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Arturo de la Rosa, el joven diseñador del que todos hablan y al que todos miran

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MBFWM: Arturo de la Rosa
Arturo de la Rosa saluda tras su desfile en EGO

La última jornada de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid se abre a los nuevos talentos de la moda, a los jóvenes que empiezan a recorrer el camino que antes llevaron María Escoté, Juan Vidal, Moisés Nieto o Dominnico. EGO nació como la plataforma que les da la primera oportunidad y ha ido cambiando en estos años, no solo de nombre. La tecnología y la experimentación han ido dejando paso a la sostenibilidad, la celebración de la artesanía y la denuncia contra el consumo masivo. En el calendario de esta edición destaca Arturo de la Rosa, un madrileño que tras terminar sus estudios en IED, el Istituto Europeo di Design. Llega con una propuesta hecha con material reciclado con la que pone su granito de arena en reducir el impacto de la moda en el planeta. La idea con la que ha trabajado su colección es la de un naufragio. "Imagino cómo se vestirían un grupo de mujeres con la ropa que encuentran en las maletas, y esto me sirve para reflejar los contrastes socioculturales del país". En su universo creativo mezcla este concepto con la fotografía de Ortiz Echagüe y la riqueza de la artesanía regional, sobre todo la aplicada al folclore. Y lo hace de una forma orgánica, articulando su discurso entre el costumbrismo y la ironía: saltando de la reinterpretación del hábtio de un monge a un bolso con forma de bota de vino o pata de jamón. Algo así como mezclar a Goya con Bigas Luna.

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Propuestas de Arturo de la Rosa

Una sábana convertida en camisa

La colección, con 22 looks, es fácil de llevar, a pesar de la intensidad de algunas prendas, y Arturo presume de los detalles de costura que esconden. Ha desarrollado sus propios bordados, jugando con un logo en construcción y definición, y sobre todo ha reciclado, reutilizado, transformado y reinventado lo que ya existía. Todos los tejidos son donaciones o los ha ido encontrando en contenedores de basura. De una cortina de su abuela ha hecho sale un vestido y de una sábana bajera una chaqueta, en la que ha usado el elástico para ribetear el bolsillo. Esas prendas las ha sometido a un proceso de manipulación textil: se han teñido con tintes naturales para que tengan un aspecto mohoso, como de haber sido desenterradas. El tintado manual hace que cada prenda sea distinta, y así, si hay producción, no habrá dos idénticas. "Formas parte de un grupo pero te sientes diferente". Su trabajo de reciclado es bueno y ha logrado reducir al máximo el residuo. "Con lo que me sobraba de este vestido y esa falda he hecho esta prenda", señala. "Vale que no me queda otra, ya que quizá llego aquí con una situación más precaria que los demás, pero este modo de trabajar me gusta, he logrado que sea sostenible y ponible".

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Diseño de Arturo de la Rosa

Costumbrismo e ironía

En cuanto a formas y siluetas vemos distintas variaciones. Desde prendas pegadas al cuerpo a otras despegadas y amplias. El diseñador ha hecho un gran trabajo de inmersión en los trajes regionales de zonas como Galicia y Castilla y León, y traslada los cortes que llevan en las faldas de bailar a las que él hace para pisar el asfalto. Destaca el uso, o el no uso, que hace de los bolsillos. "Hago el corte en la prenda, pero solo para que puedas meter la mano y tocar tu cuerpo", desvela. "Es algo que hago yo constantemente". A medida que avanza la colección vemos piezas de corsetería que él ha llevado a su terreno y vestidos que llevan costuras de carga, como los vaqueros, para potenciar ese aire ready to wear a pesar de estar hechos siguiendo los dictados de la sastrería y la costura.

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Diseño de Arturo de la Rosa cropper

Otro de los trabajos que ha hecho es la estampación textil a través de la serigrafía, que es más sostenible, y que decora prendas reversibles, más potentes y atrevidas. El contraste entre unas y otras es grande y le sirve para conectar pasado y presente en una misma colección. No todo lo ha hecho a mano. Encontró una tricotosa de segunda mano de 1920 y se la compró, a pesar de las bromas que soportó de sus amigos. Con ella ha hecho alguna de las piezas del desfile. Ha hecho, en singular, porque dice que él solo ha creado toda la colección. "Mi expectativa es montar mi marca, encontrar un inversor y seguir adelante, pero sé que la situación es muy complicada". Mientras disfruta de esta experiencia en Allianz EGO porque es su carta de presentación. "Me cuesta porque soy muy reservado. ¡Estoy dando algo de mí al mundo". Su colección no se lleva el premio, ya que se lo han dado a la firma Boltad, pero sí se lleva el aplauso de la prensa especializada. Para Arturo es su primera vez en EGO y todavía tiene dos oportunidades de lograr convencer al jurado. Lo que hizo Ulises Mérida el día antes: volvió a Ifema y se llevó el premio a la mejor colección. A veces hay que saber esperar.

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El reciclaje como leiv motiv de Arturo de la Rosa