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EE.UU. y Chequia firman un acuerdo para instalar un radar del escudo antimisiles en suelo checo

  • El dispositivo formará parte del sistema que se pretende desplegar en Europa central
  • La firma se produce una semana después del fracaso de las conversaciones con Polonia
  • Rusia ha criticado la decisión, al considerar que el escudo antimisiles amenaza su seguridad

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Acuerdo para frenar la amenaza iraní

La República Checa y Estados Unidos han suscrito en Praga un acuerdo para la instalación de un radar que formará parte del sistema antimisiles que Washington quiere construir en Europa central, pese a la oposición de Rusia, que considera amenazado su territorio.

El documento, que deberá ser ratificado por las dos cámaras que componen el Parlamento checo, ha sido suscrito por la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, y por su homólogo checo, Karel Schwarzenberg.

"Es un acuerdo histórico para los aliados, que afrontan una amenaza común", ha asegurado Rice tras la firma del acuerdo en la sala de honor del Palacio Cernin. "Este acuerdo para la defensa antimisiles es significativo para el bloque, no solo para la seguridad de Estados Unidos y la República Checa, sino para la seguridad de la OTAN y, en último término, de la comunidad internacional", ha resaltado.

Detección de misiles

El denominado escudo antimisiles consiste en un sistema de radares combinado con una serie de bases de lanzamiento de misiles, que permitirán, según Estados Unidos, interceptar cualquier posible proyectil procedente de los países que integran lo que Washington llama el eje del mal, como Irán.

Está previsto que el radar checo se combine con diez misiles interceptores que se pretende situar en territorio polaco, aunque el Gobierno estadounidense todavía no ha alcanzado un acuerdo con Polonia, e incluso se plantea la vecina Lituania como emplazamiento alternativo.

El acuerdo entre Praga y Washington está acompañado de otro sobre cooperación defensiva en materia de ciencia e investigación, que facilitará que las empresas checas participen como subcontratistas y suministradores durante la construcción del dispositivo. Sin embargo, ambos países no han concluido aún las negociaciones sobre el acuerdo SOFA (Status of Forces Agreement), que regula el estatus y jurisdicción penal y fiscal del contingente que operará el radar.

Critícas rusas

Rusia, que se ha opuesto desde el primer momento al escudo antimisiles como una amenaza contra su propia seguridad, ha criticado el acuerdo alcanzado en Praga: "Desde nuestro punto de vista, no aporta nada a la seguridad del continente europeo. Es más, complica los problemas de seguridad a escala mundial", ha señalado el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso a través de la agencia Interfax.

El enviado del Ministerio ruso de Defensa para las cuestiones del radar, el general Jevgenij Budinskij, ha abundado en Praga que Moscú sigue percibiendo el escudo como una amenaza y que su país pone en duda las razones que llevan a su establecimiento.

"Somos por supuesto gente razonable, y no tenemos en mente bombardear a nadie", ha señalado Budinskij durante una conferencia organizada por el Partido Socialista Checo. Según el general, Irán carece de misiles con suficiente alcance, pese a haber intentado obtenerlos para atacar a Israel, aunque "no lo ha conseguido".

En cuanto a los checos, los sondeos han mostrado en varias ocasiones que dos tercios están en contra del proyecto.