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A Mateusz, de 30 años, todavía le tiemblan las piernas cuando mira en dirección adonde cayeron los restos del misil en Polonia, una zona rural con instalaciones de grano en suelo polaco a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania. "Podía haber sido yo", repite constantemente. Se salvó porque entraba a trabajar en el campo un poco más tarde, pero conocía a las dos víctimas del impacto.

A la zona, totalmente acordonada, solo pueden acceder expertos de Polonia y Estados Unidos, los dos países que investigan lo ocurrido. El presidente polaco se ha visto con el jefe de la CIA. Reino Unido ha ofrecido asistencia y Alemania, patrullas aéreas conjuntas con Polonia. Kiev exige ver el lugar del impacto y no está de acuerdo con la versión que se da como más probable.

Foto: REUTERS/Kacper Pempel

Polonia y la OTAN no creen que Rusia sea responsable del misil caído en territorio polaco, cerca de la frontera con Ucrania, en un incidente en el que anoche fallecieron dos personas. Ucrania no las tiene todas consigo y sigue señalando a Rusia. Entrevista sobre una posible respuesta de la OTAN a un ataque ruso o a un incidente parecido. Analizamos la candidatura presentada por Donald Trump para de nuevo ser el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2024. También de la aparición de Lula en la COP27, de Irán o del ébola en Uganda.

El impacto de un misil en suelo de Polonia, que ha causado dos muertos, y cuyo origen aún está por aclarar, ha hecho sonar todas las alarmas en la OTAN, en los países vecinos a Ucrania y en todo el mundo ante el temor a una escalada.

Los ánimos se han calmado cuando el presidente polaco, Andrej Duda, ha adelantado que lo más probable es que se trate de un misil de la defensa antiaérea ucraniana que ha impactado por error en territorio del país vecino. Por lo tanto, Polonia no invocará el Artículo 4 del Tratado de la OTAN.

La conclusión del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha sido la misma: la información preliminar apunta a un misil antiaéreo ucraniano. Rusia ya había asegurado que el proyectil era ucraniano, mientras Ucrania insistía en acusar a Moscú y en pedir la reacción internacional.

El misil caído en Polonia ha elevado la tensión en la cumbre del G20. Cuando oscurecía en Bali, el ambiente era de cena de gala indonesia e incluso el canciller ruso Lávrov hacía acto de presencia, aunque poco después abandonaba la cumbre. Ya se sabía que algo había ocurrido en Polonia.

A primera hora, Joe Biden se ponía a la altura de la tensión y llamaba a sus aliados más cercanos. Reunía de urgencia al G7 más España y Holanda para informarles de lo que sabía Estados Unidos sobre lo ocurrido.

Foto: Steffen Hebestreit/BPA/Handout via REUTERS

El misil que cayó la noche del martes en Polonia era ucraniano, no lo lanzó Rusia. Es la conclusión a la que han llegado la OTAN, Estados Unidos y la propia Polonia. Creen que, en plena ofensiva rusa, Ucrania desplegó su sistema de defensa antiaérea, el S300, y que uno de estos misiles ucranianos acabó cayendo al otro lado de la frontera, en suelo polaco.

El incidente, sin embargo, ha mantenido al planeta en vilo durante horas. El ritmo ha sido frenético en Bali, donde estaban reunidos los líderes del G20. La OTAN ha acabado de serenar los ánimos, pero no tienen dudas de que Rusia es la responsable de haber llegado a esta situación.

Foto: HANDOUT / POLISH POLICE / AFP

La cumbre del G20 en Bali ha concluido con una declaración de condena rotunda a la guerra de Ucrania y al uso de armas nucleares. Un final de cumbre que se ha visto alterado por la explosión en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania. Allí mismo, en Bali, se reunían de urgencia los líderes del G7 y de la OTAN analizar lo ocurrido. Moscú niega estar detrás y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cree que es "poco probable" que lo haya lanzado el Kremlin, y ha adelantado que el G7 y la OTAN apoyarán la investigación del Gobierno polaco sobre el incidente antes de dar "más pasos".

 
FOTO: El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se ven sentados mientras el presidente de EE. UU., Joe Biden, habla con el presidente de Polonia, Andrzej Duda. FOTO: Reuters.

La explosión en Polonia ha levantado todas las alarmas. Están las investigaciones en marcha para determinar si estamos ante un error de cálculo o un ataque premeditado. El teniente general en la reserva del Ejército de Tierra, Francisco Gan Pampols, ha explicado en Las Mañanas de RNE que “lo más probable es que hayan sido misiles lanzados desde Ucrania y que por un problema han sufrido una desviación y han caído” porque, asegura, “el país ucraniano fabrica el mismo sistema de defensa aérea y antimisiles que el que dispone la Federación de Rusia.” Y que es una actuación aislada sin continuidad y “Rusia ataca a infraestructuras bastante concretas.” Si realmente fuese una agresión, sería motivo para “invocar el Artículo 5. º del Tratado Atlántico, que es el de la defensa mutua,” concluye. Y asegura que habrá noticias fiables sobre qué ha pasado en 48 horas.

Ayer Donald Trump anunció su vuelta a la carrera por la presidencia y se presentará como candidato electo para 2024. Carlota García Encina, investigadora principal de Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano, ha explicado en Las Mañanas de RNE que la campaña del expresidente está enfocada a mostrar la supuesta debilidad de Joe Biden, pero cree que la marca Trump se encuentra "quemada" y que el partido republicano está erosionando: "Ahora mismo es más impopular que Biden", ha señalado. García Encina destaca también que los republicanos están perdiendo el apoyo de los medios, como es el caso de los que pertenecen a Rupert Murdoch, y duda que en 2024 sea capaz de remontar el resultado que tuvo en 2020, cuando perdió por 7,5 millones de votos.

La caída del muro de Berlín, hace 33 años, marcó el final de la Guerra Fría y el derrumbe del bloque comunista. Más de tres décadas después, varios países europeos otra vez levantan o planean nuevos muros ante la amenaza rusa. A un lado Polonia y al otro, Kaliningrado, un pedazo de tierra rusa rodeada de países europeos. Los que levantan la alambrada son los polacos, se sienten amenazados porque Putin ha autorizado que aterricen en su territorio vuelos procedentes de Oriente Medio y del Norte de África.

Foto: TVE