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Antonio Muñoz llevaba 23 años trabajando en una empresa de transporte discrecional de viajeros en Ibiza cuando la pandemia le mandó a un ERTE hace casi un año. En '14 horas' nos ha contado que ve el futuro negro, con la incertidumbre de si va a poder trabajar algo este verano y de qué va a ocurrir cuando expiren los ERTE el 31 de mayo. "No vemos una luz al final del túnel. Esto crea un estado de ansiedad que no te puedes imaginar. Somos cuatro en casa y sobrevivimos, pero estoy agobiado y desolado. Lo estamos pasando francamente muy mal", ha relatado Antonio, al que le preocupa qué va a ser de su futuro laboral si no se reactiva el turismo. "Si llega la cuarta ola, apaga y vámonos".

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, se alegra del dato de paro conocido esta mañana y dice que, “dejando claro que sigue habiendo casi 4 millones de personas sin empleo, que es algo dramático, el dato de este mes es bueno”. Cree que la cifra de los trabajadores que siguen en ERTE es importante porque está muy ligada a las actividades que tienen restricciones por la pandemia. “Esperemos que con la vacunación pueda mejorar”. Sordo mira al segundo semestre del año como el periodo clave si funciona la campaña de vacunación. “Primero debemos facilitar el acceso de las personas a los puestos de trabajo. En segundo, hay que evitar que el crecimiento económico de la segunda parte del año vaya acompañado de que no se recuperen los salarios. Debemos evitar que los sueldos bajen en la segunda parte del año”. Sobre si los ERTES se deben convertir en un mecanismo de flexibilidad para las empresas, dice que hay que ver cómo funcionarían en periodos de normalidad: “Tenemos que conseguir que las empresas no recurran a los despidos, sino a estas fórmulas. Pero para que esto no suponga un deterioro para los trabajadores, tiene que haber fondos públicos que no lleven aparejada una caída de los salarios. También debemos tomar medidas para que no vivamos siempre con un 27% de temporalidad. Eso se hace tomando medidas que restrinjan los despidos. En España se despide muy barato y muy fácil”. Sordo apuesta por negociar con los empresarios estos aspectos e insiste en que el modelo laboral español lleva décadas funcionando mal. Por eso descarta que todos los cambios se puedan negociar en un plazo de un mes. Cree que se debe imponer una negociación en varias fases. Sobre las posibles reticencias de Bruselas, aclara: “Bruselas exige a España que reduzca su dualidad. Las medias coinciden con nuestra agenda de mejora”. Unai Sordo concluye asegurando que este primero de mayo supondrá un hito para la negociación y no ve cercano un adelanto electoral.

La declaración de la Renta de 2020 estará marcada por los ERTE a consecuencia de los planes económicos impuestos para apuntalar la economía durante los peores meses de la pandemia del coronavirus. Muchos contribuyentes se verán afectados por haber testado en ERTE y otros deberán corregir las irregularidades. Muchos trabajadores han cobrado de más o de menos y eso tendrá un impacto directo en su resultado en la declaración. Además, el IMV también tendrá influencia en la campaña de la renta de 2020.

El miércoles, día 7 de abril, empieza la campaña de la Declaración de la Renta. Este año, será más atípica de lo habitual ya que cerca de tres millones y medio de trabajadores han cobrado la prestación extraordinaria por ERTE en 2020. Todos han tenido dos pagadores por lo que, quizá por primera vez, tendrán que hacer la declaración de impuestos.

En ‘La Hora de La 1’ hemos querido hablar con Carlos Cruzado, presidente del Sindicato de Técnicos del Ministerio de HaciendaGestha. Entre las claves, que se podrá pagar el IRPF hasta en seis plazos y sin intereses entre julio y diciembre. Asegura Cruzado que “no tiene por qué haber un retraso en los plazos en cuanto a la gestión”. Para los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital también es obligatoria la presentación de la declaración, aunque, reconoce, “no sé si tiene mucho sentido ya que la mayoría no habrá tenido retenciones ni ingresos por encima”.

En ‘La Hora de La 1’ además hemos analizado en detalle los ERTEs de la mano del periodista económico Rafael Bernardo. Gracias a los nuevos datos de la Seguridad Social y del Banco de España sabemos que este mecanismo sigue protegiendo a quienes están afectados por ellos pero que están siendo menos eficaces en la recuperación del empleo así que, reconoce, “el reto en los próximos meses es acompasarlos con la vacunación para que devuelvan cuando antes a la gente al empleo”. El análisis de los datos del Banco de España permite observar dos momentos clave. En el primero, que comprende el gran golpe a la economía y la recuperación de después de la primera ola, se aprecia como la gran mayoría de los que entraron en ERTE acabaron volviendo al empleo (70%), y sólo un 10% acabaron sin trabajo (el 20% restante siguieron en ERTE). Pero los ERTE pierden eficacia en la segunda ola: de los que entran en ERTE en el tercer trimestre, un 50% seguirían en ERTE, un 35% habría vuelto al empleo y un 15% habría ido al desempleo. Es decir, insiste Bernardo: “Los ERTE fueron muy eficaces en el primer impacto de la crisis para proteger y reactivar el empleo, mientras que con las olas siguientes la protección se mantiene pero se hace más difícil volver al empleo: la razón, que el impacto de la crisis está ahora muy concentrado en los sectores de hostelería, turismo, comercio y transporte, que son objeto de restricciones administrativas y por tanto es muy difícil que puedan reactivarse mientras la pandemia siga golpeando”.

