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Frank Sinatra y Ava Gardner: su tumultuosa historia de amor

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Ava Gardner y Frank Sinatra posan mejilla con mejilla después de su boda en Filadelfia, en 1951
Ava Gardner y Frank Sinatra posan mejilla con mejilla después de su boda en Filadelfia, en 1951

Frank Sinatra representa muchos imposibles. Convertido por sus contemporáneos en el ideal del sueño americano, algunas historias lo presentan como un hombre hecho a sí mismo con una hermosa familia que, en sus ratos libres, se codeaba con las mujeres más hermosas en los lugares más exclusivos de Estados Unidos y Europa. Como ideal, pocos dan más la talla: nació en un barrio de clase obrera y sus ojos azules y su voz hermosa lo catapultaron a un lujo sin límites: Humphrey Bogart y Lauren Bacall tenían un apodo para él, lo seguían allá donde iba; en su larga lista de conquistas, los nombres de Lana Turner, Judy Garland o Marilyn Mornoe, que se convertiría en su gran amiga.

Todo el mundo sabía de las infidelidades que se sucedían entre bambalinas, incluída su mujer, Nancy, que siempre esperaba que volviera. Sus canciones se quedaban a vivir en el corazón de mujeres que soñaban con amores así, y hombres que desearían haber podido ser como Sinatra. En el corazón del mito, la mujer por la que lo dejó todo: Ava Gardner, a quien célebremente apodó "el animal más bello del mundo".

Los actores Ava Gardner y Frank Sinatra durante un acto público

Los actores Ava Gardner y Frank Sinatra durante un acto público GTRES

Ava Gardner nunca fue ningún animal, pero sí una mujer bellísima con tanto carácter como Sinatra, que nunca cesó en tratar de amarrarla con desesperación y la manipuló hasta que ella se marchó. Durante años sostuvieron que su atracción fue intantánea: cuando se conocieron, el asunto no fue a más porque Gardner aún estaba infelizmente casada. Cuando se volvieron a encontrar, el matrimonio de Frank con Nancy Sinatra no sirvió para parar lo que sucedió a continuación: un romance público y explosivo que ambos, pese a salir escaldados, calificarían de "eterno". Una relación marcada por las discusiones, las amenazas y los celos.

La noche temática - Sinatra y Ava, una pareja de escándalo

"Yo la encontraba divina y él no era más que un golfo", contaba el camarero español que los atendió en su primera cita, en un restaurante en el que se emborracharon descontroladamente y se profesaron una adoración permanente. La propia Ava Gardner lo registraba en sus memorias: “¡Dios mío! Fue mágico. Nos convertimos en amantes para siempre. Eternamente. Son palabras mayores, ya lo sé. Pero es que verdaderamente sentía que pasase lo que pasase siempre estaríamos enamorados. Y sabe Dios que pasaron cosas".

Pasaron cosas dignas de película de gangsters, como las que la propia Gardner protagonizaba junto a Burt Lancaster. Esas son las favoritas de los que disfrutan el mito: la noche en que comenzaron a coquetear en la fiesta de un productor, Sinatra conducía su Cadillac descapotable mientras los dos bebían alcohol a morro y disparaban pistoletazos al aire. La policía los detuvo y su publicista los salvó, cuentan algunos biógrafos. "Se han dicho muchas tonterías de lo que sucedió aquella noche en Palm Springs", simplificaba la propia Gardner. "Bebimos, reímos, hablamos y nos enamoramos".

Reproducción de la fotografía de la ficha policial del cantante Frank Sinatra, detenido en Bergen

Reproducción de la fotografía de la ficha policial del cantante Frank Sinatra, detenido en Bergen GTRES

Sin embargo, otros mitos glorificados con los mismos ingredientes (pistolas, el temperamento consentido de un Sinatra que sabía que jamás se metería en problemas, ni siquiera codeándose con la mafia) no comparten un fondo tan dulce. Famosa es la noche en la que el cantante amenazó con suicidarse si Ava Gardner lo dejaba y ella, en la habitación contigüa de un hotel, escuchó dos disparos. Irrumpió en la habitación con el corazón a punto de pararse y esperando ver un cadáver, el de su excesivo y hebrio marido. Pero Frank Sinatra sólo mató al colchón, atravesado por dos balas, y el susto fue suficiente para retenerla a su lado un poco más.

Ava Gardner y el que fuese su marido, Frank Sinatra

Ava Gardner y el que fuese su marido, Frank Sinatra GTRES

A menudo se lamenta el abrupto final de la relación de Frank Sinatra y Ava Gardner, con otro intento de suicidio por parte del primero e incontables peleas entre ambos de por medio. Los dos llegaron a casarse y su matrimonio previo acabó de distinta forma, según a quién le preguntes: o Sinatra arrasó con todo para unirse al amor de su vida o Nancy, conocedora de las antiguas amantes de su marido pero harta del escarnio público que suponía su idilio más público y humillante hasta la fecha, escapó de ese contrato madre ya de tres hijos.

El siguiente matrimonio casi no llega a suceder, porque Ava Gardner parecía saber que la atracción y el amor no siempre son suficientes: esa relación exagerada, de película negra y de apellido fatal, no podía durar. Cuando todo se acabó, fue porque ella se quedó embarazada, pero no quiso tener hijos con Sinatra. La primera vez abortó en secreto. antes del estreno de Mogambo (1953), uno de los papeles más importantes de su carrera. La segunda vez, el cantante se enteró y ella se negó a arrepentirse: "Creo que he hecho bien", le dijo a su marido.

Los actores Ava Gardner y Frank Sinatra durante un acto público

Los actores Ava Gardner y Frank Sinatra durante un acto público GTRES

Este fue, según la mayoría de fuentes, el incidente que propició el divorcio: a Sinatra le rompió el corazón el suceso y, tras otra de sus peleas, ella voló a Madrid, donde comenzó una relación con el torero Luis Miguel Domingín. El rechazo de Ava Gardner fue doble o triple, según se mire, porque tampoco acudió a visitarle cuando volvió a amenazar con quitarse la vida. El sentimiento de Frank Sinatra fue profundo y duró en el tiempo, dando lugar a algunas de las canciones de amor más tristes de todos los tiempos. Pero la personalidad de ella también era fuerte y su negativa, frente a un sufrimiento que -se dice- la arrojó a los brazos del alcohol, se mantuvo firme. Su relación, si bien de película, fue todo menos un ideal al que aspirar y que admirar.

Queda, sin embargo, el mito. Dicen que, cuando el cáncer se llevó a Ava en un hospital de Londres, en su mesita de noche reposaba una foto con Frank Sinatra. Y que, al enterarse de la muerte del gran el amor de su vida, el cantante rompió a llorar desconsoladamente.