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Pilar Rubio, ganadora de la primera edición de 'Maestros de la Costura Celebrity' y con Sergio Ramos como apoyo

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Pilar Rubio gana la primera edición de Maestros de la Costura Celebrity

Ha sido un viaje hecho a mano. Con puntadas a veces firmes, otras inseguras, pero siempre valientes. La décima y última entrega de Maestros de la Costura Celebrity cerró esta primera edición con una gran final a la altura del taller, de sus jueces y, sobre todo, de sus aprendices. Pilar Rubio, Carmen Farala, Edu Soto y La Terre se jugaron el Maniquí de Cristal con pruebas que recorrieron la historia de la moda, los trajes de novia y la alfombra roja. En una noche de nervios, lágrimas, colaboraciones inesperadas y mucho trabajo… la moda fue la verdadera protagonista y Pilar Rubio la ganadora de la primera edición Celebrity de Maestros de la Costura. Te lo contamos.

El estilo sin reglas de Iris Apfel

La gran final de Maestros de la Costura Celebrity arrancó con un tributo a una figura única e irreverente: Iris Apfel. Icono neoyorquino, amante de lo ecléctico y autodefinida como “un icono geriátrico de la moda”, su estilo rompedor fue el punto de partida para un reto cargado de personalidad y sofisticación. Los cuatro finalistas debían replicar uno de los looks más representativos del archivo personal de Apfel, seleccionados al azar mediante un objeto tan simbólico como sus inconfundibles gafas redondas.

A Pilar Rubio le tocó enfrentarse a un vestido tricolor de volantes firmado por Jules François Crahay; Carmen Farala se encargó de un abrigo blanco y negro de Norman Norell; Edu Soto replicó un conjunto de Nina Ricci acompañado por un chal de organza azul, y Terre trabajó con un diseño estampado del legendario James Galanos. Cuatro piezas, cuatro universos distintos y una sola oportunidad para brillar.

Para apadrinar este homenaje, llegó al taller una figura fundamental en la historia de la moda española: Naty Abascal. Exmodelo internacional, musa de Valentino, de Óscar de la Renta, Dalí o incluso Warhol y rostro habitual en las editoriales más prestigiosas, Naty representa el puente entre la alta costura y la cultura popular. Su elegancia sin esfuerzo, su instinto para lo chic y su larga trayectoria como referente de estilo la convierten en la madrina perfecta para una prueba como esta. Pero su presencia no solo fue protocolaria: Naty no dudó en destacar la evolución de Pilar Rubio a lo largo del programa, afirmando que “siempre ha tenido ojo para la moda”. Un vínculo emocional que se selló al entregarle, con orgullo, la bata de duelista que la confirmaba como la primera finalista oficial de la edición.

Pilar, con una confección milimétrica y llena de intención, se alzó con la victoria. Su look, de corte complejo y lleno de matices, era comparable al Balenciaga con el que Carmen se enfrentó en la semifinal. Una prueba donde los pequeños detalles lo eran todo, y Pilar, fiel a su perfeccionismo, no falló. Carmen Farala rozó el triunfo con un trabajo que Caprile calificó como “de altísimo nivel”, aunque un simple corchete mal colocado le impidió alzarse con la victoria. Terre sorprendió por su enfoque y originalidad, aunque su bajo sin coser le restó puntos. Y Edu Soto, con un planteamiento interesante, fue penalizado por un mal manejo del tiempo.

La primera prueba de la noche dejó claro que llegar a la final es solo el principio. La verdadera batalla apenas había comenzado.

Nos vamos de boda con unos novios ya conocidos

El taller se trasladó a la finca El Pendolero, enclavada en plena sierra madrileña, para la última prueba por equipos de la edición. En esta jornada, la temática nupcial se impuso como un clásico mítico del programa, siendo además la segunda vez en la historia de Maestros de la Costura Celebrity que los jueces diseñan los vestidos de novia a confeccionar en la prueba. Terre, Carmen y Edu tuvieron unos ayudantes de taller excepcionales, los últimos ganadores de Maestros de la Costura. Carmen se alió con Ancor (ganador de la cuarta edición), Edu Soto con Lluís (campeón de la quinta edición) y Terre con Ana (triunfadora de la sexta edición).

