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Tenis | Open de Australia

Murray supera a Federer para llegar a la final del Abierto de Australia

  • El británico gana una gran semifinal por 6-4, 6-7(5), 6-3, 6-7(2) y 6-2
  • Necesita 4 horas para su primera victoria de Grand Slam sobre el suizo
  • El domingo jugará la final contra Djokovic, verdugo de Ferrer
  • Sigue el Open de Australia 2013 en RTVE.es

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Andy Murray celebra su victoria sobre Roger Federer en la semifinal del Abierto de Australia
Andy Murray celebra su victoria sobre Roger Federer en la semifinal del Abierto de Australia

El británico Andy Murray, tercer favorito, se ha convertido este viernes en el segundo finalista del Abierto de Australia tras vencer al suizo Roger Federer en una semifinal muy igualada que llegó hasta las cuatro horas justas para dejar un marcador de 6-4, 6-7(5), 6-3, 6-7(2) y 6-2. [Sigue el Open de Australia 2013 en RTVE.es].

Ambos tenistas se plantaron sobre la pista central de Melbourne dispuestos a deleitar al público con un espectáculo digno del nombre del lugar, 'Rod Laver Arena', el que tomó del mítico tenista australiano y que este viernes disfrutó desde la grada con el duelo de titanes protagonizado por dos aspirantes a una final en la que ya espera el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, que arrolló el jueves a David Ferrer camino de convertirse en el primer tenista de la 'era Open' en conseguir tres ediciones seguidas el primer Grand Slam del año.

Los aspirantes no decepcionaron a la audiencia y han ofrecido un recital del mejor tenis que se puede ver en el circuito profesional, añadiendo la emoción de la incertidumbre del resultado hasta el quinto set en el que Federer acusó el esfuerzo empleado en ganar el cuarto en el que se habían sucedido las roturas de servicio por ambos lados de la pista.

Comienzo espectacular

En el primer juego se pudo disfrutar con un largo intercambio de 28 golpes que provocó en Federer un error no forzado cuando buscaba una bola ganadora en la línea. Fue la primera oportunidad para el británico para romperle el servicio, el suizo se sobrepuso y ganó su saque pero no lo pudo mantener en el tercer juego, a la quinta oportunidad fue la vencida para Murray que consiguió su primer 'break' y el desasosiego para el 'caballero de la blanca cruz' (2-1).

El escocés sacó para consolidar su ventaja con buenos servicios, llegando hasta el 40-0, pero el suizo desplegó sobre el cemento australiano su magistral repertorio de golpes para que Murray necesitara cuatro ventajas para ganar el juego.

La pelea se presentaba muy dura, el tercer favorito amenazaba al maestro y le buscaba las cosquillas en su revés que Federer aceptó con gusto y con su exquisita ejecución a una mano se las devolvía buscando ángulos ganadores.

En el séptimo juego el británico volvió a poner contra las cuerdas al suizo pero este sacó su mejor clase para desbaratar dos oportunidades de 'break', un remate de espaldas antológico, casi ganador, cuando el británico intentaba pasarle con un ajustado globo provocó el aplauso agradecido del respetable.

Murray llega a todo, la velocidad de sus piernas alcanzan revoluciones que invalidan la profundidad, cambios de velocidad y angulación de las bolas de su rival. La solidez de su saque le llevan a tener sus dos primeras bolas de set, con un saquetazo le bastó al de las 'Tierras Altas' para anotarse el primero en 45 minutos por 6-4.

Uno para ti otro para mí

En el segundo parcial ambos tenistas comenzaron defendiendo sus servicios, pero el suizo mostraba debilidades: sus dos primeras dobles faltas, una por juego, eran fruto de la necesidad de búsqueda del riesgo para superar a su rival mientras que este seguía sumando 'aces' llegando a 7.

Federer incrementó su cuenta de errores superando a Murray, los 31 años pesan más que los 25, la excelencia en la ejecución de los golpes del número dos no son suficientes para superar el ímpetu del número tres, que ya le mojó la oreja en la final por el oro de Londres 2012 en Wimbledon, vengándose de la del Grand Slam que había perdido poco antes en el mismo escenario

El set fue desarrollándose con igualdad en el marcador hasta llegar al juego del desempate, aunque el de Basilea tenía que sufrir más mientras que el de Dunblane solventaba sus juegos gracias a la mejoría que viene desarrollando desde el año anterior en su saque .

