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Acuerdo de gobierno en Israel, por el que Benjamín Netanyahu seguirá siendo primer ministro tras el pacto alcanzado con el opositor Beny Gantz. Este acuerdo de unidad pone fin al bloqueo político y evita las cuartas elecciones en el país. El pacto sellado este lunes prevé la rotación al frente del Gobierno, en el que de momento se mantendrá Netanyahu.

Tras casi año y medio de bloqueo y tres viajes a las urnas, las formaciones de los dos políticos han acordado un gobierno de unidad y de emergencia con rotación en la oficina de primer ministro: Netanyahu, que ha gobernado el país durante la última década, ocupará el cargo los 18 primeros meses, mientras que Gantz lo hará los siguientes 18. Pequeño triunfo para Netanyahu, gran perdedor de las últimas elecciones y todavía investigado por corrupción. Informa la corresponsal de Radio Nacional en Oriente Próximo, Cristina Sánchez.

Son los resultados ofrecidos por la Comisión Electoral y que serán anunciados oficialmente el lunes. Netanyahu ha obtenido 36 escaños, solo tres de diferencia respecto a su principal rival y a tres de sumar con sus socios naturales los 61 necesarios para formar una coalición de gobierno. Coalición Árabe se sitúa como tercera política ocn 15 escaños.

Se reedita lo sucedido en las dos elecciones anteriores: no hay mayoría del bloque para gobernar. Informa la corresponsal en Oriente Próximo, Cristina Sánchez.

Benjamín Netanyahu ha ganado las elecciones legislativas, pero no es una victoria completa porque los partidos que le apoyan del bloque de derechas no han conseguido la mayoría simple de 61 escaños en el Parlamento israelí. Un resultado que complica la formación de un nuevo gobierno que ponga fin al bloqueo político que sufre el país tras tres elecciones en menos de un año. 

A dos semanas de sentarse en el banquillo, los cargos por corrupción no pasan factura en las urnas a Benjamín Netanyahu. Tras la celebración de los terceros comicios en Israel en un año, la coalición encabezada por el actual primer ministro habría ganado las elecciones, obteniendo 36 escaños con el 90 por ciento de los votos escrutado.

El gran derrotado de estas elecciones ha sido el bloque centrista “Azul y Blanco”, de Beny Gantz, tras lograr imponerse en las anteriores. En total, el bloque de derecha ultranacionalista habría obtenido 59 escaños, a dos de la mayoría absoluta en la Knésset. De conseguir gobernar, la anexión del Valle del Jordán sería uno de sus principales planes. Informa Cristina Sánchez

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, encabeza hasta el momento el recuento de las elecciones celebradas este lunes, según los primeros resultados, en las que lograría mayoría absoluta gracias a los números obtenidos por los partidos que le son afines.
En concreto, con un 34 por ciento escrutado, su partido, el Likud, obtiene el 28,7 por ciento de los votos, lo que equivaldría a unos 35 escaños de los 120 que componen la Knesset o Parlamento israelí.
Los resultados preliminares otorgan a los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, aliados de Netanyahu, unos diez escaños a cada uno, mientras que el otro partido aliado del Likud, Yamina, logra siete. Así, la suma de todos se sitúa en 62, mientras que la mayoría absoluta son 61 asientos.
Por su parte, el principal rival de Netanyahu, el partido Azul y Blanco de Benny Gantz, logra el 23,2 por ciento de los votos, unos 28 escaños, su peor resultado en las tres elecciones que se han celebrado en menos de un año por la incapacidad de los principales candidatos de formar una coalición de gobierno.
No obstante, en tercer lugar queda hasta este momento la Lista Conjunta árabe-israelí, que apoya a Gantz, con el 12,3 por ciento de los votos y unos 15 asientos en el Parlamento. Por su parte, el otro partido del bloque contrario a Netanyahu, la coalición de izquierda Partido Laborista-Gesher-Meretz, logra siete escaños. El partido Yisrael Beyteinu de Avigdor Lieberman, al margen de los dos bloques, tiene seis.
Los primeros resultados de la jornada electoral están en consonancia con lo pronosticado por tres sondeos realizados a pie de urna publicados tras el cierre de los colegios electorales en Israel, que vaticinaban una clara victoria de los partidos afines a Netanyahu y que el primer ministro se encontraría incluso a las puertas de la mayoría absoluta.
Se espera que el recuento se demore más de lo habitual debido a las medidas adicionales que se han tomado por el brote del nuevo coronavirus, según ha informado el diario 'The Times of Israel'.
Netanyahu ha proclamado este martes su "gigantesca victoria" en las elecciones y ha prometido formar un gobierno "fuerte y estable" con sus aliados. Gantz, mientras, ha asegurado que los resultados de las elecciones son similares a los de abril, cuando el primer ministro no pudo formar gobierno. 

Israel vuelve a las urnas este lunes para elegir a su primer ministro y desbloquear la situación política del país tras dos comicios seguidos de fracasos en la formación de gobierno en 2019, aunque su población parece más preocupada por las noticias sobre el coronavirus. 

Las encuestas prevén que los resultados no difieran gradualmente de los que se registraron tras las últimas elecciones de abril y septiembre, cuando las formaciones fueron incapaces de pactar un gobierno de coalición.

Los dos principales partidos son el derechista Likud, de Benjamín Netanyahu, y su rival de centro derecha, Beny Gantz. Ninguno puede gobernar en solitario; necesitan pactar para llegar a una mayoría simple. El problema es que incluso con sus posibles socios, tampoco ninguno alcanza los 61 escaños necesarios.

De volver a quedar la situación en punto muerto, habría unas cuartas elecciones, lo que podría empujar a Israel a tener problemas económicos. El país aún no ha aprobado su presupuesto para 2020, lo que afectará a la sanidad, la educación o las infraestructuras.

Israel acude de nuevo a las urnas en unas terceras elecciones generales con las que no parece que vayan a lograr superar el bloqueo político, al menos es lo que se extrae de las encuestas que auguran un resultado muy similar al de los dos comicios anteriores. Un escenario incierto e inédito.