Enlaces accesibilidad

'La tentación vive arriba': verdades y mentiras sobre la escena más famosa de Marilyn Monroe

Por
Marilyn Monroe, estrella de 'La tentación vive arriba'
Marilyn Monroe, estrella de 'La tentación vive arriba'

Goerge Cukor iba a ser el director de La tentación vive arriba y para el papel del protagonista se pensó en Gary Cooper, James Stewart y William Holden. Ninguno de los cuatro trabajó finalmente en la película. Billy Wilder se hizo cargo del proyecto, que contaba desde el principio con Marilyn Monroe para dar vida a Vicky. Ella, cuentan, estaba ansiosa por trabajar con Wilder, pero para la Fox lo permitiera tuvo que aceptar el papel de Vicky en Luces de candilejas.

Para interpretar a Richard Sherman, el padre de familia que se queda 'de Rodríguez' en verano, el director quería a un actor que pareciera un tipo corriente, no una gran estrella y así se llegó a Tom Ewell. "No hay nadie que tenga una cara más normal", dijo.

Los caprichos de una estrella

Billy Wilder siempre prefería rodar en blanco y negro, pero en esta ocasión no pudo hacerlo. En el contrato que Marilyn Monroe firmó con la Fox, la actriz había exigido rodar solo en color, siempre pensó que salía mucho más atractiva y glamurosa. Una imagen que contrastaba con su momento vital, ya que sus constantes ataques de depresión y los oscuros momentos de autodestrucción le afectaron durante el rodaje de la película: llegaba tarde al rodaje y algunos días olvidaba los diálogos. El equipo estaba desesperado porque algunas secuencias se tuvieron que repetir hasta 40 veces. Los gastos se duplicaron y el presupuesto se disparó. Por suerte, el resultado fue fabuloso y la película funcionó muy bien en taquilla.

Tom Ewell y Marilyn Monroe en 'La tentación vive arriba' cropper

La tentación vive arriba es uno de los clásicos más célebres de la historia y tiene su propia leyenda, con historias que no aparecen en la trama. Resulta curioso que la imagen que a todos nos viene a la cabeza cuando se habla de la película sea la de Marilyn Monroe con el vestido blanco sobre la rejilla de ventilación. ¡Una escena que no aparece en la película!

Una secuencia para la historia

Se rodó el 15 de septiembre de 1954 a la una de la madrugada, y a pesar de la hora la esquina entre Lexington Avenue y 52nd Street era un hervidero de fotógrafos y curiosos. Se dice que fue Billy Wilder quien tuvo la genial idea de hacer la filtración, y fue, sin duda, una genial campaña de publicidad. Dicen las crónicas que había 100 fotógrafos y 5000 curiosos vitoreando y gritando a Marilyn y que ella parecía estar encantada con el revoloteo de la falda de su vestido blanco sobre la rejilla del metro.

Quien no estaba tan encantado era el marido de la actriz, Joe DiMaggio, que empujado por el columnista Walter Winchell pudo presenciar y escuchar lo que estaba pasando. Cuando Marilyn llegó a casa, él descargó toda su ira contra ella, y al día siguiente, las maquilladoras tuvieron que ocultar los moretones que tenía en el rostro y cuerpo, y días después ella pidió el divorcio. ¡Aunque fueron juntos al estreno de la película!

¡Hay que repetir!

Todo el material rodado en la calle no sirvió de nada y Billy Wilder tuvo que rodar esa escena en los estudios de la Fox: los gritos de la gente provocaban tanto ruido que los diálogos no se escuchaban. En la calle Marilyn tuvo que repetir la escena 14 veces, pero en el estudio fueron 40 veces. Como decimos, la escena no se pudo utilizar en la película, pero fue una inversión porque la promoción era mucho mejor. Además, se colocó en Times Square una imagen de Marilyn Monroe de 15 metros de altura en la que se la ve con el famoso vestido. El director tuvo sus más y sus menos con la actriz y años más tarde llegó a decir: "Yo no tuve problemas con Monroe, era Monroe quien tenía problemas con Monroe". A pesar de esto, volvieron a trabajar juntos. Fue en Con faldas y a lo loco, y el rodaje fue un infierno.

Boceto de William Travilla para 'La tentación vive arriba' RTVE

Un vestido icónico y "tonto"

El vestido blanco de Marilyn Monroe lo hizo William Travilla y es uno de los más famosos de la historia del cine, rivalizando con el LBD (Little Black Dress) que Audrey Hepburn lleva en Desayuno con diamantes. Con 21 años, Travilla ya trabajaba en Hollywood, primero en películas de serie B y luego en primera división, trabajo que compaginó con su taller de costura. Firmó el vestuario de un centenar de películas y vistió a las estrellas más rutilantes del cine, aunque su nombre está eternamente unido al de Marilyn Monroe, para la que hizo los vestidos de cintas como Niebla en el alma, Monkey Business, Cómo casarse con un millonario, Río sin retorno, Luces de candilejas y Bus Stop.

Pero ninguna de ellas le dio tanta fama como Los caballeros las prefieren rubias y La tentación vive arriba. El vestido de Vicky -en seda blanca plisada, con escote de cuello halter- se ha versionado infinidad de veces en el mundo de la moda, pero Travilla siempre lo menospreció y lo llamaba "vestidito tonto". No todos piensan lo mismo y en 2011 fue vendido por 6,5 millones de dólares (más impuestos y tasas que elevaron la factura a 5,5 millones). Lo subastó Debbie Reynolds, que durante años coleccionó piezas icónicas y recuerdos del dorado Hollywood, y luego reconoció que lo había comprado por tan solo 200 dólares.

Otras curiosidades

El rey de los títulos de crédito, Saul Bass, creó la secuencia animada de apertura de la película: es la única secuencia para una película de Billy Wilder.

Carolyn Jones, que interpreta a la enfermera Finch, pasaría a la historia por su papel de Morticia en la serie original de televisión La familia Addams, de 1964.

A lo largo de la película se escucha una tema muy especial, se trata de una variación de la canción Sentimental Journey, popularizada por Doris Day en 1945.

La actriz Marilyn Monroe en 'La tentación vive arriba' RTVE

Estreno y polémica

La tentación vive arriba cuenta un adulterio sin adulterio, debido a las normas de Hollywood. Por eso Wilder dijo de ella que era "una película sobre nada, debido a que una película debería ser hecha sin censura a menos que el marido, solo en Nueva York mientras la esposa y su hijo se van de veraneo, tenga una aventura con una chica no hay nada".

La película se estrenó el 1 de junio de 1955, el día del 29 cumpleaños de la Marilyn Monroe, y recaudó 6 millones de dólares. La taquilla fue generosa con La tentación vive arriba, pero la Academia de Hollywood no la vio con buenos ojos y la película no recibió ni una sola nominación a los Oscars. Por eso la película no se libró de la polémica y el escándalo: en Irlanda se llevó a prohibir porque se consideraba "indecente y no apta para la exhibición general". Hoy está consideraba un clásico y su famoso póster se incluyó en la lista de "Los 25 mejores carteles de cine de la historia" que hizo la revista Premiere.