Entre los perfiles de las personas que han entrado en ERTE sobre todo varones, de una edad media y con un contrato indefinido. Sin embargo, las que más pasan tiempo bajo este Expediente de Regulación de Empleo Temporal son ellas. También hay más jóvenes y mayores que personas de mediana edad, y pasan más tiempo los temporales que los indefinidos, lo que vendría a apuntar que "la que la precariedad en el empleo se reproduce de alguna manera dentro del mundo de los ERTE”, asegura el periodista.

Horas antes de que se hagan públicos los datos de paro y afiliación a la seguridad social del mes de marzo, el que cierra el primer trimestre del año, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, avanza en RNE que los datos no serán buenos. “Dejamos atrás un trimestre duro, una tercera ola dura, también Filomena. Y no ha sido un mes positivo. Pero el mes de marzo ha ido de menos a más en términos de afiliaciones y de salidas de los trabajadores en ERTE y esa es la línea que tenemos que seguir para tener un segundo trimestre de transición y ver con más claridad la recuperación”. La prioridad, dice Calviño, es ahora la campaña de vacunación: “queremos vacunar, vacunar y vacunar. Eso nos pone en una velocidad de crucero que nos hace ver que estas semanas serán de transición y que si todo sigue igual nos pone ante el inicio de la recuperación”. “Tenemos una buena base para la recuperación y esa debe ser nuestra prioridad: empujar la actividad, apoyar la recuperación y proteger el tejido productivo”, ha dicho en RNE. Descarta revisar al alza las previsiones económicas pero asegura que, “España será una de las económicas que más crezca en 2021 y que ese crecimiento será intenso en la segunda parte del año”. En este sentido, dice que la clave para evitar un impacto estructural sobre la economía es recuperar el crecimiento y apoyar el tejido productivo y se centra aquí en defender el mecanismo de los ERTE. “Tenemos que simplificar los tipos de contrato, reducir la temporalidad y eso exige que exploremos que todas las empresas tengan mecanismos de flexibilidad interna. Hemos visto que los ERTE pueden ser útiles y debemos trabajar en ese mecanismo que estabilidad en el empleo”. Sobre su papel en el Gobierno, como vicepresidenta segunda tras la salida de Pablo Iglesias, dice que no experimentará cambios sustanciales y asegura que su relación con el Ministerio de Trabajo, en manos de Yolanda Díaz, es y seguirá siendo buena. Habla de la importancia de la negociación colectiva y añade que, “hay que huir de la idea de que cambiando un párrafo del estatuto vamos a solucionar los problemas. Hay que centrarse ahora en lo más urgente”. En este sentido, sobre el plan español planteado a Bruselas, dice que las conversaciones están encauzadas. “Creo que el plan español es considerado uno de los mejores y más avanzados. No habrá problema porque saben que estamos comprometidos con reformas que necesitamos y que tienen mucho respaldo social”, ha concluido.

El ministerio de Hacienda ultima una orden ministerial para permitir que los contribuyentes que han estado en un ERTE y tengan que pagar a la Agencia Tributaria tras hacer la declaración de la renta puedan fraccionar el pago en seis meses sin intereses. Es una forma de aliviar la situación de muchos contribuyentes que, al tener dos pagadores, el SEPE y su empresa, van a tener que presentar la declaración obligatoriamente y con muchas posibilidades de tener que pagar porque, normalmente, apenas se les aplican retenciones al cobrar las prestaciones del ERTE y ahora toca compensar. Carlos Cruzado, presidente de Gestha, el sindicato de Técnicos de Hacienda, recuerda que 3.500.000 de personas han estado en un ERTE desde que empezó la pandemia, y calcula que algo más de 300.000 van a tener que presentar la declaración por primera vez.

Este año la declaración de la renta va a ser muy especial para 3,5 millones de trabajadores. Todos los que han estado en ERTE, pues es muy posible que la declaración les resulte a pagar, a pesar de haber tenido menores ingresos. Se debe a la existencia de dos pagadores, la empresa, por un lado, y los servicios de empleo, por otro. Por una parte está la empresa que, en principio, empezó el año 2020 aplicando una retención a cuenta del IRPF en las nóminas de acuerdo a los ingresos brutos previstos para esta persona para todo el año y a sus circunstancias familiares. Por otra parte, como segundo pagador, el servicio público de empleo SEPE que, en la mayoría de los casos, practicará una retención cero sobre la prestación (equivalente al 70% de la base de cotización). En 24 horas de RNE, Rosa Sánchez explica que este tipo de trabajador ganará menos en el 2020 que si no hubiera estado en situación de ERTE. También que tributará menos en el IRPF. Pero como las retenciones habrán sido más bajas el resultado, con toda probabilidad, será a pagar. Es decir, no es que el trabajador en ERTE tribute más por IRPF, sino que la declaración le puede salir a pagar porque las retenciones a cuenta del impuesto fueron menores.