Tamara Falcó e Íñigo Onieva: así se conoció la pareja del momento
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Tamara Falcó ha alcanzado tanta fama como su madre, Isabel Preysler. En los últimos años se ha hecho notar gracias a su participación en programas como MasterChef Celebrity, pero más allá de su presencia como concursante o colaboradora en diversos programas, si ha habido algo que ha hecho que de la vuelta al mundo, es, sin duda, su relación con Íñigo Onieva, con quien acaba de contraer matrimonio en su finca El Rincón.
La hija de la reina de corazones se ha casado con 41 años. Un cifra que nos parecería poco creíble si hablásemos de Isabel Preysler, porque a su edad ya se había casado tres veces. Primero con Julio Iglesias, después con Carlos Falcó y por último, con Miguel Boyer.
No es que Tamara no haya tenido ninguna relación hasta ahora, pero al parecer, ninguno de los hombres que han pasado por su vida, estaba a la altura de las expectativas y las necesidades de Tamara, a quien su madre define como “una persona muy especial”. Falcó ha esperado pacientemente a que llegue su príncipe azul y después de las ideas y venidas, de las infidelidades que se le han adjudicado al empresario y de las grandes frases que Tamara nos ha dejado en este tiempo como aquella del “nanosegundo en el metaverso”, finalmente se han casado. La pregunta es: ¿cómo han llegado a este punto? La respuesta es muy sencilla, tuvieron un inicio de cuento de hadas, se enamoraron nada más verse.
Amor a primera vista
Tamara Falcó e Íñigo Onieva coincidieron en el cumpleaños de su amiga Luisa Bergel, que se celebraba en el campo. Una fiesta muy informal en la que, para sorpresa de todos, Tamara acudió con una falda de raso y un top de lentejuelas. “Según decían los amigos de Tamara, parecía que ella había ido así para impresionar a Íñigo porque le hacía un poco de gracia”, cuenta el periodista Alberto Moreno.
El diseñador Juan Avellaneda, amigo de Tamara, cuenta en el documental que la diseñadora le comentó que había conocido a un chico pero que no quería hacerse ilusiones. A su vez, su amiga Clara López de Lemus explica que Tamara volvió encantada con Íñigo ese fin de semana, “era el líder de aquel fin de semana, divertido y muy cariñoso”.
La propia Tamara reconocía en A partir de hoy, el programa en el que aparecía de colaboradora, que “cuando te hace ilusión algo, te arreglas un poquito más”. Además, puntualizaba que eso no era engañar, solo “estás enseñando tu mejor versión”. Y parece ser que esa “mejor versión” de Tamara también gustó a Onieva, porque siguieron quedando para conocerse en profundidad.
Su amiga reconoce que la vio muy feliz con él desde el principio, y es que el empresario le aportó algo que hasta ahora Tamara nunca había tenido. “Potencian lo mejor de cada uno”, dice el sacerdote y amigo de Tamara, Miguel Cruz. Su amiga Clara no se queda ahí, también añade que “a Tamara le gusta tener a Íñigo cerca, porque él es capaz de minimizar y relativizar las preocupaciones de Tamara”.
Un amor contra viento y marea
La marquesa de Griñón se enamoró rápidamente de Íñigo Onieva, un tipo encantador, gracioso, simpático y que sabía cocinar, según destacaba Tamara. Su complicidad y su relación fueron avanzando rápidamente, pero como mucha gente, tuvieron que hacer frente al confinamiento por COVID-19, a lo que Tamara tuvo que añadir la muerte de su padre, Carlos Falcó. Sin embargo, más que trabas, eso les hizo avanzar en firme en su relación.
Si bien es cierto que los problemas vinieron después, la verdad es que su inicio fue de cuento. Se conocieron por amigos, se fijaron el uno en el otro en el primer instante y supieron adaptarse a la forma de ser del otro para formar una versión más fuerte de ambos. Se enfrentaron a la distancia, a pesar de vivir en la misma ciudad por el confinamiento, y fueron un apoyo fundamental en ese difícil momento, sobre todo para Tamara que perdió a su padre.
