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La lluvia y el frío dificultan las tareas de rescate, cuando han transcurrido 24 horas de los dos fuertes terremotos de magnitud 7,8, que han causado más de 5.000 muertos y más de 24.000 heridos en el sureste de Turquía y el norte de Siria. A pesar de las dificultades, miles de personas han podido ser rescatadas de entre los escombros de los edificios que se desmoronaron a consecuencia de los dos fuertes temblores. Sin embargo, se teme que el número de muertos y heridos siga aumentando.

Foto: Equipos de rescate buscan supervivientes del terremoto en los edificios derruidos de Alepo, al norte de Siria. LOUAI BESHARA / AFP.

Las tareas de rescate de supervivientes han seguido durante la noche, pese a las temperaturas bajo cero, para tratar de localizar a personas atrapadas bajo los escombros de los cientos edificios que se han derrumbado en los dos fuertes temblores, de magnitud 7,8. Miles de personas han participado en estas tareas de rescate contrarreloj en las primeras 24 horas tras el terremoto, forman parte de unidades de búsqueda llegadas de todo el mundo que trabajan con el tiempo en su contra.

Foto: La gente se reúne entre los escombros mientras continúa la búsqueda de sobrevivientes tras el terremoto, en Alepo, Siria. REUTERS/Firas Makdesi

Rescates dramáticos, en casi total oscuridad, casi sin medios, en una zona azotada por guerras y conflictos. Los terremotos han afectado a la zona fronteriza entre Siria y Turquía. Una de las ciudades más afectadas es Diyarbakir, la capital del Kurdistán turco, donde Ankara mantiene una guerra oculta con las milicias kurdas y hay un fuete movimiento independentista.

Provincias como Alepo o Hama primero han sufrido años de guerra civil y ahora el terremoto. Las urgencias, especialmente en la zona rebelde, están colapsadas. Muertos y heridos tirados en el suelo, reanimaciones imposibles en una zona repleta de desplazados internos, más de 235.000 solo en Idlib y de refugiados, casi 4 millones en Turquía.

FOTO: SANA/Handout via REUTERS

En Turquía han sido dos los seísmos. El primero, hacia las 4:00 horas, sacudía nueve provincias del sureste de Turquía, siendo la más afectada Gazziantep, el epicentro. A mediodía ha llegado el segundo.

Hacía décadas que no se vivía una devastación así. Más de 1.700 edificios se han venido abajo, hay decenas de ciudades afectadas, miles de heridos y ni siquiera se sabe cuántos desaparecidos hay entre los escombros. Más de 2.700 equipos de emergencia trabajan sin descanso.

Los terremotos también han sacudido el norte de Siria, en ciudades como Alepo, Hama o Latakia. Hay cientos de muertos y heridos. Hasta 45 países ya han prometido enviar ayuda, la mayoría de ella a Turquía.

FOTO: Can EROK / AFP

El terremoto que se ha producido en Turquía, y que ha dejado miles de víctimas en este país y en Siria, no es solo el más violento en varias décadas, sino también uno de los más extensos en cuanto a la zona geográfica afectada. Desafortunadamente, los terremotos suelen producirse de manera súbita, por lo que resulta imposible saber exactamente cuándo ocurrirán. Aunque sí que se conocen cuáles son las zonas del mundo más propensas a que se produzcan estos episodios geológicos. "Turquía es una zona donde se esperan terremotos, pero no podemos decir cuándo y en qué lugar va a ocurrir el siguiente", ha explicado al Canal 24 Horas Juan Vicente Cantavella, director de la Red Sísmica Nacional.

"La peligrosidad sísmica de España es menor que la que hay en Turquía o la que hay en Grecia", asegura Cantavella, quien opina que "es bastante improbable que un terremoto de estas características ocurra proximamente en España, porque la actividad es menor". El director de la Red Sísmica Nacional recuerda que históricamente "es verdad que en España han ocurrido terremotos de magnitudes grandes", y apunta al terremoto de Lisboa del siglo XVIII, "que tuvo una magnitud en torno a 8,5, pero ocurrió a unos 200 kilómetros de la costa, con lo que los efectos se atenúan al no ser en tierra".

El terremoto de 7,4 grados registrado en la madrugada de este lunes en el sureste de Turquía ha dejado más de un millar de muertos y cientos de heridos y desaparecidos, ha provocado el derrumbamiento de algunos edificios que habían quedado muy dañados. Dos edificios, uno de ellos en la ciudad de Diyarbakir, han colapsado durante las tareas de rescate contrarreloj para tratar de encontrar supervivientes.  

Más de 600 personas han muerto y más de 3.000 han resultado heridas en Siria y en el sureste de Turquía a causa de un terremoto de magnitud 7,4, según han informado las autoridades de ambos países.

Miles de edificios se han venido abajo. Las labores de rescate continúan y se teme que el número de víctimas pueda aumentar.

Otros países vecinos, como Irak, Chipre, Líbano o Israel también han sentido los temblores.

La oficina de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) ha informado de que el sismo de magnitud 7,4 ha tenido lugar a las 4:17 horas (02.17 hora peninsular española) en la provincia de Kahramanmaras, y a una profundidad de diez kilómetros.

