La sequía que atraviesa Cataluña ha visto bajar las reservas de sus embalses del 15%, y ha puesto en emergencia a más de 200 municipios con restricciones sobre el uso del agua. Ante esta situación, el Gobierno planea llevar agua en barco desde la planta desalinizadora de Puerto de Sagunto, en Valencia, hasta Barcelona. La ministra, Teresa Ribera, se reunirá hoy con el conseller de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y, después, con el alcalde de Barcelona para tratar este plan.
En Las Mañanas de RNE, Enrique Cabrera Rochera, catedrático e investigador de la Universitat Politècnica de València y ex vicepresidente de la International Water Association, analiza esta situación: “En el agua hay que trabajar a muy largo plazo. Las soluciones a corto plazo no funcionan y, por desgracia, todo el mundo habla del agua cuando no hay” dice el catedrático, que cree que ahora mismo la prioridad es "intentar paliar la sequía como sea": "Abastecer el consumo humano, que es el más importante, como sea posible", insiste.
Una vez resuelta esta crisis, debe abrirse un debate para conseguir un consenso político en el que "no se use el agua como un arma arrojadiza”. Uno de los problemas que hay que solucionar a largo plazo es empezar a trabajar “para conseguir mucha más eficiencia en las ciudades”, con un sistema de redes “con muchas fugas”, asegura el catedrático. Sobre el transporte de agua en barcos desde la desalinizadora de Sagunto, el catedrático cree que "es un parche" y que es necesario llevar agua a Cataluña "como sea".
Cabrera alerta que este problema es estructural y que “va a ir a peor”, porque la disponibilidad hídrica será cada vez menor. Además, Cabrera Rochera insiste en que "el cambio climático nos dice que hay que cambiar el chip y pensar que no hay agua para todo lo que queremos, hay que racionalizar, elegir y priorizar usos”.