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En Estados Unidos, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha dicho que la rebelión militar fue un desafío directo a Vladímir Putin y que ha revelado "grietas" en su liderazgo. La inteligencia estadounidense sabría desde mediados de junio que Prigozhin planeaba una acción armada contra los altos cargos militares del Kremlin. Es lo que aseguran medios como el 'Washington Post' o 'The New York Times'.

Las máquinas excavadoras tapan este domingo las zanjas que el sábado mismo abrieron para frenar el avance del grupo Wagner hacia Moscú. Los carteles de la milicia han desaparecido de las calles en cuestión de horas. Cuando estaban a apenas 200 kilómetros de la capital, llegó el acuerdo con Putin. En la negociación medió Aleksandr Lukashenko, el presidente de Bielorrusia, país que acogerá al jefe de Wagner. Es uno de los puntos acordados. El portavoz del Kremlin ha adelantado que no se presentarán cargos penales contra ningún mercenario y que se integrará en el ejército a los que no participaron directamente en la rebelión. También se ha retirado la orden de detención contra el propio Prigozhin. Entre las últimas reacciones, la del empresario opositor ruso Jodorkovski, que ha lamentado el fracaso de los mercenarios y asegura que habrá más sublevaciones como la del sábado ahora que el régimen, dice, se ha debilitado.

Foto: Vlad Karkov / Zuma Press

Rusia ha cerrado este domingo unas 24 horas frenéticas para el mandato de su líder, Vladimir Putin, al acordar la retirada del grupo de mercenarios Wagner que se dirigían a Moscú, tras sublevarse y tomar las instalaciones militares en la ciudad de Rostov en represalia por supuestos bombardeos rusos a sus posiciones en Ucrania. Foto: EFE/EPA/STRINGER.

Putin ha dirigido Rusia durante casi 24 años. La última década, con mano de hierro. Incluso ha modificado la Constitución para perpetuarse en el poder. Un hombre implacable también con los suyos, o eso parecía.

Los analistas lo definen como un árbitro: Putin se mantiene en el poder mediando entre las élites. Y una sola persona ha roto el equilibrio, se ha rebelado sin más consecuencias que el exilio, algo poco común en Rusia.

En medio de una rebelión sin precedentes, ha emergido una figura: la del presidente bielorruso, de quien se decía que era una marioneta del Kremlin.

Juntos han capeado el momento más delicado al que se ha enfrentado jamás el presidente ruso

FOTO: EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

Para analizar la rebelión militar que Rusia sufrió este sábado, el Canal 24 Horas ha entrevistado a Rafael Calduch, Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense. Según Calduch, es razonable pensar que Prigozhin no tomase una medida como la de avanzar hacia Moscú "sin que previamente no tuviese constancia de que había apoyo en las altas jerarquías militares, de algunos políticos y probablemente algunos oligarcas del extranjero".

Además, para Calduch, el acuerdo bielorruso con Prigozhin "es un cierre en falso. Putin no puede dejar sin castigar esta rebelión de Wagner y de Prigozhin en particular. Está en juego su propia credibilidad y autoridad".

Como conclusión final, el catedrático ha señalado que "Prigozhin constituía la punta del iceberg de un movimiento contra Putin y lo que representa dentro del aparato de Estado de Rusia. No solo es una humillación a título personal, sino también a lo que él representaba de forma de fortaleza del Estado ruso"

La calma ha vuelto a Rostov después de que la madrugada de este domingo los últimos mercenarios Wagner salieran de esta ciudad rusa. Se pone fin así a su rebelión de 24 horas que ha desencadenado la crisis interna más grave que ha sufrido Rusia en las últimas décadas. La mediación de Bielorrusia ha sido clave para cerrarla sin derramamiento de sangre.

FOTO: Soldados del grupo mercenario privado Wagner salen del cuartel general de Rostov del Don para regresar a sus bases. REUTERS

El jefe del grupo de mercenarios Wagner ha ordena a sus tropas detener el avance hacia Moscú y que vuelvan a sus bases. El objetivo asegura es evitar un derramamiento de sangre rusa. Ha sido tras una negociación con el Kremlin en la que ha mediado el presidente bielorruso. Los mercenarios de Wagner, llegados desde el Donbás, han penetrado en territorio ruso controlando la ciudad de Rostov, cerca de la frontera con Ucrania. Desde ahí han avanzado en dirección a Moscú. Cuando estaban a solo 200 km el jefe de los Wagner ha ordenado dar marcha atrás.

FOTO: Miembros del grupo Wagner patrullan en un tanque por las calles de la ciudad rusa de Rostov. STRINGER / AFP

El líder del grupo de mercenarios Wagner ha pasado de preparar estrategias militares en Ucrania, a lanzar un desafío al Kremlin. El más importante al que se ha enfrentado Vladímir Putin en los últimos años. La lealtad de las fuerzas militares rusas al presidente del país es, según los expertos, clave para el desenlace de la crisis. Y con su jugada, Prigozhin ha obligado al entorno de Putin y a la cúpula militar a posicionarse. Queda por saber qué apoyos tiene el jefe de mercenarios de Wagner, tanto entre sus hombres como en las élites del país. El grupo interno más cercano a Putin lo forman varios miembros de los servicios secretos, la presidenta del Consejo de la Federación, o el ministro de exteriores. En las últimas horas ha recibido el apoyo de varios diputados nacionales y regionales, el patriarca de la iglesia ortodoxa, el líder checheno Kadírov y algunos oligarcas.

Foto: Reuters

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado de "traición" la sublevación del grupo Wagner por la que este sábado ha tomado las instituciones militares de la ciudad rusa de Rostov y ha dicho que será castigado. Sus palabras no han amedrentado al líder del grupo, Yevgueni Prigozhin, que ha asegurado que no se entregará y sigue camino a Moscú. Ante ello, el Kremlin ha tomado medidas antiterroristas para reforzar la seguridad en de la capital, así como de las ciudades rusas fornterizas. Estados Unidos y los aliados europeos han dicho, por su parte, que están "monitoreando" la crisis. Foto: Gavriil Grigorov, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP.

Todavía es pronto para entender el movimiento de Prigozhin retando por primera vez a Putin, o al menos obligándole a mover fichas sobre el tablero interior y exterior: la guerra de Ucrania.

Desde que empezó la invasión, el Kremlin esta vez no ha podido controlar la información que han recibido los ciudadanos. No ha podido impedir que se sepa lo que ocurre. Las redes sociales han mostrado tanques en las calles y ha escuchado las declaraciones contra la guerra realizadas por Prigozhin.

El jefe de mercenarios de Wagner ha jugado durante meses un papel vital en la campaña militar. Para muchos rusos era un ídolo nacional que ahora critica al Kremlin.

En el exterior todas las capitales siguen con interés lo que ocurre en Rusia y si Putin puede quedar muy debilitado.

Entre los expertos hay acuerdo en que el movimiento de Prigozhin puede ayudar a esclarecer con qué apoyo real cuenta Putin entre las élites de su país.

FOTO: EFE/EPA/STRINGER