Enlaces accesibilidad

Puchero de hinojos, el plato de cuchara tradicional de Granada

Por
El puchero de hinojos es un plato que aprovecha y alimenta
El puchero de hinojos es un plato que aprovecha y alimenta

En Granada, los hinojos crecen sin cesar entre enero y abril. Es por eso que el puchero de hinojos es el plato de cuchara típico de los otoños e inviernos de esta región, y además uno al que se le tiene especial cariño. Los hinojos también se conocen en Granada como "salvavivas", y esto es porque fueron el alimento de subsistencia de la posguerra. Gracias a su abundancia, la población pasó menos hambre.

Esta lógica de llenar el estómago, calentar el cuerpo y darnos energía para toda una jornada de trabajo, es la que se encuentra detrás de este plato: un puchero que alimenta, pero bien. Lleva habichuelas blancas, carne, patata y, en algunas regiones, se prepara con garbanzo y con arroz. En esta receta, lo que vamos a emplear es el trigo, otro alimento muy presente en este guiso porque también abunda en Granada.

¿Te apetece un plato contundente? ¿Y una receta de las que querrás pasar de generación en generación? Recoge un buen ramo de hinojos y entra en la cocina, que te explicamos cómo se hace.

Puchero de hinojos
Puchero de hinojos

null
Ingredientes Preparación
  • 350g habichuelas blancas
  • Trigo
  • Hinojos
  • Oreja, espinazo, rabo y careta de cerdo
  • Morcilla
  • Patatas
  1. Poner a hervir las habichuelas y ‘asustarlas’ tres veces añadiendo un poco de agua fría a la cocción.
  2. Añadir un poco de trigo, que tarda mucho en hacerse.
  3. Añadir los hinojos.
  4. Añadimos la carne de cerdo.
  5. Pelar y partir las patatas y añadir al guiso.
  6. Por último, añadimos la morcilla. Dejamos hervir, y listo.

¿Por qué 'asustamos' las alubias?

Uno de los trucos de esta receta consiste en 'asustar' las alubias, que es el nombre que recibe el acto de añadir agua fría a cualquier quiso cuando aún se encuentra en cocción para que deje de hervir durante unos instantes. Se hace mucho con las habichuelas blancas. En este caso, se realiza para evitar que cristalice el almidón (presente en todas las alubias, pero más en las blancas). Así, no se 'encallan' y no se quedan duras.