Foto:  ILYAS AKENGIN / AFP

Al menos 230 personas han muerto y centenares han resultado heridas en Siria y en el sureste de Turquía a causa de un terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter, según han informado las autoridades turcas y sirias, pero continúan las labores de rescate y se teme que la destrucción es mucho mayor. Otros países vecinos, como Irak, Chipre o Israel, se han visto afectados por los temblores. Las autoridades sirias han confirmado 111 fallecidos y 516 heridos en ese país a causa del seísmo, según ha informado la agencia de noticias SANA. Las víctimas se han registrado en las provincias noroccidentales de Alepo, Hama, Tartus y Latakia, según la misma fuente que cita al Ministerio de Salud, por lo que solo incluyen el balance en las áreas del país controladas por Damasco.

Foto: Los equipos de rescate y médicos intentan llegar a los residentes atrapados en un edificio derrumbado tras el terremoto en Diyarbakir, sureste de Turquía. Foto AP/Mahmut Bozarsan.

Unas 800 personas han perdido sus casas en los más de 200 incendios que desde hace tres días arrasan varias zonas del centro de Chile. Algunos incendios han sido intencionados y ya hay diez detenidos. En las últimas horas, el número de hectáreas afectadas ha subido de 40.000 a más de 270.000. Una superficie superior a la isla de Tenerife.

Foto: Yeremy Escanilla limpia los escombros de su casa consumida por el fuego en Santa Juana (AP Photo/Matias Delacroix)

Los incendios forestales en Chile se han cobrado la vida de 23 personas. La ola de calor continúa, con más de 200 incendios en todo el país. 6.000 brigadistas luchan contra el fuego, apoyados por 100 aeronaves. Se ha decretado el estado de catástrofe en tres regiones del centro del país y hay unos mil evacuados. Algunos países ya han confirmado que mandarán refuerzos, entre ellos España, que apoyará con un contingente de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Chile vive la peor ola de incendios desde 2017, cuando el fuego dejó 10 fallecidos y 500.000 hectáreas afectadas.

Foto: Dos brigadistas de la Corporación Nacional Forestal trabajan en las tareas de extinción de un incendio en Nacimiento, provincia de Concepción (JAVIER TORRES/AFP)

Los incendios forestales no dan tregua y vuelven los fantasmas de 2017, cuando murieron once personas en una situación similar. El Gobierno ha decretado alertas amarillas y rojas en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía. Más de 40.000 hectáreas de bosque han sido arrasadas, decenas de viviendas destrozadas y hay unos 1.500 evacuados en albergues. Los fuertes vientos, la sequía continuada que dura más de una década y una ola de calor inédita en esa zona han sido el combustible de este desastre natural.

Foto: Las llamas consumen una casa cerca de la ciudad de Santa Juana (EFE/Pablo Hidalgo)

En Chile, una ola de incendios en el centro y sur del país causa al menos 11 muertos y calcina 40.000 hectáreas. Se considera que son los incendios más graves desde 2017, con 200 focos activos a la vez.

Foto: Las llamas consumen una casa cerca de la ciudad de Santa Juana (EFE/Pablo Hidalgo)

Las fuertes lluvias siguen azotando California. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado el estado de emergencia. Hay al menos 19 fallecidos.Desde el pasado 26 de diciembre un tren de borrascas azota este estado provocando grandes inundaciones, deslizamientos de tierra, cortes de electricidad, cierres de carreteras y evacuaciones.

Foto: Una carretera inundada en Montecito, California (AP Photo/Ringo H.W. Chiu)

Este año ha llegado cargado de fenómenos extremos para los estadounidenses. Después de la ola de frío polar en el este del país y las inundaciones en California, las tormentas y tornados están golpeando con fuerza el sureste. Alabama y Georgia son dos de los estados que se están viendo más afectados, donde han muerto siete personas, cientos de casas y negocios han quedado arrasados y decenas de miles siguen sin electricidad. Muchos vecinos han colgado en las redes sociales imágenes de los tornados y de los destrozos que han causado, especialmente en Selma (Alabama) y La Grange (Georgia). “Damos gracias a Dios por bendecirnos, podríamos haber muerto, tuvimos que correr para refugiarnos”, decía aliviada una vecina de Selma solo instantes después de ver pasar el tornado, del que se resguardó en una oficina de Hacienda. En seis condados de Alabama se ha declarado es estado de emergencia y todavía hay 35 millones de personas en alerta. El servicio meteorológico prevé más tornados y tormentas en la zona. Las autoridades piden precaución para evitar nuevas pérdidas personales.

En la costa oeste de Estados Unidos, millones de personas están en alerta por las intensas lluvias, sobre todo en las zonas rurales. El fuerte temporal ha dejado, al menos, dos muertos entre Sacramento y Santa Cruz, además de graves inundaciones y cortes en las carreteras y en la red eléctrica. Los cortes de luz han afectado a más de 100.000 personas en California.

Emergencias ha desplegado varios dispositivos para evacuar y rescatar a todas las personas afectadas. Los estados deTexas, Oklahoma, Arkansas y Luisiana están también en riesgo de tormentas severas.

Un río atmosférico es el responsable de este fuerte temporal, un largo y estrecho canal de humedad que puede extenderse miles de kilómetros. Este fenómeno meteorológico alarga, aún más, un temporal invernal “único en su generación” en el país, que ha dejado, estas Navidades, a 240 millones de personas bajo temperaturas árticas de hasta 50 grados bajo cero.