Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Carlos Fenoy, Presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, ha dicho en Las mañanas de RNE que el confinamiento de los ocho municipios de la zona hasta el 10 de enero es una mala noticia porque afecta a la actividad económica, pero que es necesaria.

La tasa de incidencia es de hasta 2.000 casos por cada 100.000 habitantes. En Andalucía es de 141. "Las cifras son esas y hay que tomar alguna medida para evitar que se propague esa enfermedad. No queda más que volvernos a resignar a este confinamiento local", opina.

El preacuerdo de España y Reino Unido ha sido bien acogido por los trabajadores. "Lo único que queda mucho por saber, no sabemos prácticamente nada", ha dicho. Cree que el acuerdo definitivo debería incluir regulaciones medioambientales y fiscales. "Hay cuatro distintos, y el más perjudicial es el español. Se desincentivan inveriones que puedan hacerse aquí", ha explicado.

Una de las fronteras invisibles del 'Brexit' es la que divide en dos la isla de Irlanda. Porque a pesar del divorcio, el territorio británico de Irlanda del Norte sigue hoy en el mercado común europeo. Muchos dicen allí que el 'Brexit' en lugar de separarles les ha acercado más.

El mar es ahora la frontera de Europa, y no la ría. Gracias al acuerdo que ha negociado Dublín. En Irlanda del Norte, a pesar de pertenecer a Reino Unido se declaran europeos. Por los acuerdos de paz todo norirlandés puede elegir nacionalidad británica, irlandesa, o ambas, y el gobierno irlandés les ha prometido pagar el programa Erasmus del que el gobierno británico ha salido.

Los católicos de Irlanda del Norte y los protestantes moderados, están convencidos de que son los ganadores en el acuerdo post-Brexit. Es la paradoja del Brexit. Ganó en nombre de la soberanía británica, pero en Escocia y en Irlanda del Norte, a la mayoría les parece más ventajoso ser europeo que británico.

Las empresas europeas tendrán a partir de ahora un trato más justo en China. Accederán a su mercado en condiciones similares a las que las chinas tienen en Europa. Las compañías europeas ya no estarán obligadas a tener socios chinos ni a compartir su tecnología con ellos. Mientras, el gigante asiático se compromete además a ser más transparente con subvenciones y ayudas.

El llamado 'Acuerdo de inversiones' entre Bruselas y Pekín llega tras 7 años de conversaciones, que se han acelerado en las últimas semanas. Sobre todo, después del compromiso chino de ratificar las convenciones de la Organización Internacional de Trabajo. Entre ellas, la que condena los trabajos forzosos, una de las principales preocupaciones de la Unión Europea.

El acuerdo, que tiene que ratificarse en un parlamento europeo con dudas sobre el respeto a los derechos humanos en China, genera también algunas reticencias en la entrante administración Biden en EE.UU. El acuerdo podría suponer el primer choque con la nueva Administración Biden en Estados Unidos a poco más de 20 días de que tome posesión.

Foto: EFE. 

Para no reabrir la cicatriz con controles en la isla, Irlanda del Norte seguirá en el mercado único europeo. Y la frontera estará dentro del Reino Unido, entre la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Precisamente este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han firmado en nombre de la Unión Europea (UE) los tres tratados que regularán a partir del 1 de enero la relación comercial con el Reino Unido tras el Brexit. Los documentos han sido enviados en un avión del ejército británico a Londres para que también sean rubricados a lo largo del día por el primer ministro británico, Boris Johnson.

El mayor riesgo estará ahora en controlar los productos alimentarios, si en el futuro Gran Bretaña rebaja la normativa respecto a la europea, dice el presidente de la Cámara de Comercio de Newry, en Irlanda del Norte.

En la isla de Irlanda la opinión mayoritaria es que se ha evitado lo peor, pero que la solución es compleja. Foto: Paul Faith/AFP

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente chino Xi Jinping, han sellado un gran acuerdo de inversiones que llevaban negociando casi siete años después de que China haya aceptado las exigencias europeas sobre los derechos laborales, las garantías medioambientales y la igualdad de competencias entre empresas. El acuerdo supone que las empresas europeas que operan en el gigante asiático tendrán acceso a más sectores y viceversa. Pekín busca acercarse a Bruselas a la vista de que la administración Biden no va a dar un giro de 180 grados a la relación de Estados Unidos con China. Lo acordado hoy no entrará en vigor hasta dentro de unos meses porque aún debe ser aprobado por los 27 estados miembros y por la Eurocámara.

Los países de la Unión Europea han comenzado la vacunación del coronavirus al unísono después de la distribución de las primeras dosis. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado "la unidad" en el proceso al garantizar el mismo precio y cantidad de vacunas para todos los Estados miembros. Foto: EFE/Fernando Villar

Hace unos días, millones de usuarios sufrieron las consecuencias de la caída mundial de Google, se quedaron sin acceso al correo electrónico, a reuniones virtuales, y hubo empresas que tuvieron que suspender sus servicios. Esa es la cara B, la cara A es que las grandes tecnológicas, sus servicios, nos han hecho la vida más fácil y han sido una lanzadera para miles de empresas.

Sin embargo, estas compañías están ahora en el punto de mira de la Unión Europea, que quiere regular su poder. Tendrán más obligaciones y responsabilidades, tanto sobre los servicios que ofrecen como sobre sus contenidos. Foto: DENIS CHARLET/AFP