La fine del mondo. Centro Pecci Prato II
Emisión 8 de febrero de 2017 · La 2
A lo largo de dos programas consecutivos, Metrópolis ofrece un recorrido por La fine del mondo, la extensa y abrumadora exposición con la que el Centro Pecci Prato volvió a abrir sus puertas el pasado 16 de octubre.
Inaugurado en 1988 como uno de los primeros espacios dedicados exclusivamente al arte contemporáneo a nivel mundial, el conjunto arquitectónico original se ha visto ahora envuelto por la espectacular ampliación del museo llevada a cabo por Maurice Nio.
En la muestra inaugural La fine del mondo, comisariada por el director del centro Fabio Cavallucci con un equipo de 11 asesores internacionales, se pueden ver obras de más de 50 destacados artistas contemporáneos, cifras que la aproximan en tamaño a una bienal.
Según el comisario, título y temática surgieron tanto por la compleja situación en la que se encuentra el mundo actual, como por el parecido del nuevo edificio con una nave espacial. La propuesta consiste en invitar al visitante a imaginarse un viaje a un futuro lejano para obtener una visión más distante y menos dramática de nuestro presente, una visión que tiene en cuenta edad y tamaño del universo, del que el planeta tierra y sus habitantes sólo formamos una mínima parte.
En el segundo capítulo de Metrópolis dedicado a la exposición La fine del mondo, el comisario profundiza en algunas de las causas del malestar y el pesimismo generalizados que caracterizan nuestro presente. Entre ellas identifica la pérdida de una visión optimista del futuro, impulso esencial de la existencia humana, que se mantuvo incluso durante la Guerra Fría cuando se enfrentaron los sistemas capitalista y comunista, ninguno de los cuales ha conseguido cumplir con sus promesas de resolver los problemas del mundo. Los dos sistemas aparecen retratados en el video Art is power (1984/1985) de Józef Robakowski y la secuencia final de 8 ½ (1963), el autorretrato en crisis creativa de Federico Fellini, aunque el enfoque principal del primero sea un análisis de la representación mediática del mundo mediante la combinación de imágenes de un desfile militar en la Plaza Roja con la música del grupo Laibach. The Circulation of Revolution (2016) es uno de los cuatro grandes mapas dibujados para la exposición por Qiu Zhijie, representaciones simbólicas de la historia del pensamiento humano, en las que la yuxtaposición de elementos distantes en el espacio y el tiempo producen nuevas asociaciones y significados. En Geopolitical Poetry (2016), Babi Badalov inventa juegos de palabras para plasmar las complejas cuestiones geopolíticas del presente sobre sábanas y manteles. Axis of Revolution (2014) documenta una performance de Ekaterina Vasilyeva & Hanna Zubkova, que consistió en recorrer Moscú de norte a sur durante 17 horas y 45 kilómetros llevando una barra de hierro en referencia a realidades políticas, históricas y culturales. Volodymyr Kuznetsov invoca, en su mural Cultivation (2016), una Europa unida y la necesidad de colaboración interétnica a nivel municipal, mientras que en la espectacular instalación Head On (2014) de Cai Guo-Qiang, 99 réplicas de lobos, que son símbolo de valentía y fuerza obtenidas por la unidad y la acción colectiva, muestran cómo esa energía puede llevar a situaciones peligrosas cuando es mal dirigida o manipulada.
Algunos de los problemas que acechan a la sociedad contemporánea están siendo investigados e interpretados como derivados de la aceleración del desarrollo tecnológico y su impacto sobre nuestras vidas. En Paradise in a Square (2016), Fari Shams repasa la historia de los jardines desde su aparición hasta sus versiones online, en los que la relación de los usuarios con el mundo exterior es delimitada para obtener resultados cuantificables sobre su comportamiento. M 3x3 (1973/2015) de Analivia Cordeiro, muestra a nueve bailarines realizando una secuencia de movimientos creados por un software que relaciona la danza con códigos binarios; considerada la primera obra de videodanza, la pieza planteó la cuestión de si algo determinado aleatoriamente por un ordenador puede ser considerado una coreografía. A Certain Amount of Clarity (2014), de Emmanuel Van der Auwera, es un collage de reaction videos encontrados en Internet, un nuevo tipo de selfie donde adolescentes graban y publican sus reacciones a un video extremadamente violento. Los hombres uniformados que vemos bailar en Celebration (2015) de Polina Kanis se encuentran inmersos en una atmósfera de alienación, indiferentes al otro y al mundo alrededor; y, la acumulación y fragmentación de la información contenidas en el mural To a Passerby (2016) de Arash Hanaei, acentúan las lagunas y líneas borrosas de nuestra condición digital.
