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Análisis: El 2009 traerá la recesión y otro millón de parados

  • Los expertos aseguran que la recesión es inevitable
  • Aumentarán el déficit público y el paro
  • A cambio, bajarán las hipotecas y los precios

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En el nueve del nuevo siglo reina ya el rey de bastos. Todas las predicciones económicas apuntan que la recesión económica se acentuará a lo largo de todo 2009 y que se producirá una sangría de empleo que llevará al paro a cerca de un millón de personas más.

Un año en el que, evaporado el superávit de los dos últimos, se disparará el déficit por los menores ingresos de las Administraciones Públicas y por el aumento del gasto destinado a prestaciones por desempleo.

Y todo ello con el trasfondo de una caída del consumo de los hogares, que se calcula en torno a un 2%, y que amenazará con retroalimentar la crisis y contribuir a acentuar el descenso de actividad del aparato productivo, como ocurre ahora en el sector del automóvil y otros bienes de consumo.

Constructoras e inmobiliarias seguirán bajo mínimos. El precio de la vivienda caerá un 20%, según el FMI. La construcción, según los analistas, experimentará en 2009 una caída de actividad de entre el 11 y el 17%, y el inicio de nuevas viviendas caerá a niveles de los años sesenta, con un "stock" que podría superar el millón de unidades.

De otro lado, la morosidad entre los promotores de viviendas se ha multiplicado por 14 en el último año y las entidades financieras afrontan 2009 con créditos del sector de dudoso cobro por importe cercano a los 50.000 millones de euros. Como contrapunto positivo la inflación y los tipos de interés descenderán por debajo del 2%, para alivio de los hogares hipotecados.

La pregunta recurrente de expertos y analistas es hasta que punto y hasta cuando se contraerá la actividad económica, y un hecho que marca tendencia: las previsiones se revisan desde hace meses, a peor, y siempre la última es más pesimista que la precedente. Como muestra las sucesivas predicciones sobre el Producto Interior Bruto para 2009. En abril, el Gobierno mantenía el 2,3% de incremento, que rebajó a un 1% en julio y volverá a rebajar en la revisión del cuadro macroeconómico, el próximo día 26.

El Fondo Monetario Internacional también ha oscurecido sus propias proyecciones sobre la economía española para 2009, desde un incremento del 2,7% (enero), al 1,8% (Abril) y al 1,2% (julio), a retrocesos del -0,2% (octubre), -0,7% (Noviembre) y ahora -1%. Pero otras predicciones pintan mucho peor. La de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) eleva el retroceso del PIB hasta un 1,5%, mientras que los bancos de inversión UBS y Goldman Sachs lo aumentan al 1,6 y al 2,3%, respectivamente.

Ensalada de cifras para sostener que el escenario pasa de tormenta a temporal y que no tiene fecha de caducidad (se estiman entre cuatro y ocho trimestres consecutivos en negativo para España).

Así, la "L" sustituye a la "U". O, en cristiano,: si la "U" era recesión, cierto estancamiento y nuevo repunte, la "L" cuenta sólo con caída y estancamiento, con puntos suspensivos, lo dicho, sin fecha, por ahora, de caducidad.

Mucho más paro

El empleo será la principal víctima. La tasa de paro aumentará desde el 11,3% actual a acercarse o sobrepasar el 16%,hasta cuatro millones de parados.

Cerca de un millón de nuevos parados que elevarán el gasto en prestaciones por desempleo por encima de los 30.000 millones de euros, 10.800 millones más de lo previsto en los Presupuestos, lo que contribuirá a aumentar el déficit hasta una horquilla del 4,3%-5%, muy lejos del superávit del 2,2% de 2007 que exhibía con orgullo Pedro Solbes.

Las previsiones de los expertos señalan que la inflación descenderá sensiblemente por debajo del 2% (incluso al 1,5%) en la primera parte el año, y repuntará ligeramente en el segundo semestre, cuando descienda el diferencial de los precios del crudo que sobrepasaron los 140 dólares a mediados de 2008.

Para 2009 se prevé que el crudo brent, de referencia en Europa, cotice en una horquilla de 50-70 dólares/barril, a pesar de que la Agencia Internacional de la Energía cuenta con un repunte de la demanda frente al ligero descenso que ha registrado en 2008.

Si parece que el petróleo no tendrá grandes subidas por el previsto descenso de la producción industrial y del comercio mundial, por las mismas razones es previsible que las materias primas sigan su senda a la baja, todo lo contrario de las tarifas eléctricas que subirán en España una media del 3,6%, muy por encima del los salarios y de la inflación.

Hogares hipotecados y empresas endeudadas se beneficiarán de nuevos descensos del precio del dinero, ahora en el 2,5%, y que algunos analistas sitúan a mitad de 2009 en el 1,5, incluso en el 1%, mientras que el referente hipotecario, el euribor tenderá a reducir su actual diferencial con el precio oficial del dinero.

La evolución de los mercados financieros dependerá de la efectividad que tengan las medidas "de rescate" de las economías que se han anunciado a ambos lados del Atlántico. Las bolsas atravesarán momentos de gran volatilidad, y para el IBEX y los fondos ligados a la renta variable se apunta una revalorización próxima al 15%, que mitigaría una pequeña parte de las pérdidas de 2008, que ahora superan una media del 40%.

Los analistas coinciden en que las elevadas rentabilidades que ofrecen los bonos o pagarés de empresa (en el entorno del 6,5%) harán atractivos estos productos a los inversores, al menos los de las compañías de gran solvencia. También apuntan a que será un año en el que se incrementarán sustancialmente las fusiones y adquisiciones, que podrían dar alguno que otro momento dulce a la renta variable.

Es difícil vislumbrar una senda de recuperación con EEUU y Alemania en recesión y con el "frenazo" del crecimiento en China y en los países emergentes, y más difícil será si no se activa el consumo en EEUU.

Y entre tanta tribulación conviene recordar las palabras de Robert J. Aumann, Nobel de Economía por su aportación a la 'Teoría de los Juegos', que afirmó que lo importante ante la crisis es "no sentir pánico" y que la base de la economía es "firme y sana", aunque agregó, no se sabe si críptico o irónico "que los consumidores sigan invirtiendo, ya que mañana no sabemos si estaremos para hacerlo".