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Ana Obregón sueña con su hijo por primera vez: "No veo la hora de que llegue la noche para volverte a abrazar"

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Ana Obregón, una madre desolada que pasa de la sonrisa al llanto. RTVE
Ana Obregón, una madre desolada que pasa de la sonrisa al llanto. RTVE

Ana Obregón pasa de la alegría a la pena, de la sonrisa al llanto, de la compañía a la soledad. Hace unos días la veíamos ilusionada por la vuelta al trabajo, por regresar a TVE, su casa, para dar las campanadas de fin de año con Anne Igartiburu. Pero ahora no queda ni rastro de esa Ana alegre, risueña, aparentemente feliz. La presentadora y actriz vuelve a utilizar su cuenta de Instagram para soltar sus temores, para volcar su sufrimiento, para desahogarse. De nuevo habla con Alex, o Alesss, como ella prefiere. De nuevo habla de dolor, de la ausencia, de las ausencias. Y lo hace con una fotografía cargada de recuerdos.

"Esta es la última foto que os hice a Luna y a ti en casa. Anoche me dormí mirándola con los ojos humedecidos. Soñé por primera vez contigo desde tu partida. Entrabas en mi cuarto, como cada mañana a darme los buenos días con Lunita ladrando. ¡'Mami he vuelto, estoy aquí'!, decías, mientras yo te abrazaba muy fuerte intentando impedir que vieras mis lágrimas de felicidad. ¡Era todo tan real...!".

Ana sigue aferrándose a los recuerdos, a ese pasado tan feliz en el que no había espacio para el dolor, para la tragedia, para el llanto. Sí había lágrimas, como ella dice, pero eran de felicidad, de felicidad absoluta junto a sus amores. Pero los recuerdos se desvanecen y los sueños se evaporan cuando se abren los ojos. Entonces la pena lo invade todo. "Entonces me desperté y empezó el día, otra vez la pesadilla disfrazada de realidad. De nuevo estaba flotando en una eterna 'Nada'. ¿Será que la vida se convirtió para mí en una pesadilla y el sueño en mi vida? No lo sé. Solo sé que no veo la hora de que llegue la noche para soñar, y así poder vivir y volverte a abrazar", dice, y añade las siguientes etiquetas: #compartirunsueño #lavidaessueño #alessforever #lunaforever #eternamentejuntos. Horas después el post tenñia más de 8 000 comentarios.

Corazón - Ana Obregón abre su corazón en la revista ¡Hola!

Ana estaba un poco más alegre hace días, cuando hablaba con Anne Igartiburu de su vuelta a TVE. Las dos juntas despedirán el año en La 1 de TVE, acompañando a los espectadores del mundo antes, durante y después de las Campanadas. "No sé cómo explicarte... Es como si hubiera estado viajando 200 años por la luna y de repente aterrizas en un mundo que desgraciadamente no es el mismo, pero es vida. Y por eso estoy emocionada y agradecida", decía con los ojos muy brillantes. "Me he ido los dos años y medio, los del tratamiento de mi hijo, porque he estado volcada en él. ¿Y qué supone? Pues supone todo, volver a casa. Y mejor que volver a casa por Navidad no hay nada. Me siento en casa, TVE ha sido mi casa 20, 25 años…". Y es cierto, solo hay que recordar algunos de sus trabajos más celebrados y premiados: 'Ana y los 7', 'A las once en casa', 'Hostal Royal Manzanares', 'Anillos de oro', '¿Qué apostamos?'...

Ana Obregón, vestida por Alejandro de Miguel, y Anne Igartiburu, dos compañeras que se admiran mutuamente. RTVE

Ana ha despedido el año en TVE en tres ocasiones: en 1994 con Joaquín Prat y en 1995 y 2004 junto a Ramón García. Ahora compartir este gran momento con Anne Igartiburu le hace especial ilusión. "Primero me hace ilusión porque seamos dos mujeres, Anne. Y, además, dos Anas. Creo que es un homenaje a todas las mujeres de España. Creo que desafortunadamente ha sido un año muy difícil para todo el mundo, no solo para mí. Y que hay 60 000 familias de fallecidos de coronavirus, hay 200 000 familias de fallecidos por cáncer y todos, ese día, se van a identificar conmigo. Y si yo les doy un poquito de esperanza, y amor, que en definitiva es lo único que importa en esta vida, el amor, ya me quedo satisfecha".

Ana agradeció el encuentro, o reencuentro, con Anne y lo compartió en su cuenta de Instagram. "Mi primer día de grabación en casi un año para la promoción de las campanadas. Creí que iba a ser difícil salir de casa, sonreír, cambiar el luto por un maravilloso vestido y joyas, maquillarme, volver a mi profesión y a la vida. Pero tú, mi Aless, me diste fuerzas y luz, con tu amor que atraviesa el infinito. Y pensé en lo que has luchado y sufrido estos dos años con una sonrisa. Pensé en todos los que luchan contra el cancer, el covid, enfermedades terminales, etc... Y me pareció que no tenía ningún mérito. El mérito es de ellos".