Carmen y Ancor se enfrentaron a una propuesta de Palomo Spain, compuesta por una chaqueta con vivos en terciopelo y una falda de volantes. Carmen asumió la parte más compleja del diseño, la chaqueta. Pese a algunos detalles de acabado, lograron presentar el vestido completo, con solvencia y elegancia. Terre y Ana abordaron el diseño de Caprile, cuya estructura incluía un corsé basado en un patrón original del siglo XVIII, una falda de volantes con ocho capas de tul y una cola de dos metros. Un reto técnico considerable del que salieron airosas, destacando la actitud positiva y creativa de Terre. "Para hacer humor hay que estar feliz, y aquí lo he sido" destacaba en el momento de la valoración en el que los jueces agradecían esa nota de humor que ha puesto durante toda la edición.

Edu Soto, por su parte, trabajó con Lluís en la confección de un diseño de María Escoté: un vestido con corsé de organza y tul en el que el protagonismo recaía en una falda abullonada, elaborada con técnica de moulage y drapeado en georgette. A todo ello se sumaba una laboriosa decoración floral, puramente artesanal. Aunque los nervios jugaron en su contra, Edu se mostró satisfecho con el resultado final, que definió con ternura como “un jardín de otoño” ante la ausencia de algunos detalles. María Escoté valoró muy positivamente su trabajo, alabando el minimalismo de la propuesta y asegurando que no tendría reparo en ver a una novia cruzar el altar con ese vestido.

El jurado tuvo en cuenta no solo la ejecución técnica de los modelos, si no también la evolución que cada aprendiz había demostrado a lo largo del programa. Finalmente, Carmen Farala fue proclamada segunda duelista. Nos quedamos con las palabras de Edu Soto, que reflejan el respeto y la admiración que Carmen ha despertado en el taller: “Estamos muy contentos de que esté en la final. Para nosotros era un regalo aprender una nueva profesión, pero se nota que a ella le va la vida en ello”. Carmen recibió la bata de duelista muy emocionada contando que siempre le decían que se tenía que presentar a Maestros de la Costura, pero ella sentía que no tenía el nivel. La vueltas que da la vida a veces son maravillosas. ¡Te lo mereces todo Carmen!

El Dúo de Oro de la Costura Celebra su Triunfo: Pilar Rubio y Carmen Farala, dos fuerzas imparables

Cuando se anunció que Pilar Rubio y Carmen Farala eran las duelistas de la primera edición celebrity de Maestros de la Costura, no era una sorpresa para nadie. Ambas habían sido consideradas las grandes apuestas del programa desde su llegada. Con sus destreza, su pasión y su tenacidad, las llamaron “las hermanitas”, una referencia a la conexión especial que comparten, tanto por su parecido físico como por la química creativa que las unió en cada desafío. Sin embargo, al final, solo una podía ganar el codiciado Maniquí de Cristal entregado por una gran madrina de honor, Nieves Álvarez.

A un desafío como este nuestras duelistas no podían enfrentarse solas. En las gradas aparecieron los diez ex-aprendices de Maestros de la Costura Celebrity y sus seres queridos. Para animar a Pilar vino su marido, Sergio Ramos, y su madre, Pilar. Para animar a Carmen Farala vino su madre, Chari, su tía y dos de sus mejores amigos. Una final de infarto necesita muchos ánimos desde la grada improvisada al fondo de nuestro taller.

El vestido de Pilar Rubio: la mujer en su esencia

El trabajo de Pilar Rubio, no fue solo un vestido, fue un mensaje. Con un diseño inspirado en la estética maximalista y sensual de Roberto Cavalli, Pilar nos presentó una pieza que hablaba directamente de la mujer moderna. El vestido, compuesto por tres piezas, no era solo una obra de arte, sino una reflexión sobre el equilibrio entre la belleza y la vulnerabilidad. El modelo representaba a la mujer en dos etapas: la primera, elegante y perfecta, como si acabara de salir de una gala; la segunda, la desnudez emocional y real, con una cola que caía suavemente, revelando la piel detrás del glamour. Bajo el vestido de pedrería veíamos como el vestido gala quedaba apoyado sobre la cadera creando ese efecto de desnudez.