Otro de los factores que provocan cierta sensación de inestabilidad e inseguridad en el mundo actual, es la cada vez más aparente fragilidad del ecosistema Tierra y del universo en general. Desde miles de años, el ser humano ha intentado domar la naturaleza, investigándola para comprenderla y, finalmente controlarla. De ello dan muestra el Globo Celeste (1696) y el Globo Terrestre (1699) de Vincenzo Coronelli, o la vista nocturna de La Habana desplegada a los pies del visitante en De cómo la tierra se quiere parecer al cielo II (2016) de Carlos Garaicoa. Como testimonio del trabajo milenario de la naturaleza se exponen selectos ejemplares de los minerales que componen la Collección Adalberto Giazotto delante de las fotografías de la serie Atlas (2015), en las que Fayçal Baghriche muestra las réplicas coloreadas de cristales que se venden en la ruta turística por el Atlas. En el ensayo videográfico Arquitectura de las transferencias (2016), Ingrid Wildi Merino resume sus investigaciones sobre la industria del cobre en el desierto de Atacama. Mediante la unión de diversas perspectivas teóricas, la obra reivindica el arte como proceso investigativo y posicionamiento ético y político. Crystal – Phones (2016) de Thomas Hirschhorn reúne, en una vitrina, una serie de teléfonos móviles, presentados como fósiles en fase de cristalización.
La mención, por parte del comisario, de la reciente crisis económica, por la cual un gran número de personas del mundo occidental se ha visto desprovisto de su modo de vida habitual y de perspectivas de futuro, introduce el último bloque del programa que incluye una serie de obras en torno a la destrucción y la posibilidad de re-construcción. Con el techo caído de Break-Through (2016), Thomas Hirschhorn expone materiales y mecanismos normalmente escondidos y en desorden, que simbolizan el fin de los tiempos, a la vez que el caos original del que todo surge. También Petrified Forest (2003), de Jimmie Durham, nos confronta con un escenario post-apocalíptico, donde el mobiliario de un despacho ha sido inutilizado por una lluvia de piedras pulverizadas. Aristide Antonas presenta en Crane Rooms (2016), apartamentos básicos, elevados y separados del suelo por grúas como potencial modelo de vivienda futura; mientras que Francesco Bertelé propone, en Vasto Mondo (2016), una vuelta a la estructura ancestral de la tienda de campaña, en cuyo interior múltiples sugerencias visuales y auditivas crean un espacio experiencial y atemporal que evoca un mundo ideal.
Bajo el título Chaos+Repair=Universe (2016), Kader Attia muestra un globo roto y recompuesto en representación del universo como un sistema sometido a un contínuo ciclo de destrucción y reparación. Ahmed Mater asocia, en Magnetism Installation (2008), las leyes físicas de atracción y repulsión con la estética del peregrinaje a la Meca para proponer una reflexión sobre el poder seductivo del culto, la energía cósmica y las leyes universales que rigen nuestro planeta. El cuadro Unstable Talismanic Rendering [Poli’ahu’s Cure] with gratitude to master marbler Dirk Lange (2016) es resultado de la investigación sobre la técnica de marmorización llevada a cabo por Kerstin Brätsch para lograr una excepcional combinación y armonización de tonalidades y crear abstractas formas biológicas que transmiten una energía pulsante. Andrey Kuzkin lleva varios años trabajando en el proyecto The phenomenon of nature or 99 landscapes with tree (2010-2016), una serie de performances realizadas en solitario o en grupo y entendidas como actos de autopurificación, que ponen a prueba los lazos del ser humano con la naturaleza y otros seres orgánicos. El ser humano y la naturaleza protagonizan también el video Black Lake (2015) de Björk, una elegía sobre la pérdida y el abandono que tiene, sin embargo, un final esperanzador.
En la última sala de la exposición, el visitante entra en Quarantine (2016), una habitación abarrotada de objetos cotidianos pintados de blanco. Los objetos fueron seleccionados por Robert Kuśmirowski en una asociación que recoge, guarda y vende las pertenencias de personas fallecidas sin herederos con fines benéficos. La instalación que ocupa la sala entera acoge además muchas de las actividades paralelas en torno a la exposición, entre ellas la clase magistral The End of the World impartida por Zygmunt Bauman (1925-2017) el 3 de noviembre de 2016. El programa se cierra con un fragmento de esta conferencia, donde el eminente filósofo reivindica la importancia del arte como plataforma de reflexión y fuente de inspiración para el mundo actual.
Con el fin de volver a acercar el arte contemporáneo a un público más amplio, el museo ha ampliado también su horario de apertura: la exposición La fine del mondo se puede ver en el Centro Pecci Prato hasta el 19 de marzo, de martes a domingo de 11h a 23h.