signos de haber sido víctimas de abusos sexuales. Eran dos agentes en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía, Aurora R.G. y Silvia N.G., ambas procedían de León y compartían un piso en el barrio de Bellvitge de L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona) donde ocurrió el crimen y que después fue incendiado.