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Zhang Zhan ha sido condenada a cuatro años de prisión acusada de "provocar altercados y de difundir información falsa". Varias ONG dicen que el juicio es una farsa, mientras que la ONU también ha mostrado su preocupación y ha pedido su liberación. Zhan, de 37 años, no es una profesional de la información sino que ejerce lo que se denomina "periodismo ciudadano": viaja con su teléfono a distintos lugares y luego cuelga los vídeos que graba en plataformas y redes sociales. Así accedió, por ejemplo, a la zona de emergencias de un hospital de Wuhan, en lo más duro de la pandemia de coronavirus. Y documentó con sus grabaciones el aspecto de lo que aquellos días era una ciudad fantasma. Sus crónicas, que daban una imagen muy alejada de la oficial del Gobierno chino, la pusieron en el punto de mira de las autoridades. La fiscalía la acusaba de" publicar informaciones falsas" y aceptar entrevistas con medios extranjeros para "exagerar maliciosamente" la situación del coronavirus en Wuhan. La bloquera lleva semanas en huelga de hambre. Naciones Unidas ha pedido su liberación y lamenta las "restricciones excesivas a la libertad de expresión" vinculadas con la COVID-19.  [Última hora coronavirus]

Lleva 15 guerras en el cuerpo y ha trabajado en 140 países. Manolo Ovalle supo que quería dedicarse a la televisión desde que tenía 12 años. Por aquel entonces veía en el bar de su pueblo, en Ponferrada, a un señor con un bigote enorme que contaba sus aventuras por el Amazonas. Años después conoció a ese hombre, el famoso reportero Miguel de la Quadra Salcedo. Un encuentro que a Manolo le cambió la vida.

Desde entonces lleva más de 45 años con la cámara al hombro pero sigue trabajando con las mismas ganas del primer día. Con él he cubierto decenas de historias periodísticas, pero las coberturas más intensas que hemos compartido han sido en el terremoto de Haití, una experiencia que nos marcó, y en la guerra de Irak, donde su instinto me salvó la vida.

El presidente de la sección española de Reporteros Sin Fronteras, Alfonso Armada, defiende que "la libertad de prensa es la mejor vacuna contra la desinformación" y que 2020 deja 387 periodistas encarcelados en todo el mundo por ejercer su labor informativa. En una entrevista en TVE, Armada alerta de que "China es la principal cárcel de periodistas" con 117 reporteros encarcelados por publicar noticias que no le han gustado al Gobierno sobre todo en lo referente a la pandemia de coronavirus. El periodista sostiene que frente a la inmediatez de las pantallas hay que apostar por las crónicas y "acercarse a los hechos con los cinco sentidos", apunta que hay "demasiado ruido en la red" y recuerda la importancia de ser "impecables con los códigos deontológicos".

FOTO: Cati Cladera/EFE

El acuerdo con Hungría y Polonia para que levantaran su veto a los presupuestos europeos incluye que sea el Tribunal de Justicia de la UE el que decida si se cumple respeta o no con el estado de derecho, una cuestión que tiene a Polonia bajo la lupa desde hace meses por la injerencia del Gobierno en la Justicia y los medios públicos. Tras años de protestas, la última polémica en Varsovia se produjo en octubre, cuando se restringió todavía más el derecho al aborto. Un equipo de TVE ha comprobado cómo es la situación en el país.

Reporteros Sin Fronteras presenta la campaña ' Imprescindible'. En esta jornada nos dice en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que "no puede haber democracia sin libertad de prensa". Reconoce que la pandemia ha hecho un mundo más vulnerable a la prensa y que el poder tiene que entender que no puede atacar la libertad de prensa.

Ignacio Peyró, Director del Instituto Cervantes en Londres, ha hablado en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso de su libro "Ya sentarás cabeza. Cuando fuimos periodistas", en el que cuenta su vida entre 2006 y 2011, cuando ejerció el periodismo. Son notas y reflexiones sobre esos años, de los que tiene un recuerdo dulce.

El periodismo le ha enseñado muchas cosas. "Cómo jerarquizar, cómo contar, y cómo manejar el lenguaje de forma eficiente. Además hay una tradición de periodistmo literario en España brillante. Nuestros periodistas se han alimentado en grandes tradiciones del reporterismo americano. Para toda la gente que le gusta escribir el periodismo ha sido una salida."

