Con música, un cortejo hasta el puerto de Beirut ha querido recordar a los más de 160 fallecidos y casi 6.000 heridos en la explosión que devastó la ciudad hace una semana. En la zona, solo quedan ruinas, y los ciudadanos acusan a los gobernantes de haber querido matar al pueblo. Mientras, la dimisión del Gobierno no ha podido detener las protestas que en los últimos días se extienden por Líbano.
La explosión de hace una semana en el puerto de Beirut devastó la ciudad, pero también ha provocado un cataclismo político, con la dimisión del ejecutivo en bloque y la situación actual es de crisis mayúscula. En Líbano, los cargos están repartidos para evitar conflictos entre confesiones como los que alimentaron la guerra civil, lo que ya no se corresponde con la realidad demográfica. La profunda crisis económica, unida a las protestas, complican más la salida a la situación política.
El Gobierno de Líbano ha dimitido en bloque este lunes tras las protestas de los últimos días, agravadas por la gestión de la crisis tras la explosión en el puerto de Beirut hace seis días. El primer ministro, Hassan Daib, ha cargado contra la "corrupción endémica" que durante años ha gobernado el país, eso sí, sin dar nombres. Entretanto, Beirut vive su tercera jornada de protestas, con enfrentamientos entre manifestantes y policía.
Miles de personas se han manifestado por segunda noche consecutiva en Líbano contra la gestión del gobierno de la explosión en el puerto de Beirut, que deja más de 150 muertos y miles de heridos. La Policía utilizó gases lacrimógenos contra algunos manifestantes que trataron de llegar al Parlamento, como muestra de su frustración de contra el sistema político. De momento, cuatro ministros y nueve parlamentarios ya han dimitido.
La caída de un rayo ha provocado este lunes el incendio de un depósito de gasoil en el Complejo Industrial que Repsol tiene en el municipio ciudadrealeño de Puertollano, sin que, de momento, haya provocado heridos. No obstante, se ha enviado un mensaje de aviso a la Unidad Militar de Emergencia por si tuviera que actuar. Fuentes del Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha, han indicado que los hechos han ocurrido sobre las 9.51 horas de este lunes y que el incendio está muy localizado.
Un rayo ha caído sobre un depósito de gasoil de Repsol en Puertollano provocando un incendio y una enorme columna de humo que ha provocado la alarma en toda la ciudad. De momento los bomberos aseguran que el fuego está controlado. Se da la circunstancia de que esta semana se cumplen 17 años del accidente más trágico de la refinería que costó la vida a nueve trabajadores de subcontratas y empresas auxiliares además de heridas a otras 17 personas.
En el incendio todavía activo de Lobios, en el parque natural orensano de Baixa Limia-Serra do Xurés, en Ourense, han ardido ya cerca de 400 hectáreas. Aunque la situación es mejor que la del día anterior. El incendio se encuentra en una zona de difícil acceso, por lo que ha tenido que acudir la Unidad Militar de Emergencia (UME). También ayudó un hidroavión portugués que se accidentaba, causando la muerte al piloto luso. Su compañero, español, se recupera de las heridas en el hospital de Viana do Castelo, en Portugal. El incendio de Lobios no es el único en Orense. El de Chandrexa de Queixa ha calcinado 25 hectáreas.
Una persona ha muerto al estrellarse un hidroavión portugués en la localidad lusa de Lindoso cuando combatía un incendio que ha cruzado la frontera y ha llegado a Lobios (Ourense), en el transfronterizo Parque del Gerês-Xurês. El otro tripulante de la aeronave ha resultado herido de gravedad. El piloto fallecido, un ciudadano portugués de 65 años, murió tras parada cardiorrespiratoria cuando era asistido en el lugar del accidente por los equipos médicos. El otro piloto, un español de 39 años, ha sido trasladado en estado grave con varios politraumatismos al hospital portugués de Viana do Castelo.
Un hidroavión portugués que trabajaba en las labores de extinción del incendio registrado en Lobios, Ourense, se ha estrellado contra la ladera rocosa de la montaña. Los dos tripulantes han resultado heridos y ya están siendo atendidos. Al menos uno de ellos podría estar grave. Informa Cristina Pérez.
Cuando Luca revisa en su móvil las imágenes de la explosión en Beirut, aún no puede creer que esté a salvo. Estaba en su casa, a un kilómetro de la explosión. Su casa está destrozada y recuerda que quedó "paralizado" por el miedo, porque creía que estaba cayendo una bomba. Otros como Mohammad, describen una ciudad llena de tristeza y destrucción.
Veinticuatro horas despúes, el balance tras la explosión en Beirut es desolador: más de 100 muertos y 5.000 heridos. Los hospitales, también dañados, están saturados. Hay decenas de desaparecidos y más de 250.000 personas que se han quedado sin hogar. Las primeras hipótesis hablan de una negligencia en el almacén del puerto que contenía 2.700 toneladas de nitrato de amonio, utilizado para fabricar fertilizantes o bombas.
