Según los sondeos a pie de urna el Partido Liberal del primer ministro holandés, Mark Rutte, habría ganado las elecciones celebradas hoy con 31 de los 150 escaños. Todo apunta a que la firmeza con la que ha actuado estos días en la crisis dipomática de estos días con Turquía le ha beneficiado. En segundo lugar se situaría el partido del ultraderechista Geert Wilders, con 19 escaños (cuatro más de los que tenía ahora). De confirmarse, este dato indicaría que no ha crecido tanto como se esperaba y supondría un alivio para quienes temían que su ascenso impulsase a otros partidos de corte similar en las citas electorales de Francia y Alemania. El partido que más crecería sería el de los Verdes que pasaría de cuatro a 12 escaños. Los primeros resultados oficiales no se van a conocer hasta las 1.00 horas. Como consecuencia de este rfeparto de escaños, para formar gobierno será necesaria una coalición de entre cuatro y seis formaciones políticas.
Holanda ha votado este miércoles bajo la atenta mirada de toda Europa en unas elecciones legislativas que evalúan la fortaleza de la extrema derecha en el continente y cuya relevancia parece haber espoleado a los holandeses para acudir a las urnas: a las 19:45 horas, una hora antes del cierre de los colegios electorales, el 73 % de los censados ya habían depositado su voto, lo que supone un aumento de ocho puntos respecto al 65 % de los comicios de 2012, según datos de la agencia Ipsos.
La eurodiputada del PSOE Inmaculada Rodríguez-Piñero ha dicho que Europa se ha jugado mucho en las elecciones holandesas, por ver qué grado de aceptación tiene un partido racista y euroescéptico en la UE. Sin embargo, ha marcado distancias respecto a lo que pueda ocurrir en Francia o Alemania. En su opinión, "lo se ha debatido en los comicios de Holanda ha sido al integración entre diferentes".
Nunca unas elecciones en Holanda habían despertado tanta expectación. Tras el 'Brexit' y la victoria de Donald Trump, los ojos se han vuelto hacia este país de 17 millones de habitantes y casi un 6% de población musulmana. El interés de los comiciós está en conocer el apoyo a Geert Wilders, que después de encabezar las encuestas con un discurso islamófobo y antieuropeo parece que ha perdido fuelle frente al partido del primer ministro, el liberal Mark Rutte.
Los colegios electorales han abierto sus puertas a las siete y media de la mañana y en las primeras horas de votaciones la participación ha sido dos puntos superior a las anteriores elecciones. Los principales candidatos ya han votado.
El secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López-Isturiz, dice ver "muy peregrino" que el ultraderechista Geert Wilders pueda gobernar aunque gane las elecciones holandesas de este miércoles. Además, afirma que los comicios no se pueden ver afectados por factores externos como las noticias sobre Turquía o Rusia y subraya que el PSOE holandés "tiene la misma crisis que el español y casi todos los demás países europeos y se nota".
Holanda vota en unas elecciones que pueden marcar el camino de la extrema derecha en Europa
Más de 12 millones y medio de holandeses están llamados a las urnas este miércoles, en unos comicios que pueden tener una importante repercusión en Europa porque medirán la fuerza de la extrema derecha.
Los colegios electorales han abierto a las 7:30, hora local, y cierran a las 21:00. Los ciudadanos tienen disponibles más de 10.000 centros de votación repartidos en todo el país.
Al contrario que en elecciones pasadas, el recuento será manual, para evitar ataques cibernéticos y hackeos.
El VVD, el partido de centro derecha del primer ministro, Mark Rutte, parte como favorito por delante del xenófobo Partido de la Libertad (PVV), de Geert Wilders. Se da por hecho que Wilders no gobernará en ningún caso ya que el resto de partidos se han comprometido a no pactar con él.
Las elecciones holandesas pueden ser decisivas para Holanda y Europa. Los sondeos siguen muy ajustados entre los dos principales candidatos, que empatarían a 24 escaños. El primer ministro, el liberal Mark Rutte, perdería más de 20 de sus 41 escaños, y el ultraderechista Geert Wilders doblaría su número de diputados, de 12 a 24. La crisis diplomática de Holanda con Turquía ha saltado a la calle y puede que influya en el sentido del voto.
La crisis con Turquía, el Islam y la identidad holandesa han monopolizado este lunes el debate entre los dos principales candidatos en las elecciones legislativas de Holanda, el liberal Mark Rutte y el ultraderechista Geert Wilders, que ha agitado la inmigración y la disputa diplomática con Ankara mientras el primer ministro negaba que el país esté "islamizado" y ponía en duda la capacidad de su rival para gobernar.
"Quiero que Holanda sea el primer país que ponga límite al populismo malvado", ha señalado Rutte, evocando el referéndum del Brexit y la elección de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Wilders, en cualquier caso, ha enarbolado de inmediato su bandera contra el islam y la inmigración, al reclamar "cerrar las fronteras como única solución a gente" como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, además de exigir que el embajador turco en Holanda sea expulsado "inmediatamente".
El primer y único cara a cara entre ambos políticos, que lideran las encuestas de intención de voto con 24 escaños cada uno -de 150 que tiene el Parlamento- para las elecciones del próximo miércoles, ha dejado acusaciones mutuas de falta de credibilidad y la reiteración de la negativa a negociar una coalición de Gobierno entre ambos después de los comicios.
La tensión diplomática entre los dos países miembros de la OTAN se ha agudizado en las últimas horas y provocado reacciones en varios países de la Unión Europea.
