Un Hollywood perverso en 'Los seductores', de James Ellroy
- En Los seductores, el escritor James Ellroy elabora su propia teoría sobre la muerte de Marilyn Monroe
- La trama comienza en 1962, con la crisis de los misiles de Cuba y la candidatura fallida de Richard Nixon
«Marylin Monroe era estúpida y no tenía talento», afirma James Ellroy, un escritor que nunca ha tenido problemas en dar titulares potentes en sus entrevistas. Esta vez se encuentra con el equipo de ‘Página Dos’ para presentar Los seductores (Random House), que se inicia con un hecho simultáneo: una estrella de cine B ha sido secuestrada, y acaban de encontrar el cuerpo sin vida de Marilyn Monroe.
Nacido en 1948 en Los Ángeles, Ellroy creció en un entorno duro y quedó huérfano de madre a los diez años. Su estilo al escribir refleja sus experiencias personales: es directo, cortante, contundente, irónico. Ese sello oscuro y complejo —pero benevolente con los defectos de sus personajes— le convirtió hace décadas en el escritor norteamericano más icónico en el género de la novela negra.
El Hollywood de los años sesenta
Los seductores arranca en agosto de 1962. Los Ángeles hierve en medio de una intensa ola de calor. La muerte de Marilyn Monroe pone la duda sobre la mesa: ¿sobredosis, suicidio, asesinato? El jefe de policía William H. Parker debe encontrar pruebas que alejen a los Kennedy de los rumores de asesinato. El lector ahondará en la teoría de Ellroy: la farsa que rodeó a Marilyn y la vida oculta del mito.
La particular jerga de Ellroy —callejera, del argot policíaco, provocadora, sesentera, violenta, propia de la vida en los márgenes— se hace patente en la descripción del secuestro de la actriz de serie B: «Gwen Perloff era el apaño principal en la cuadra de starlets de Darryl Zanuck. El gran bodrio de romanos 'Cleopatra' tenía a la Fox con la soga al cuello y hundida en la mierda y desangrada. Era la Gran Sensación Mundial de las Debacles Cinematográficas. Liz Taylor se lo montaba con Richard Burton. Darryl Zanuck estaba encumbrado y desbordado y tenía mucha mierda entre manos.»
Ellroy ganó notoriedad en la década de los ochenta con su novela La Dalia Negra, basada en un famoso caso de asesinato en Los Ángeles, y que fue adaptada al cine, igual que L.A. Confidential. En otras novelas como El gran desierto, Jazz blanco o Seis de los grandes aparece esa habilidad para trenzar hechos históricos y ficción ha sido aclamada por críticos y lectores.
“Hollywood es un telón de fondo de perversión“
«Hollywood es un telón de fondo de perversión», afirma James Ellroy en su entrevista a Página Dos. «Hubo una epidemia de enfermedades venéreas en Los Ángeles después de la Segunda Guerra Mundial, fue un periodo de libertinaje y perversión. En esta novela separé tres grandes eventos: la crisis de los misiles de Cuba, la campaña fallida de Richard Nixon, y los hechos que envolvieron la muerte de Marilyn Monroe», detalla Ellroy.
Para conocer el Hollywood contemporáneo y los bajos fondos de Los Ángeles es imprescindible acercarse a las novelas noir de Ellroy. Decadente, escatológico, febril y tenebroso, sí, pero también fascinante, divertido y de una valentía feroz, sin miedo a la cancelación, la censura o las polémicas que sus teorías conspiranoicas puedan suscitar.