Enlaces accesibilidad
Un país en danza

Ona Carbonell, talento y esfuerzo: "Entrenamos 60 horas semanales"

  • La nadadora olímpica confiesa cómo se prepara para darlo todo en 'Un país en danza'
  • "Nadie te asegura nada, puedes trabajar más que nadie y no conseguir tus objetivos", asegura
  • Primer programa de 'Un país en danza' con Nacho Duato y Ona Carbonell, en RTVE Play

Por
La deportista española Ona Carbonell
La deportista española Ona Carbonell

Talento, pero sobre todo esfuerzo, mucho esfuerzo. Esas son las claves que han llevado a Ona Carbonell hasta lo más alto. En su familia está rodeada de médicos y científicos, nadie se dedicaba al deporte ni tampoco al arte cuando tomó la decisión que cambiaría su vida para siempre. "Mis padres siempre nos han incentivado cuando de pequeñitos viajábamos e íbamos a ver óperas, danzas, flamenco, música española, íbamos a museos.. Cuando conocí la natación sincronizada me enamoró, desde el primer día me enamoró", confiesa la deportista olímpica, que no puede vivir sin el arte. Ella es la primera invitada junto a Nacho Duato del programa 'Un país en danza'.

60 horas a la semana de sacrificio

Su victoria en la tercera edición de 'MasterChef Celebrity' no fue casualidad. No hay reto que se le resista, porque a parte de talento, Ona sabe que lo importante es tener constancia y disciplina. "Un día a día nuestro es mucho trabajo, levantarnos a las cinco y media y a las siete empezamos, con los estiramientos, un poco de ballet, interpretación, abdominales… preparar el cuerpo y también el corazón para darle caña luego en el agua. Después unas cinco o seis horas de agua, comemos, fisio o lo que sea y volvemos al agua unas cuatro horas más, cinco depende. Entrenamos una media de 10 horas al día seis días a la semana, osea 60 horas a la semana", confiesa. La natación sincronizada es un deporte que requiere mucho sacrificio: "Tienes la parte artística, la parte de interpretación, de sentimiento, de emoción, y luego la parte de técnica, cardio, apnea, que es para mí lo más duro de este deporte. Esta hipoxia que tenemos que tener constantemente". Aunque su medio sea el agua, ella es una bailarina. Aprender distintos tipos de danza les ayuda a moverse en la ingravided de una piscina, desde el tango hasta los más contemporáneos.

La deportista española Ona Carbonell

La deportista española Ona Carbonell Un país en danza

"Los buenos se quejan y los mejores se adaptan"

Hace apenas un año dio a luz a su primer hijo, algo que no le ha apartado de la competición. Solo unos meses después de convertirse en madre vio que podía ponerse en forma y llegar a tiempo a los Juegos Olímpicos de Tokyo, y así lo hizo. Después de tantos años entrenando duro, Ona sabe lo que significa estar exhausta: "El cuerpo humano no conoce sus límites. La entrenadora está ahí para demostrártelo cada día, cuando no puedes ni levantar el brazo para lavarte el pelo en la ducha, empiezas a encontrar un poco tus límites, pero la cabeza y nuestro cuerpo están preparados para mucho más de lo que creemos".

Ona Carbonell lleva practicando este deporte desde muy pequeña, algo que no es fácil porque, como ella misma asegura por su experiencia, "te pierdes muchas cosas". A veces, tanto esfuerzo no tiene su recompensa. "Nadie te asegura nada, puedes trabajar más que nadie y no conseguir tus objetivos. Esto es un aprendizaje de vida muy grande. Unas veces se pierde y otras se gana", cuenta. Ella, que ha estado en las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos, lo sabe muy bien. Ona recuerda una frase que la marcó para siempre en su carrera: "Los buenos se quejan y los mejores se adaptan".

Ona Carbonell en 'Un país en danza'

Ona Carbonell en 'Un país en danza' Un país en danza

Dos medallas olímpicas

En su palmarés atesora dos medallas olímpicas. Fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, su debut en esta competición. Junto a Andrea Fuentes consiguió la de plata en la modalidad de dúo. "Tu compañera pasa a ser más que tu hermana. Pasas con ella 24 horas al día", confiesa, aunque su preferida es la modalidad de equipo. El español se hizo con la medalla de bronce ese mismo año. "La magia que ha tenido siempre la sincronizada española es encontrar de las diferencias nuestra gran fortaleza. En vez de enfrentarnos a unas rusas que son perfectas, que todas miden lo mismo, son blancas de piel, rubias, el mismo peso, el mismo empeine… todo igual. España empezó a ganar medallas cuando entendimos que no podíamos seguir por el mismo camino porque no éramos rusas, porque no éramos todas iguales. España tiene una emoción especial que todo el mundo ve en la sincro", asegura.

Ona Carbonell y Andrea Fuentes ganan la plata en los Juegos Olímpicos de Londres '12 en natación sincronizada