Jane Goodall, tajante en La Revuelta: “Las peleas de chimpancés me recuerdan a ciertos políticos”


Una de las mujeres científicas y activistas más relevantes de los siglos XX y XXI, Jane Goodall, pasó varias décadas estudiando el comportamiento de los chimpancés en libertad y analizando sus estructuras sociales. Y, en su visita a La Revuelta, ha afirmado que algunos de los gestos y actitudes de estos animales en momentos de violencia le recuerdan mucho a los de “ciertos políticos hombres”. La investigadora inglesa ha sido reconocida con más de un centenar de premios, entre ellos el Príncipe de Asturias de Investigación en 2003, o la Medalla de Oro UNESCO, entre otros. Además, en 2002 la doctora Goodall fue nombrada Mensajera de la Paz de Naciones Unidas.
Machismo y agresividad en chimpancés y políticos
Jane Goodall fue la primera investigadora que se atrevió a integrarse en un grupo de chimpancés salvajes, lo que le permitió realizar hallazgos que cambiaron la concepción preexistente sobre estos animales. “Fue fascinante ver que había personalidades diferentes” entre ellos, ha explicado al recordar que en una ocasión pudo observar a una hembra “muy mayor pero con mucho sex appeal”, a la que todos los machos seguían cuando estaba “sexualmente receptiva. En un día llegó a mantener 72 relaciones”. Sin embargo, aunque en las familias de los chimpancés los machos y hembras pueden aparearse indistintamente, lo que sí existe es una fuerte relación entre las madres y sus crías.
Estas sociedades dominadas por los machos llevan a enfrentamientos entre ellos, existiendo también perfiles como los “bully” que atosigan a otros machos. Pero solo dos de ellos a lo largo de todos estos años han llegado a mostrar esa agresividad hacia Goodall y su equipo. En cambio, entre ellos sí son frecuentes las peleas, ya que compiten por el dominio del grupo: “se yerguen, hinchan el pecho, aprietan mucho los labios y agitan el puño”, ha explicado con gestos a David Broncano, añadiendo que esa actitud “recuerda a ciertos políticos hombres”. Además, la experta ha mostrado al presentador cómo las hembras se acercan a los machos en actitud de sumisión hasta que reciben la aprobación de éste con una señal en la cabeza, y entonces se funden en un abrazo.
Enseñanzas para un mundo mejor
A sus 91 años, Jane Goodall es una de las invitadas de más edad que ha pasado por La Revuelta, y tantas décadas de trabajo y observación le han permitido atesorar innumerables conocimientos y experiencias en muchos ámbitos de la vida. Por ejemplo, sobre el reciente apagón que sufrió la península ibérica, y un día antes también algunas zonas de Gran Bretaña, ha apuntado que “viene bien para recordar que mucha gente vive sin electricidad”.
A lo largo de sus visitas al continente africano ha podido observar cómo ha ido mutando el terreno que rodea al parque nacional donde estudiaba a los primates. En la actualidad, las vías de supervivencia de la población local han llevado a la deforestación de los alrededores. Para evitarlo, por medio de su fundación, intentan ayudar a la gente a subsistir sin destruir el medioambiente, y lanzar un poderoso mensaje alrededor del mundo: “Cada día que vivimos podemos tener un impacto en el planeta, tenemos la posibilidad de decidir qué impacto queremos tener”.
El uso de instrumentos en los chimpancés
Jane Goodall ha sido una amante de los animales desde que nació, y ya en su más tierna infancia le encantaba observar a los pájaros y cualquier otro animal que hubiera en su entorno. Pero todo cambió cuando, con 10 años, le regalaron el libro de “Tarzán, el rey de los monos”: “Me enamoré de ese glorioso rey de la jungla”, ha expresado en su entrevista con Broncano, aunque Tarzán “se casó con la Jane equivocada”. Fue a partir de entonces cuando puso en marcha su sueño y, con 23 años, llevó a cabo su primer viaje a África para observar el comportamiento de los animales y empezar a escribir libros. “La gente se reía de mí, me decían que no era más que una chica, y hace 80 años las chicas no hacían ese tipo de cosas”.
Sin embargo, su madre siempre le mostró su apoyo, acompañándola incluso en su primera expedición de seis meses al continente africano. Tras sus primeros trabajos en Kenia con el antropólogo Louis Leakey, en Tanzania empezó a integrarse con un grupo de chimpancés y fue allí donde descubrió el uso de herramientas por parte de estos animales, su primer gran hallazgo: “En diferentes partes de África hay diferentes usos de herramientas, es como una especie de cultura”, ha explicado sobre la capacidad de estos primates. De hecho, uno de sus obsequios para el programa ha sido el palo original con el que el chimpancé Greybeard, el primero que perdió el miedo, accedía a los termiteros y hormigueros para extraer los insectos y poder comerlos.
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