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Psiquiatría de precisión: una mirada personalizada de los trastornos mentales

  • La medicina de precisión es ya una realidad en muchos campos de la salud y está empezando a trasladarse en el ámbito de la psiquiatría y la psicología
  • La existencia de los trastornos mentales en la actualidad podría estar relacionada con una supuesta ventaja evolutiva de los rasgos característicos

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Psiquiatría de precisión: una mirada personalizada de los trastornos mentales
Una persona espera en la calle.

No existe en psiquiatría y psicología un elemento más identitario que el histórico diván, desde el que se desarrolla la relación terapéutica. Las típicas preguntas de ¿cómo estás de ánimo?, ¿cuáles son tus síntomas? o ¿desde cuándo te sientes así?, han sido el eje inicial a través del cual los profesionales de la salud han diagnosticado trastornos mentales, pero siempre dependiendo de la subjetividad y de los engranajes del lenguaje, tan útil y tan complicado a la vez. Sin embargo, desde hace unos años, hay una nueva propuesta de abordaje de las patologías mentales: la psiquiatría de precisión.

Esta modalidad ya se realiza en otros ámbitos de la medicina y está facilitando avances increíbles en la prevención, el tratamiento y la curación de patologías. En cáncer, por ejemplo, permite conocer el tipo de tumor y enfocar la terapia en una dirección u otra, mientras que, en cardiología, los grupos de riesgo de los pacientes permiten predecir eventos como el infarto de miocardio. ¿Es posible hacerlo con las enfermedades mentales?

Todavía prescribimos a base de ensayo-error

Uno de los mayores expertos en el tema es el psiquiatra Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, que acuñó el término en 2015. Como apuntaba Vieta en su momento, “tenemos diagnósticos subjetivos, no del todo fiables y mucho menos válidos, y todavía prescribimos a base de ensayo-error”. Por eso, la psiquiatría de precisión puede ser clave para contrarrestar estas limitaciones, “se basa en pruebas biológicas, lo cual no significa que lo explique todo, ya que en los trastornos mentales participan aspectos sociológicos, psicológicos, ambientales… Las personas somos mucho más que biología, pero también es cierto que las enfermedades tienen una base biológica, y lo que buscamos es apoyarnos en pruebas”, explica en 'El Cazador de Cerebros'.

Ratones susceptibles al trastorno bipolar

Vieta, que además es uno de los investigadores más reputados en el estudio de la bipolaridad, ha creado “ratones humanizados” junto a un equipo de la Universidad de Cádiz. Implantando neuronas de personas con trastorno bipolar en el cerebro de los roedores han visto que, al integrarse, producen unas proteínas propias del ser humano que repercute en su conducta. En entornos nuevos, su exploración se vuelve mucho más hiperactiva, mientras que en las pruebas de “depresión”, el comportamiento también lo era. Aunque del cerebro del ratón al del humano hay un trecho, sí que es un paso inicial para desarrollar nuevos fármacos que mejoren la sintomatología bipolar.

Psiquiatría de precisión: hacia una mirada interseccional de los trastornos mentales

Eduard Vieta y Pere Estupinyà en el programa "Todos estamos un poco 'locos'" de 'El Cazador de Cerebros'

Estas exploraciones, que en otros ámbitos se ejemplifican en el TAC o la radiografía, y son determinantes en el diagnóstico y el tratamiento, aún no se llevan a cabo en psiquiatría porque, según señala el experto, “aunque existen los marcadores biológicos, no son suficientemente específicos”. Para lograrlo deberán conseguir un 85% de precisión y eliminar los falsos positivos y negativos. Conseguirlo es la parte más complicada porque las manifestaciones de la conducta van más allá de lo físico, implican emociones, decisiones, diferencias, pensamientos… Es mucho más complejo que una patología física.

La capacidad de abordaje de la psiquiatría de precisión la convierte en un modelo clave para mejorar todos los procesos involucrados en el trastorno mental: por un lado, predecirá la vulnerabilidad individual e identificará las poblaciones con más riesgo, por otro, facilitará el diagnóstico, que será mucho más preciso y requerirá menos tiempo y recursos, y por último, permitirá encontrar dianas terapéuticas enfocadas las necesidades de cada paciente. 

¿Es depresión bipolar o unipolar?

En este sentido, el experto ya ha desarrollado una herramienta transformadora: el EDIT-B, un test epigenético capaz de diferenciar una depresión bipolar de una depresión unipolar (sin episodios de manía). Es extremadamente útil para los casos en los que puede haber una ambivalencia, como, por ejemplo, si alguien presenta una depresión, pero tiene antecedentes familiares de trastorno bipolar. En esta situación, el test predice la probabilidad de que esa primera manifestación sea un trastorno bipolar y determina cuál es el tratamiento correcto.

Para Vieta, todavía tiene una aplicación limitada, pero en el futuro, “cuando vayas al psiquiatra, no solo intentará entender qué te pasa hablando contigo y tu entorno, sino que, además, te hará pruebas que confirmarán el diagnóstico. Es más, con la farmacogenética, podrás incluso anticipar qué fármaco te va a ir mejor”.