Según la cadena estadounidense CNN, China cometió graves errores de gestión al principio de la pandemia que se tradujeron en una información poco realista de los efectos de la COVID-19. La cadena ha accedido a documentos confidenciales del Centro de Prevención de Enfermedades de Hubei, la provincia donde se dieron los primeros casos. Entre los fallos, tardar hasta 23 días en hacer diagnósticos y usar pruebas que dieron falsos negativos hasta el 10 de enero. Muchos kits no eran válidos.

El 10 de febrero el presidente chino visitó un hospital de Pekín. Ese día oficialmente había unos 2.500 casos de COVID-19. Sin embargo, los documentos filtrados hablan de casi 6.000. China no había incluido hasta entonces a sospechosos o diagnosticados a partir de los síntomas.

[Coronavirus: última hora, en directo]

99 relatos, que se corresponden con los 99 días del estado de alarma, son los textos que conforman estas Crónicas del confinamiento, escritas por la periodista Beatriz Rodríguez. Un libro publicado por Exlibric que, como la propia autora nos cuenta refleja sus propias reflexiones diarias esos días que duró el estado de alarma. Como relata Rodríguez se trata de una obra cuyos beneficios van destinados en su totalidad a la Asociación Pablo Ugarte contra el cáncer infantil, entidad con la que la periodista mantiene una estrecha relación.

Jesús Álvarez, Enrique Ortego y Alfredo Relaño coincidieron con Diego Armando Maradona ejerciendo el periodismo deportivo en España. Repasan sus jugadas, sus goles, su paso por el F.C. Barcelona y el Sevilla F.C., los partidos de selecciones y sus episodios personales más oscuros que lejos de oscurecer al futbolista alimentaron la leyenda del mito.

Es el último vídeo que Chang Chan colgó en Youtube el pasado mes de mayo, dos días antes de que la detuviesen. En él cuestionaba la legalidad de los rastreadores de Inteligencia artificial obligatorios. Chang es lo que en China se define como una reportera ciudadana, es decir alguien que no se dedica profesionalmente al periodismo, pero que informa de determinados hechos. Y así lo hizo en Wuhan en febrero cuando allí se vivían los efectos más duros de la Covid, y China censuraba las imágenes de hospitales colapsados, o estaba prohibido grabar sitios como el Instituto de Virología donde experimentan con coronavirus. Pero sus videos son para el Gobierno chino una forma de buscar pelea y crear problemas, unos cargos que suelen imputar a los disidentes. Y delitos que se traducen en un castigo de cinco años de cárcel, es lo que que ha pedido el fiscal para ella, en la vista que se se ha celebrado ahora después de que haya estado seis meses en prisión preventiva en Shanghai. Su abogado denuncia en este escrito que le han limitado las visitas a su defendida, a la que la que se le acusa también de difundir información falsa. Además de Chang Chan, otros tres periodistas ciudadanos que reportaban los momentos más dramaticos de Wuhan fueron detenidos. Uno de ellos es el ex-empresario, Fang Bin, que fue arrestado en enero y a día de hoy no se le ha vuelto ver, ni se sabe de su paradero.

El confinamiento y el estado de alarma han servido de excusa al Gobierno y a las comunidades autónomas para limitar la libertad de información. Es la denuncia que hacen juristas y asociaciones profesionales. Y ponen un ejemplo: cómo se cubrió la pandemia en los meses más duros de la crisis. Llegamos a ver ruedas de prensa sin la prensa, sin preguntas o por vía telemática. Trabas a la labor de los periodistas que en España Reporteros Sin Fronteras (RSF) lleva meses recopilando.

“Muchos reporteros acudieron a nosotros quejándose de que era más difícil hacer fotos de hospitales en España durante la pandemia que en lugares como Libia, Siria o Yemen”, explica Alfonso Armada, presidente de RSF. Falta transparencia, nos dicen, y eso no solo dificulta la labor de los medios, también alimenta bulos, conspiranoias y provoca desconfianza.

La información es uno de los antídotos más eficaces contra el coronavirus: ayuda a que acatemos mejor las medidas sanitarias, o a que por ejemplo, confiemos en la eficacia de las vacunas. Por eso los expertos recomiendan proteger este derecho fundamental exigiendo datos accesibles y veraces[Coronavirus: última hora]