"Este vestido refleja todo lo que he aprendido aquí", dijo Pilar entre lágrimas, agradecida por el proceso que había vivido y las lecciones que había incorporado. Su vestido, que fusionaba técnicas de moulage, patronaje y acabados a mano, no solo era una exhibición de su habilidad, también un testimonio de su evolución. Pilar se encargó personalmente de coser a mano toda la tela de pedrería, un trabajo laborioso que exigió su total dedicación y asombró al jurado comparando su vestido con uno de alta costura. Caprile se lo dejó claro, "cumple con todos los requisitos de un vestido de alfombra roja. Mires por donde lo mires hay un detalle, es 360".

Carmen Farala: una revolución de silicona y arte

Por otro lado, Carmen Farala nos llevó a un territorio más vanguardista y radical. Su vestido blanco con un aplique de silicona, rompió con todas las convenciones de la costura tradicional. A diferencia de Pilar, Carmen no temió exponer la cruda realidad de la costura, y lo hizo a través de un material no convencional que la gente del mundo drag conoce muy bien. "Las drags hemos cosido con cualquier cosa, así que he venido a reivindicar que la silicona también puede ser moda", explicó Farala, reflejando en su diseño el espíritu de lucha y resiliencia que ha marcado su carrera.

El vestido de Carmen no solo fue una pieza de vestuario; fue una declaración. La estructura de silicona pintada en negro, que se fundía con un fondo de tul y pedrería, sorprendió por su sofisticación y la valentía de su técnica. La tela escogida para su vestido era blanca, por lo que cualquier error (en caso de haberlo) se vería sin dificultad. Carmen nos habló de su universo drag, donde la costura no solo tiene que ver con la estética, sino con la reivindicación de un colectivo que ha luchado durante años por poder ser visibles y por encontrar su lugar en el mundo de la moda.

Carmen presentó su vestido como una obra única, puesto que el diseño de silicona nunca puede salir dos veces igual. Nieves Álvarez, encantada con su propuesta, no pudo evitar decir: "Ojalá me vistas un día entera de silicona". Mientras María Escoté reconoció el esfuerzo artístico detrás del vestido: "Carmen, no eres diseñadora, eres artista".

Una final histórica

La decisión del jurado fue difícil, pero finalmente Pilar Rubio se alzó con el Maniquí de Cristal. Fue una final con un nivel de costura tan alto que los jueces no dudaron en calificarla como una de las más intensas y complejas de todas las ediciones. A pesar de que la victoria de Pilar fue ajustada, nadie pudo negar que su trabajo reflejaba todo lo que significa ser una verdadera maestra de la costura.

"Hoy he cumplido mi sueño", dijo Pilar, visiblemente emocionada, y esa frase resonó en el plató, como el eco de todas las mujeres que luchan por encontrar su lugar en el mundo. La victoria no solo era suya, sino también de todas las personas que, a través de la costura, buscan contar sus propias historias. Con los 50.000€ ganados, Pilar destinó el dinero a la ONG DEBRA, que ayuda a los afectados por la enfermedad de piel de mariposa.

La historia de Pilar y Carmen no termina aquí. Ambas han dejado una marca indeleble en el mundo de la moda, y su paso por Maestros de la Costura Celebrity solo es el comienzo. Mientras Pilar Rubio celebra su victoria con humildad y generosidad, Carmen Farala continúa desafiando las normas y llevando la costura a nuevos límites. La final de esta edición, sin duda, quedará en los anales de la historia como una de las más memorables, no solo por la calidad técnica, sino por la emoción y amor hacia la costura que han demostrado nuestras duelistas. ¡ENHORABUENA PILAR!