En el 'tie-break' el británico cambió su patrón de juego, la presión le pudo y el primer servicio, que hasta entonces le estaba asegurando la ventaja, no le entró y fue por detrás del suizo que consiguió sus primeros 'breaks', aunque minis, que le situaron 4-1 por delante.

Murray intentó sobreponerse pero solo llegó hasta el empate a cinco, insuficiente porque a Federer no le tembló la raqueta para cerrar el set en los dos siguientes puntos y empatar el partido ganando el segundo parcial en 58 minutos, 7-6(5).

Un 'descanso' de 36 minutos

La tercera manga llegaba con el primer set perdido por Murray en el torneo por lo que salió del descanso decicido a no ceder ni uno más aunque las fuerzas no flaqueaban en las piernas de ninguno de los titanes. En el sexto juego llegó la oportunidad de la rotura para el pupilo de Ivan Lendl, no la desaprovechó y con ese 4-2 y la efectividad de su decimosexto saque directo se apuntó el británico el tercer set en 36 minutos, 6-3.

Nadie tira la toalla

En el cuarto set desaparecieron las toallas para que nadie pudiera arrojarlas, el escocés quería borrar fantasmas de su particular guerra con el suizo, Murray es de los pocos jugadores que tiene un porcentaje favorable ante el mejor de todos los tiempos (10-9), pero jamás ha logrado vencerle en ningún torneo de Grand Slam, derrotado en la final del Abierto de EE.UU. en 2008, y en las del Abierto de Australia en 2010 y Wimbledon el año pasado, apretó los dientes para marcar un nuevo hito en su historial.

Tuvo que morder con mucha fuerza para contrarrestar la rotura que Federer le hizo en el cuarto juego, 3-1, y que consiguió devolverle en el séptimo. El juego de ambos continuó siendo magistral, una clase de tenis para los aficionados.

En el undécimo llegó otro break para Murray, 6-5, que le aseguraba el desempate. Sacó para ganar el partido pero le tembló el brazo y de nuevo Federer empató. La tensión llegaba al máximo.

El campeón olímpico se enfrentaba al octavo tie-break de su carrera ante el subcampeón, la cuenta era favorable para Federer (6-1 incluido el del segundo set) y de nuevo Murray se lo jugó sin primer saque y de nuevo el de la blanca cruz ganó el desempate por 7-2 y el set en 71 minutos, 7-6(2).

La batalla definitiva

En la previa de este duelo, el escocés describió el nuevo desafío como un auténtico test de moral. "Cuando te prueban de esa forma, tienes que creer más en ti mismo y jugar tu mejor tenis. Creo que he hecho un buen trabajo en este torneo. Y no puedo sentirme mal después de alcanzar las semifinales de un grande sin ceder un solo set. Sería estúpido", puntualizó.

Federer, ganador de 17 títulos del Grand Slam y dispuesto a convertirse en el primer hombre en ganar cinco veces en Melbourne en la Era Open, disfruta aún de estos desafíos.

"Siempre disfruto de duelos contra él porque siempre son muy tácticos. Te hace dudar y jugar de forma muy diferente que contra el resto de adversarios", dijo el suizo de 31 años, que ha tenido las suficientes fuerzas y agallas para apartar de su camino al francés Jo-Wilfried Tsonga en cinco sets en cuartos de final.

Así llegaban a la eliminatoria y así lo demostraron durante las tres horas y media de los cuatro primeros sets. Al definitivo llegaron con las mismas posibilidades de ganarlo pero Murray inclinó la balanza hacia su lado en la primera oportunidad que tuvo. Sus fuerzas fueron superiores, le rompió el servicio en el segundo juego y tomó una ventaja considerable, 3-0.

Federer pagó el esfuerzo que hizo para ganar el cuarto set y no pudo aguantar la firme decisión de Murray de ganarle para citarse con el número uno en la final del próximo domingo después de haber ventilado al número dos en cuatro horas por 6-4, 6-7(5), 6-3, 6-7(2) y 6-2.

Primera final para Italia

Previa a esta batalla épica se disputó la primera final del torneo en la que las italianas Sara Errani y Roberta Vinci, primeras favoritas, se hicieron con el titulo de campeonas de dobles del Abierto de Australia al derrotar a las australianas Ashleigh Barty y Casey Dellacqua, por 6-3, 3-6 y 6-2.