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La ESA apoyará a la NASA en el aterrizaje sobre Marte de 'Phoenix'

  • Será la primera vez en la historia en la que la ESA preste ayuda a la NASA
  • Se pretende evitar que la nave se estrelle contra Marte, como ocurrió con Mars Polar Lander
  • Se utilizarán antenas de espacio profundo situadas en España y Australia

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La sonda Phoenix aterrizará sobre Marte el próximo 25 de mayo.
La sonda Phoenix aterrizará sobre Marte el próximo 25 de mayo.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ayudará, por primera vez en la historia espacial, a la NASA en el aterrizaje de la sonda espacial 'Phoenix' sobre Marte el próximo 25 de mayo, ha informado el organismo espacial.

Por su parte, el director de la División de Misiones del sistema solar y planetario de la ESA, Paolo Ferri, ha dicho que, desde enero y hasta el aterrizaje, la ESA "ha ayudado a la NASA en la determinación de la órbita de 'Phoenix' usando las antenas de espacio profundo de las estaciones de España y Australia".

Durante el aterrizaje, la sonda europea 'Mars Express' recibirá la señal de radio de 'Phoenix' y la transmitirá a la Tierra: primero llegará al Centro de Operaciones Espaciales Europeas (ESOC, en inglés) de la ESA -emplazado en Darmstadt, cerca de Fráncfurt- y después la enviará a la NASA, según Ferri.

'Phoenix' descenderá el domingo 25 de mayo a las 23.53 horas GMT (01.53 horas del lunes en la España peninsular) sobre una zona del Polo Norte de Marte para recoger muestras de hielo y determinar la existencia de material orgánico.

Evitar otro fracaso

Con la ayuda de Europa, la NASA quiere evitar el fracaso de la misión 'Phoenix' y que la nave se estrelle con la superficie de Marte, como ocurrió hace nueve años con la sonda 'Mars Polar Lander', ya que en la fase de maniobra se perdió la comunicación con la nave.

Actualmente, la NASA tiene sobre Marte las sondas 'Mars Reconnaissance Orbiter' y 'Mars Odyssey' y la ESA cuenta con 'Mars Express', a 300 kilómetros sobre la superficie del Planeta Rojo.

Los tres orbitadores marcianos seguirán a 'Phoenix' durante la compleja maniobra de aterrizaje para que así la sonda estadounidense reduzca su velocidad de unos 20.000 kilómetros por hora a tan sólo unos ocho kilómetros por hora.