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La lección que Jane Goodall aprendió de su perro: "Mis profesores decían tonterías" | La Revuelta, completo

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La Revuelta - Jane Goodall

La Revuelta ha demostrado en multitud de ocasiones su compromiso con la ciencia. No solo dando espacio a las reivindicaciones y exigencias de mayor inversión para la investigación científica, sino también con la selección de sus invitados. La etóloga Jane Goodall (91 años) está considerada toda una pionera en el estudio de los chimpancés salvajes, después de más de 60 años de estudios sobre las interacciones sociales y familiares de estos primates.

Con más de 30 libros e innumerables artículos publicados, amén de más de 20 producciones para cine o televisión, su labor ha sido fundamental para divulgar el conocimiento sobre los chimpancés y otras especies, pero también para concienciar sobre la necesidad de proteger sus ecosistemas y reflexionar sobre nuestra propia evolución. Una de las mujeres científicas y activistas más relevantes de los siglos XX y XXI, Jane Goodall se doctoró en Etología por la Universidad de Cambridge en 1965 y ha sido nombrada doctora honoris causa en más de 45 instituciones universitarias por todo el mundo. Pero, lo que nunca había visto es “un programa de entrevistas en el que haya una mujer tumbada en una bañera”, ha bromeado en alusión al asiento VIP de La Revuelta.

Toda una vida aprendiendo de los animales

Jane Goodall nació en Londres en 1934, en el seno de una familia de clase media que no pudo costearle estudios universitarios. De hecho, trabajó como camarera durante varios meses para poder ahorrar y financiarse su primer viaje al continente africano, en concreto a Kenia, donde conocería al antropólogo Louis Leakey, para después continuar su labor en solitario en Tanzania. El doctor percibió tanto potencial en ella que consiguió un posgrado en Cambridge, donde Jane Goodall se encontró con unos profesores que no aprobaban sus métodos poco académicos.

“Me dijeron que había hecho todo mal” en los estudios en la jungla porque “no debería haber puesto nombres a los chimpancés, sino números, no debía decir que tenían personalidad, capacidad de solucionar problemas, ni emociones como tristeza o miedo”. Sin embargo, la pionera en el estudio de animales salvajes ha recordado la importante lección que aprendió de “un maestro maravilloso”, que le explicó que “mis profesores decían tonterías”. Y no fue otro que su propio perro. “Cualquiera que haya tenido un animal sabe que no somos los únicos seres que tienen emociones”, ha subrayado en su entrevista en La Revuelta.

La emotiva historia de Wouda

El tráfico de animales sigue siendo una amenaza real para los chimpancés, y los equipos de la Fundación Jane Goudall mantienen santuarios donde pueden devolver a las crías y madres a las que rescatan de los furtivos. En ese contexto, la investigadora ha explicado en La Revuelta la historia de una chimpancé a la que encontraron herida por la misma bala que acabó con la vida de su madre. Una veterinaria española llamada Rebeca le salvó la vida, quedando bautizada como Wounda, “Cerca de la muerte”. Años después, la vida de la primate volvió a correr serio peligro y, de nuevo, fue la médica española quien la cuidó y recuperó.

La Revuelta | Wounda, la chimpancé salvada por una veterinaria española

En el momento de su liberación en el santuario del Congo, el más grande de la Fundación, en una isla cedida por el gobierno del país, la chimpancé se abrazó a su salvadora, pero también, como se observa en el vídeo, a Jane Goodall, a quien nunca antes había visto. Una emocionante muestra de cariño que viene a confirmar la presencia de sentimientos en estos animales: “¿Por qué? Ese es el misterio. ¿No crees que la vida está llena de misterio?”. Efectivamente, sus profesores decían tonterías.