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¿Cuánta carne puedo comer? Solucionamos tus dudas

  • Se recomienda reducir su consumo a 2-3 veces por semana y evitar al máximo las carnes procesadas
  • Sí, puedes vivir sin comer carne: te lo explica la dietista-nutricionista Jéssica Gutiérrez
  • Empieza ya a reducir el consumo de carne con nuestras mejores recetas veganas y vegetarianas

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Filete de carne roja
¿Cuánta carne comes a la semana?

El ministro de Consumo Alberto Garzón ha pedido reducir el consumo de carne en España. Dice sentirse preocupado por la salud de los ciudadanos “y por la salud del planeta” porque “nos lo estamos cargando”. Su mensaje tiene bastante sentido también para un nutricionista, ya que el consumo de carne en España es mayor de lo que debería. Pero, ¡sorpresa!, las palabras del ministro han caído como un jarro de agua fría entre los más acérrimos carnívoros.

¿Cuánta carne debemos comer a la semana?

Txistorra

Tampoco la txistorra es la mejor opción para el día a día cropper

La dieta mediterránea, ese tesoro de los españoles que tanto nos orgullece, está muy alejada de la realidad de nuestra alimentación actual. La dieta de los españoles es hiperproteica y nuestro consumo de carne es superior a las recomendaciones de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, que recomienda un consumo moderado de carne, es decir, unas 2-3 veces por semana. ¿A qué se debe esta moderación? Un consumo continuado y excesivo de carne puede relacionarse con determinados problemas de salud.

La cantidad de carne que comemos los españoles: 50 kg

El total de consumo de carne de los españoles, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, es de unos 50 kg de carne por persona y año, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja no superar los 20 kg de carne. En contrapartida, el consumo de carne roja ha pasado de 22 kg por persona en el año 2006 hasta 12,6 kilos en el año 2020, indica la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística.

CPP: Carnes Potencialmente Peligrosas

Hace tiempo que fuimos alertados de los peligros de un consumo excesivo de algunas carnes. Por ejemplo, fue en 2015 cuando la OMS difundió una polémica noticia. En ella se relacionaba la posibilidad de padecer un cáncer colonorrectal con el consumo de embutidos, hamburguesas y otras carnes procesadas a partir de los 50 gramos, por persona y día, productos que se calificaban como de grupo 1, es decir, cancerígenas para los seres humanos.

Longanizas

Sabrosas... pero peligrosas

En aquel informe, los expertos recomendaban no superar los 20 gramos de carne procesada por día y, además, colocaban la carne roja en el grupo A2, lo que significa que se la considera probablemente cancerígena. Por este motivo, establecían un consumo de no más de 300 gramos de carne roja a la semana (para tener una referencia: un solomillo tiene un peso de unos 90 gramos y un entrecot, de unos 200 gramos).

Evolución del consumo de carne

¿Han cambiado las cosas tras aquello? Sí: se observó un descenso en el consumo de carne roja y procesada en un 1,9% entre el 2015 y el 2016. Desgraciadamente, no hizo que el consumo de hortalizas o frutas ascendiera demasiado, sólo un 0,01%. Por otra parte, y lo que es todavía peor, el consumo de bollería aumentó (3,3%) y también lo hizo el de platos precocinados (4%).

¿Y las carnes magras?

Recordemos que las carnes magras son nutricionalmente hablando una fuente proteica de calidad. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer reconoce que por su aporte nutricional de vitaminas de grupo B y hierro se debería investigar en profundidad para poder establecer cuándo dejan de ser un beneficio para convertirse en un riesgo para la salud.

Sí: podemos vivir sin carne

Podemos vivir sin carne ya que su aporte nutricional puede ser perfectamente sustituido por otros grupos de alimentos, como lo son las legumbres o los frutos secos. No obstante, en una alimentación completamente vegana es necesario suplementar con vitamina B12.

Ternera

Las dietas sin carne son una opción para cada día más personas

Pero, paradojas de la vida, en la época que nos ha tocado vivir, donde la abundancia alimentaria es lo normal y tenemos acceso a alimentos nutricionalmente equilibrados y seguros, resulta que cada vez nos alimentamos peor. Porque para seguir una dieta correcta, no basta con reducir el consumo de carne, también hay que comer más frutas, más verduras y sobre todo, dejar de comer productos procesados.

Quizás el mensaje que recibe la población respecto al consumo de carne no es el más acertado. Y posiblemente, si el foco lo ponemos en una mejora de la alimentación en general aumentando el consumo de frutas y verduras, reduciendo la disponibilidad de alimentos procesados, y sometiendo a una mayor restricción el acceso a ellos, quizás así se consiga el resultado esperado: una mejora en la alimentación de los españoles.