Enlaces accesibilidad

La nueva China empieza en agosto

El gobierno chino tendrá todo bajo control para hacer el bueno el lema "Un mundo, un sueño"

Desratizarán el país e incluso bombardearán el cielo para que no llueva en la inauguración

Por
China abre sus puertas a occidente
China abre sus puertas a occidente

Una de las medidas que se llevan a cabo en Pekín para preparar la masiva visita de los turistas y deportistas es una campaña de desratización. Resulta curioso, porque precisamente este es el año de la rata, según el calendario chino.

Cuenta la leyenda que cuando Buda, antes de morir, llamó a todos los animales para cederles su sabiduría, el primero en llegar fue la rata. En Occidente, se trata de un animal asociado con la suciedad, pero para los chinos es símbolo de agudeza y reflejos. Es una de las muchas diferencias culturales que asoman ahora que el gigante asiático se convierte por unos días en capital del mundo.

Los Juegos están marcados por una fecha muy simbólica: empezarán el 8/08/2008 a las 8:08 de la tarde. Todo muy redondo entorno a un número que para los chinos simboliza la buena fortuna. Tanto es así, que muchas parejas deciden casar bajo la bendición simbólica de un ocho. Sólo en el 8 de agosto (octavo mes) del año pasado, hubo 3.390 matrimonios en China.

Primer mandamiento: serás hospitalario

Los Juegos son una oportunidad para que China se abra el mundo; por eso, cuidan con mimo la imagen que quieren proyectar. El objetivo principal es que los visitantes se sientan cómodos.

Algo que ya se entrevé en las mascotas: la antorcha Huanhuan, el oso panda Jingjing, El pez Beibe, el antílope Yingying y la golondrina Nini. Cada una de estas mascotas lleva uno de los cinco colores olímpicos y una sílaba de la frase, "Pekín te da la bienvenida"

El logo, un atleta corriendo, va sobre fondo rojo (color con un significado positivo en la cultura china y con un deportista corriendo con los brazos abiertos que presenta la bienvenida a Pekín del que llega de fuera.

Sol a cañonazos

Quieren tenerlo todo controlado, incluido el tiempo. Tanto que han previsto en función de sus necesidades crear lluvia artificial o frenar las precipitaciones. El primer experimento es con la jornada inaugural, que se protegerá de la lluvia provocando unos días antes lluvias a base de cañonazos de yoduro de plata y así agotar las nubes para que no se asomen a eclipsar en un día tan señalado.

Pero además de la lluvia, también preocupa, y mucho, la calidad del aire.  Se han cerrado temporalmente las obras con maquinaria pesada, la quema de rastrojos está prohibida y se han aprobado distintas medidas para reducir el uso del coche.

Cuenta atrás

Los taxistas aprenden palabras sueltas de ingles. Las animadoras del equipo norteamericano New England Patriots llevan semanas enseñando sus bailes a un grupo de jóvenes chinas que harán su papel en estos juegos y en los carteles publicitarios a orillas de las calles se suceden los mensajes olímpicos.

El despliegue es mayúsculo. Han inaugurado nuevas líneas de metro en las que hay cobertura para móviles y zona WiFi y se ha construido la mayor terminal aeroportuaria del mundo, que lleva la firma del archiconocido arquitecto inglés Norman Foster.

Habrá 5.000 traductores que trabajarán en 53 idiomas, entre ellos los 97 mejores alumnos de español de 8 universidades de Pekín, que son tutelados por el Instituto Cervantes de Pekín.

Por primera vez, el Comité Olímpico Internacional ha dado el visto bueno para que, con licencia oficial, se comercialice un videojuego sobre las competiciones deportivas.También por primera vez un material no metálico, el jade chino, formará parte de las medallas que colgarán del cuello de los mejores en cada categoría. 

Incluso han cambiado su lema. El que lucirán las bandera reza: "Un mundo, un sueño" y  fue escogido de entre 210.000 recibidos vía correo electrónico.Sin embargo resulta mucho más revelador el lema con el que China presentó su canddatura al principio: "Nuevo Pekin, Gran Olimpiada". Esa es la verdadera clave: una gran cita que sirva de punto de partida para una nueva China.