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¿Cómo surgió el primer lavavajillas? ¡Aprende a sacarle más partido a tu lavaplatos!

  • ¿Sabías que la primera máquina de lavaplatos no fue bien recibida en los hogares? ¡Descubre la historia!
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Ahora o Nunca | Historia del lavavajillas
Descubre la historia de uno de los electrodomésticos más apreciados del mundo

El lavavajillas o lavaplatos es, sin duda, uno de los electrodomésticos que han revolucionado el mundo. No solo nos ha ayudado a hacernos la vida mucho más fácil, también se ha convertido en uno de los aparatos indispensables en las casas de medio mundo. ¡Repasamos su historia en Ahora o Nunca!

¿Cómo surgió el primer lavavajillas?

La creadora de la primera máquina capaz de limpiar la vajilla, Josephine Cocrhane, murió el 3 de agosto de 1913 y por eso, en el programa de La 1 han querido hacerle un pequeño repaso a la historia de este aparato.

¿Es seguro cocinar con el lavavajillas?

En 1886 Josephine inventó el primer lavavajillas, aunque no se empezó a comercializar de forma masiva hasta la mitad del siglo XX, precisamente cuando se empezaba a incorporar la mujer al mercado laboral y se necesitaba facilitar, de alguna manera, las tareas del hogar.

La idea surgió después de que algunas de las piezas de la vajilla que limpiaba el servicio terminaran rompiéndose y, tras pasar un tiempo limpiando ella misma los platós, se cansó y decidió inventar otra forma de fregar esto sin que se rompiese.

El primer diseño del lavaplatos

El diseño de este lavavajillas consistía en una caldera de cobre con un compartimento de metal donde se colocaban los platos y los cubiertos. De forma que, al estar metidos en una rueda, esta giraba cuando se encendía el motor y llovía agua con jabón caliente.

Desde 1910, hubo diferentes prototipos en Europa y América que fueron incorporando novedades técnicas, como que el motor fuese de diésel o eléctrico. Sin embargo, esta primera máquina no fue bien recibida en los hogares porque, además de ser muy cara y ocupar mucho espacio, había muchas casas que, o no les llegaba la electricidad, o no tenían calentadores de agua. Aunque, donde no dudaron en utilizarlo fue en los hoteles y en los restaurantes.

No fue hasta que no finalizó la Segunda Guerra Mundial, en los años cuarenta, cuando se redujo el tamaño del lavavajillas. En ese momento llegó a alcanzar su mayor nivel de popularidad, porque las amas de casa eran más independientes y debían de disponer de más tiempo de ocio. A partir de esos años, fue mejorando tanto su diseño como los jabones que se utilizaban para el lavado, y a partir de ahí se fueron comercializando por todo el mundo. Aunque no conocimos el lavavajillas automático hasta la década de los setenta, cuando empezó a introducirse en los hogares de clase media.

A día de hoy, todavía tenemos muchas dudas sobre cómo se debe de utilizar. Hay quienes dicen que es mejor enjugar los patos antes de meterlos para que no se acumulen los residuos, aunque los expertos aseguran que el lavavajillas se inventó para no gastar más agua de la que se necesita. En un solo lavado, el lavavajillas puede gastar entre 10 y 20 litros de agua, mientras que, a mano, podemos llegar a gastar unos 100 litros.

¡Saca más partido a tu lavavajillas!

Además de eso, hay mucha gente que no sabe que se le puede sacar más partido aparte de lavar la vajilla, porque podemos introducir, por ejemplo, las brochas de maquillaje, los cepillos del pelo, e incluso, todas nuestras herramientas de bricolaje. Sin embargo, también hay ciertas cosas que debemos evitar introducir en el lavavajillas, como puede ser la madera y las sartenes de hierro o aluminio.