Japón: la realidad de un país que puede superar a la ficción
- Es conocido por ser el paraíso del manga pero, ¿qué otras realidades impactantes esconde Japón?
- Paco Hernández relata en Podría ser peor las historias y costumbres 'más locas' de un país diferente
Cuatro millones de máquinas expendedoras. O lo que es lo mismo, una por cada 30 habitantes. Tiendas con más de 3000 productos que abren las 24 horas del día. ¿A quién no le impactan estos datos?
Viajar a Japón es como viajar a otro universo. El país nipón concentra una serie de historias, costumbres y servicios que no dejan indiferente a quien lo visita. Un choque cultural de grandes dimensiones que experimentan los turistas al conocer este archipélago cuya capital, Tokio, concentra más de 14 millones de habitantes.
En su sección en Podría ser peor, el experto en cómics Paco Hernández detalla los datos e historias que más le han llamado la atención de su viaje a Japón. Un país que va más allá del manga, del anime y del sushi.
Konbini y máquinas expendedoras
Cuenta Hernández que más allá de leer un manga costumbrista de Japón, lo cual te puede llevar a pensar que es como 'otro mundo', es el estar físicamente allí lo que de verdad hace darse a uno cuenta de que sí, sí que es 'otro mundo'. En su recorrido por el país nipón, hay dos cosas que al colaborador le han llamado la atención por encima del resto: los konbini y las máquinas expendedoras.
Konbini, cuya palabra proviene de conveniencia, es el nombre que recibe un grupo de tiendas japonesas que reúne una serie de características muy particulares. "Son tiendas de entre 60 y 100 metros cuadrados que tienen más de 3000 productos diferentes. Tienen absolutamente de todo y abren las 24 horas del día", señala Hernández que, además, reconoce el poder que tienen estos negocios para atraer a los clientes. "Cualquier persona que haya vuelto de Japón regresa siendo adicta al konbini", bromea el colaborador.
Lo segundo, las máquinas expendedoras. Por si alguien no las visualiza, ya nos lo recuerda Hirayama en Perfect days, cuando cada mañana coge un café de la máquina expendedora que hay en su garaje de Tokio. Se trata de otra de las cosas que más le han llamado la atención a Hernández, quien relata que están por todas partes, aportando un dato impactante: "Hay cuatro millones en todo el país. Esto supone que en Japón hay una máquina expendedora por cada 30 habitantes". Además, el colaborador cuenta que no solo las hay de comida. "También existen algunas que tienen camisetas, flores, e incluso paraguas".
Amor y terror en los mangas japoneses
Alrededor de los mangas costumbristas de Japón se pueden destacar cosas que uno no termina de creerse. Y a raíz de algunos perduran costumbres que actualmente funcionan en la sociedad japonesa. Es el ejemplo de una empresa que ofrece un servicio en el que las mujeres japonesas pueden alquilar a hombres para que vean con ellas películas tristes y las consuelen, las arropen y les sequen las lágrimas. "Es una empresa que lleva años funcionando y lo que hace es alquilar a un chico guapo que te consuele para llorar por el motivo que sea, y por un total de 65 dólares en tres cuartos de hora", señala Hernández.
Igual de sorprendente aunque en este caso, terrorífica, es la historia del túnel Komine. Basada en el inicio del manga Dandadan, se trata de un túnel abandonado, ubicado en la ciudad de Hachiōj, en donde a finales de los años 90 un hombre llamado Miyazaki Tsutomu asesinó al menos a cuatro niñas. A una de ellas le cortó las manos y los pies, alimentando rumores que persisten hoy en día que dicen que ahí permanece el espíritu de la niña fantasma, denominado 'Turbo-vieja'.
Al parecer, cuenta Hernández, este túnel es uno de los lugares donde más fantasmas se han visto en Japón y en todo el mundo. "Es increíble el alto número de testimonios que dicen haber visto a la niña", señala.