Los viajes culinarios para todos los públicos de Joseba Arguiñano
- El hijo de Karlos Arguiñano ha presentado su primer recetario "atrevido" y "molón"
- Propone platos que puedan cocinar todos y que ha conocido viajando por el mundo
Recetas dulces y saladas, panes o masas dulces, estas son algunas de las propuestas que ha reunido Joseba Arguiñano en su primer libro de recetas. Lo define como “atrevido” y “molón”. Ha explicado en Tarde lo que tarde que es “apto para todos”, es decir, “vale tanto para gente que no cocina como para que se atreva y también para la gente que ya ha cocinado”.
Descubrir platos por el mundo
Un libro, Cocina con Joseba Arguiñano, que se nutre de sus viajes: “Me gusta encontrar rincones nuevos y a la vez que eso, las recetas, las especias, los mercados. Todo eso me chifla. Con la excusa del surf me he movido por todos lados. No se puede practicar siempre que tu quieras, hay días que hay mucho viento, hay días que no hay olas. Esos días hay que aprovechar para rascar este tipo de cosas”.
La comida “te recuerda y te traslada a los sitios. Imagínate un día que tienes un partidito, te vienen esos amigos que fuiste con ellos a México y sacas un guacamole”. Entre las comidas más raras que ha probado ha destacado el cocodrilo o la pitón en México. Reconoce que se atreve con todo: “Pruebo todo, luego si me gusta, lo repito y si no para otros”.
“Nosotros ya sabéis que aquí entre el ajo, la cebolla y la pimienta, las usamos para todo. Cuando vas fuera, como en África, esos sabores de las especias. En Asia, el jengibre, el cilantro, todo eso me encanta, me gusta, te recuerda y te traslada”.
“Estamos para disfrutar”
Ha revelado que sus hermanos le llamaban “Kevin” por “¡Qué bien vives!”. “La idea es que si no estamos para disfrutar aquí, para qué estamos. Yo creo que disfrutar es algo necesario en la vida. Cómo no, comiendo, viajando, conociendo sitios con los colegas y comiendo cosas diferentes, la vida se ve de otra manera”.
Lo que “te hace cocinero”
El hijo de Karlos Arguiñano está “agradecido” por sus inicios en la cocina que fueron limpiando chipirones, patatas y verduras. “Con el botellero, los pinchos, rellenando las cámaras”. “Todo eso es lo que yo creo que te hace cocinero. Aprendes a manejar el pescado, la verdura, el cuchillo. Es algo que llevas en tu mochila”. “Parece que ponerte a cocinar es emplatar o hacer bonito a la plancha”.
“La verdad es que mi padre siempre ha sido un animador. Nos ha felicitado cuando las cosas las hemos hecho bien, siempre nos ha estado ahí para ayudarnos y para animarnos, porque ya sabe que todos los trabajos y todas las historias al final hay que apechugar y son cosas duras que hay que sacrificarse. El aita nunca nos ha dicho las cosas que hacemos mal. Cada uno ya se da cuenta, cuando las cosas salen mal. Tú mismo tienes que aprender de tus errores”.